Por Juan Contreras Jara / resumen.cl
Este lunes, la saliente presidenta Michelle Bachelet, firmó el proyecto de ley que pone fin al CAE -Crédito con Aval del Estado-, que en la actualidad tiene a más de 400 mil endeudados y endeudadas por estudiar en Chile. A solo seis días de dejar la presidencia y en un intento casi desesperado por cerrar alguno de sus acuerdos en materia de educación, la presidenta anunció el nuevo Crédito Estatal para la Educación Superior (Cepes). Desde el movimiento estudiantil advierten que este es más bien un mero cambio de crédito por otro.
Entre las modificaciones más importantes al actual CAE, el Cepes establecerá un cobro diferenciado en tres niveles, referentes a los ingresos de las y los usuarios de este nuevo crédito. Además, retiraría a la banca privada del financiamiento de la educación superior, dejando como único prestador al Estado. Todo muy lejos de la educación gratuita exigida hace más de una década por estudiantes secundarios y universitarios.
Las apreciaciones desde el movimiento estudiantil frente a este "saludo a la bandera" por parte de Bachelet y a solo días del término de su segundo mandato, son similares. El cambio sería continuidad.
Rodrigo Castillo, presidente de la Federación de estudiantes de la Universidad de Concepción, expresó que "este nuevo crédito no cumple en ningún caso con las expectativas mínimas que el movimiento estudiantil planteó en el último año. El fin a la deuda fue una de las demandas prioritarias de este movimiento, proyectada hacia el futuro y con una revisión de quienes ya han asumido esa deuda. El nuevo crédito del gobierno implica solamente un cambio de acreedor, que es lo que nosotros no esperábamos, sino que se eliminara la lógica de endeudamiento".
Por su parte, Mario Tapia, Presidente de la UTFSM sede Concepción, comentó que el Crédito propuesto por Bachelet no representa en ningún caso una solución al problema del endeudamiento. "El proyecto representa la lógica que ha mantenido este gobierno hasta el día de hoy, una lógica de improvisación. Nos parece irrisorio que se esté proponiendo un proyecto de ley seis días antes de dejar este gobierno. Bachelet no busca cumplir con el movimiento social, busca cumplir con los parlamentarios que le prestaron sus votos para la reforma educacional. Hoy en día el movimiento social, más que el fin al CAE lo que busca es el fin al endeudamiento" afirma.
Los tramos que se establecerán en este nuevo proyecto serán primero, entre quienes reciben un ingreso mínimo hasta los 490 mil pesos, quienes no tendrán recargo. Por otra parte, los que tengan un sueldo de hasta 1 millón cien mil pesos, deberán pagar un interés de 2% y quienes ganen sobre esa suma, tendrán una tasa de 4%.
Entre otras observaciones al Cepes, Rodrigo Castillo indicó que "se supone que reduce los años de pago, pero esa es la letra chica del proyecto, porque reduce hasta diez años el pago, siempre y cuando no exceda ninguna cuota las 25UTM. Pero la mayoría de los estudiantes llegan a diez años con un saldo mayor, por ende se les aplaza el endeudamiento cinco años más y así se repite el procedimiento. Te puedes seguir extendiendo por muchos años el pago del crédito.»
El presidente de la FEC agrega que «Además, el tramo que queda exento de pagar intereses es bajísimo; en el caso de los profesionales jóvenes, la gran mayoría está bajo esa renta y los demás se le sigue aplicando una tasa de interés del 2 o el 4%, para una cuestión que no es un crédito de consumo, sino que para financiar la educación"
Castillo enfatizó en que lo que mejor grafica grado de improvisación de este proyecto es que no se hace cargo en lo concreto de la situación de los deudores que vienen arrastrando la deuda del CAE. «El gobierno expresó que si se daban las condiciones podría haber un perdonazo de los intereses; pero eso no viene en el proyecto, ellos esperan que ocurra, pero no es nada concreto hasta ahora. Este crédito mantiene la lógica de endeudamiento y de mercantilización en la educación".
En la actualidad, son más de 400 mil personas las que se endeudaron para estudiar por medio del Crédito con Aval del Estado. Este lunes Bachelet los invisibilizó, ya que su nuevo proyecto no incluye a las y los endeudados.
Mario Tapia comentó al respecto que "esta es una burla de Bachelet hacia el movimiento estudiantil, a la lucha de años y a las familias endeudadas. La lógica de endeudamiento continúa, a pesar de que la promesa de Michelle Bachelet, con respecto a que la educación de ser un derecho social. Este proyecto no se hace cargo de la condonación del CAE."
Tapia además expresó que "nosotros hemos dado soluciones, hemos insistido con la Ley Reservada del Cobre, tenemos también el litio, que hoy en día nuevamente cae en las manos de SQM, siendo que si este recurso estuviera en las manos del país podría servir para condonar estas deudas en la educación".
El próximo Ministro de Educación, el abogado Gerardo Varela Alfonso, quien no tiene ninguna experiencia en el área educacional, se ha manifestado abiertamente a favor del lucro y la mercantilización en la educación, afirmando que es un bien de consumo. Por ende, pensar en que las supuestas reformas propuestas por Bachelet, serán asumidas por Varela y el gobierno de Piñera, es a lo menos dudoso, asumiendo el perfil neoliberal del nuevo ministro.
Sobre el contexto que enfrenta el movimiento estudiantil, Tapia expresa que han revisado la agenda del Mineduc de Sebastián Piñera y que tendrán que estar atentos a "que no vuelva el copago, la selección, ver como abordamos el tema de la gratuidad en los centro de formación técnica y profesional, porque sabemos que hacia allá se abrirá el mercado en la educación.» pues «Piñera dice que llegara al 90% en la gratuidad, pero la letra chica es que abran instituciones donde se va a poder lucrar, hacia allá apunta el mercado".
Por su parte el presidente de la FEC, Rodrigo Castillo afirma que "este es un gobierno del cual no podemos esperar nada, el historial de Piñera y de su nuevo Ministro de Educación es claro; ellos están a favor de la privatización y la educación de mercado. Este nuevo gobierno se pone en posición de confrontación con los proyectos del movimiento estudiantil".
De esta manera concluye el segundo mandato de Michelle Bachelet, sin avances sustanciales en materia educacional, pero por sobre todo, reafirmando la visión capitalista y mercantil de la educación, vaciándola nuevamente, de su profundo sentido social.