Frente a la situación de pandemia a nivel global y la llegada de los primeros casos confirmados en Chile, la Universidad San Sebastián quiso adelantarse y comenzando marzo decidió cambiar la modalidad de sus clases presenciales a clases online. Sin embargo, la falta de conexión para una parte del alumnado -o la mala señal-, así como las condiciones materiales de otros, ponen en duda la calidad del servicio que entrega la institución.
Por Lucas Ulloa / resumen.cl
Como es sabido, la paralización parcial de las ciudades ha traído una serie de dificultades económicas y laborales que ha afectado significativamente en los bolsillos de muchas familias que viven del día a día. En el caso universitario, muchos alumnos y alumnas junto con sus respectivos avales, se han visto imposibilitados de pagar los altos aranceles de su universidad debido a despidos, cesantía, cambios de casa y distintas situaciones que ameritan la búsqueda de una solución financiera integral para las y los estudiantes.
Eduardo Solar, vicerrector de Universidad San Sebastián, autoridad académica que ha encabezado las conversaciones con los estudiantes se refirió al respecto utilizando una polémica metáfora que relaciona el pago de aranceles con el pago de un plan de teléfono, el cual se debiese pagar se use o no, como un contrato fijo frente a los servicios contratados.
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Uno de los puntos que señalan los estudiantes de la Universidad San Sebastián es que, independiente de la causa, se firmó un servicio que la universidad ya no puede entregar. En carreras del área de la salud, por ejemplo, considerando que las clases prácticas y laboratorios clínicos -y la importancia de que éstas sean realizadas en el mismo periodo que las teóricas- son fundamentales en su proceso de aprendizaje integral, es prácticamente imposible suplir esas actividades a distancia. Las clases, en definitiva, señalan en el comunicado emitido a las autoridades el 24 de marzo, "no están siendo impartidas de la manera pactada en el vínculo, dificultando el aprendizaje y la adquisición requerida de habilidades que supone cada asignatura, carrera y sin duda el desarrollo profesional de cada estudiante".
Hasta la fecha más de diez carreras han decidido a mantener un paro online y restarse de las clases por videollamada. Entre estas se encuentran Obstetricia, Nutrición, Psicología, Pedagogía en lenguaje, Odontología, Terapia Ocupacional, Pedagogía en inglés, Enfermería, Kinesiología, Fonoaudiología y Pedagogía en Educación Física.
A finales de marzo, desde el Frente de Estudiantes Movilizados (FEMUSS) se prepara un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones contra la USS el cual se encuentra en la primera etapa y cuenta con más de 4.000 participantes de las distintas sedes del país. Fundamentalmente, se busca incidir en el monto del arancel, que se apliquen descuentos, la suspensión de cobro de intereses por mora en los pagos de matrícula o mensualidades.
En el marco de esta situación, se ha hecho el llamado desde distintos Centros de Estudiantes a no tener miedo y adscribirse al recurso, ya que los beneficiarios serían solo quienes completen el formulario que será presentado ante la corte. Esto debido a la sospecha de algunos estudiantes a que existan represalias por parte de la universidad -como ocurrió con los ocho alumnos sumariados de la casa de estudios en Valdivia tras participar en la toma- por solicitar a una corte que vele por sus derechos.
La modalidad online ha traído consigo nuevos inconvenientes para algunos alumnos, por otro lado. Dentro de las demandas exigidas por los estudiantes está que "se entreguen y fiscalicen las clases de manera correcta, ya que se han dado casos en donde los profesores no realizan las clases, no suben material o se limitan a subir documentos a la plataforma", señala FEMUSS en su petitorio a las autoridades.
La universidad asume transversalidad en el acceso a Internet sin conocer la realidad de sus alumnos, señalan. Al respecto, se ha ofrecido bolsas de datos y trámites en línea para solucionar las dudas en materia de deudas, pero en la práctica pocas soluciones. La página de Instagram @funauss recopila distintas situaciones y respuestas inverosímiles recibidas. Una de ellas fue viralizada luego de que la universidad le recomendó a una estudiante renunciar a su carrera en el caso de que su abuelo no pudiese pagar la mensualidad debido a la pandemia; desde la universidad responsabilizan a la funcionaria de haber cometido un error.
En el intertanto, desde FEMUSS rechazan las respuestas entregadas por Eduardo Solar, por ser "insuficientes y desproporcionadas a la contingencia". Siguen recibiendo formularios para el recurso de protección y a la espera de nuevas medidas a la altura de los valores educativos y humanitarios que promueve su institución.