A LAS COMUNIDADES UNIVERSITARIAS

Las y los estudiantes voceros de la movilización en la Escuela de Derecho de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano (UAHC), que actualmente nos encontramos siendo sumariados por el tribunal de disciplina, manifestamos:

El día 17 de noviembre hemos presentado el recurso de apelación en el tribunal de disciplina de la UAHC, última instancia de un largo proceso que se inició por la denuncia del rector Pablo Venegas Cancino, al que fuimos sometidos por ejercer el cargo de voceros con el propósito de representar a los estudiantes de nuestra carrera. El recurso de apelación que presentamos tiene por fin impugnar la resolución emitida el sábado 11 de noviembre por este tribunal, la cual en el caso de los estudiantes regulares confirma nuestra expulsión de la comunidad y en el de nuestra compañera licenciada Carolina Guerra, confirma la sanción de "prohibición de acercarse a cualquier sede de la universidad" junto con volver a emitir su certificado de conducta, documento requerido en la Corte Suprema para la obtención del título de abogado. Por otra parte, por desprolijidad del tribunal, se encuentra pendiente la resolución de nuestra compañera Valentina Figueroa Valdebenito, la cual por un error en la identidad de otra estudiante, no fue notificada de la sanción junto todos, sino que fue citada a comparecer de modo posterior, de forma irregular y una vez finalizada la etapa probatoria del proceso, sin aún tener resolución respecto de la sanción aplicable en su caso.

La sentencia que impugnamos ha sido dictada con infracción a las normas del debido proceso. Así como todo el proceso, desde su denuncia, ha vulnerado los derechos básicos de toda persona sometida a una investigación. A continuación una breve reseña:

–      La sentencia impugnada no fue dictada por un tribunal imparcial, la integración del decano de la facultad de Ciencias Sociales, Milton Vidal, constituye una infracción grave al debido proceso porque de acuerdo al reglamento de estudiantes 2011, no forma parte del tribunal, constituyéndose en una comisión especial o tribunal ad-hoc como en los tiempos más oscuros de la vida política de nuestr país, en el cual las ejecuciones por tribunales militares, vulnerando el derecho defensa y el debido proceso, eran pan de cada día.

    Asimismo, el decano Milton Vidal ha emitido opiniones como parte del conflicto, que lo privan de la debida objetividad, una exigencia esencial para todo tribunal que pretenda emitir resoluciones vinculantes. En el mismo sentido, la integración del tribunal con la señora Genoveva Echeverría, Secretaria General de la Universidad, es confusa. Por una parte, interviene como presidenta del tribunal, investidura que no está normada en el reglamento, asumiendo una competencia jurisdiccional, y por otra, interviene como ministro de fe, calidades que son incompatibles al momento de administrar una función jurisdiccional de carácter disciplinaria;

–    La sentencia impugnada ha sido dictada sin que pudiésemos ejercer nuestro derecho a ser oídos, puesto que no fuimos válidamente notificados de la denuncia e investigación. En efecto, ninguno de nosotros tomó conocimiento de la existencia de una acusación y de una investigación sumaria conforme al reglamento. La notificación a viva voz a que alude la sentencia, y los sobres arrojados al antejardín de una de las sedes de la Universidad, no tiene la eficacia suficiente para configurar un emplazamiento válido que permita el ejercicio del derecho a ser oído y el derecho a la defensa, conforme a la Constitución Política y el reglamento universitario.

–     El secreto con que se ha instruido el presente sumario disciplinario ha impedido ejercer, como en derecho corresponde, el derecho a la defensa, configurando un procedimiento viciado, toda vez que requeridos los antecedentes del sumario, han sido negados reiteradamente, lo que agravia el principio de la publicidad reconocido constitucionalmente, actuando el órgano jurisdiccional disciplinario bajo las normas obsoletas de un sistema inquisitivo contrario a las reglas del debido proceso, y lo cual lo podemos demostrar con los correos de la Señora Echeverría donde se nos niega el acceso a las pruebas e inclusive al texto de la denuncia que se hace en contra nuestra;

–      Esta sentencia impugnada contiene sanciones para una persona que no ostenta la calidad de alumno regular, sino que es Licenciada en Ciencias Jurídicas, y que además, no están contempladas en el reglamento de estudiantes, generando una justicia disciplinaria arbitraria y abusiva;

–  En el recurso de reposición interpuesto con anterioridad solicitamos una propuesta de audiencia de conciliación, pero el tribunal de disciplina, simplemente omitió referirse al respecto, configurando un acto de denegación de justicia o abandono de deberes, porque habiéndose ejercido la petición, correspondía pronunciarse acogiendo o rechazando lo solicitado, lo que no ocurrió.

La presentación del recurso de apelación marca el inicio del fin de este proceso, que inició con nuestra movilización el 20 de junio del presente y que culmina con este sumario que pretende responsabilizarnos de un sinfín de situaciones, por el solo hecho de ser voceros de los estudiantes de la carrera Derecho.  De esta forma, se impone el miedo sobre los integrantes de nuestra comunidad universitaria, ya que el mensaje que nos entrega el rector Pablo Venegas Cancino y el vicerrector Marcelo Garrido Pereira es fuerte y claro: cualquier estudiante que disienta con las decisiones de las autoridades y se movilice, será expulsado de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

Solicitando vuestra solidaridad, se despiden:

Maria Ignacia Parga, Carolina Guerra, Valentina Figueroa,

Francisca Sepulveda, Ignacio Fernández, Alex Troncoso.

Estudiantes expulsados de Escuela de Derecho

Universidad Academia de Humanismo Cristiano

Santiago de Chile, 24 de noviembre de 2017