Este miércoles la paciencia reventó en la Universidad Federico Santa María. Los estudiantes que han estado en un paro indefinido desde el 16 de octubre, lo habían depuesto creyendo que en la reunión que sostendrían este miércoles con los directivos de la universidad sus demandas de congelamiento del valor de los aranceles fuesen otorgadas. Sin embargo se encontraron con una intransigente postura de los directivos haciéndoles entender a los estudiantes que todas las gestiones realizadas habían sido en vano, pues esta disposición siempre se había mantenido y que recién hoy, en la tercera reunión, se expresaba de modo explícito.
Esta situación generó una indignación generalizada en el estudiantado que gatillo su salida a protestar a la calle y la simultánea toma de la universidad, previo a exigir el retiro de los directivos de ella. La toma de la calle Golondrinas fue reprimida por carabineros, deteniendo a 7 estudiantes que al cierre de esta nota, aun no han salido de la comisaría.
Los estudiantes tienen una serie de necesidades que se han ido agudizando en tanto la universidad crece en matrículas y aumenta sus aranceles, pero no invierte en infraestructura y contratación de profesores de planta, lo que repercute directamente en las condiciones en que se desarrollan las actividades académicas. Hoy, como en otras ocasiones, los sansanos han denunciado a la institución y a un Estado que permite que con la educación se haga un vulgar negocio.
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