Mientras el gobierno proponía el programa salvemos el año escolar cuyo objetivo es boicotear la masiva movilización social a favor de una educación gratuita, de calidad y democrática, los estudiantes del colegio Brasil junto a apoderados organizaron clases de reforzamiento, cuyo objetivo es continuar con su formación y también fortalecer la toma del espacio.
El programa contempla tres alternativas: que los colegios en toma operen en otro establecimiento compartiendo infraestructura; que los establecimientos en toma puedan operar en un lugar alternativo como bibliotecas, gimnasios, preuniversitarios; que los estudiantes rindan exámenes finales, cuya rendición permite que el estudiantes sea removido de curso; además de una propuesta de estudiar en un portal del ministerio de educación por internet.
El programa propuesto por el gobierno es un atentado a la "calidad" de la educación. Por un lado la primera alternativa a propiciado lo mismo que el nulo proceso de reconstrucción de los establecimientos siniestrados: hacinamiento. Una profesora de inglés comenta a Resumen que ella debe realizar sus clases con 58 estudiantes en una sala, lo que obviamente no son condiciones adecuadas. La rendición de exámenes finales al igual que las clases por internet se desentienden de uno de los factores fudamentales en el proceso de aprendizaje de los estudiantes: la sociavilización con sus pares, aprender juntos, más aun, los exámenes no garantizan un aprendizaje significativo para los estudiantes, pues solo vienen a rellenar estadísticas.
¿esta es la supuesta calidad que persigue el gobierno? Lo único que les importa es frenar la movilización que atenta contra el negocio de privados con el derecho a la educación, si no fuese a si cederían ante las demandas de democracia y gratuidad de la educación, ya que una educación que no tenga como principio la participación de la comunidad educativa en las decisiones de qué y cómo enseñar y que por el contrario sea profundamente autoritaria y dictatorial donde el sostenedor y dirección decide y no contempla las necesidades de la comunidad; asimismo que no privilegie el derecho a la educación por sobre la libertad de enseñanza (lucro de privados con la educación) es una educación que dista mucho de lo que nosotros consideramos como una educación que obedezca a los intereses de la comunidad y que esté al servicio de la colectividad.
Para contrarrestar este patético programa planteado por el gobierno, los estudiantes del Colegio Brasil que llevan un mes en toma, junto a sus apoderados se organizaron para continuar los estudios, esto en forma de repasos y sin notas, apoyados por profesores y estudiantes de pedagogía de la Universidad de Concepción y Universidad San Sebastián.
Los estudiantes de quinto a octavo básico asisten a estas clases de reforzamiento que se realizan el lunes, miércoles y viernes de las diez de la mañana a la una de la tarde. Los movilizados igualmente plantean la necesidad de extenderlo a la enseñanza secundaria.
Juan Sandoval, Apoderado comenta que la mayoría de los apoderados apoyó la toma del establecimiento y decidieron trabajar con los estudiantes movilizados, es así como llevaron a cabo esta actividad. Asimismo afirma que los mismos estudiantes en toma se ofrecieron como profesores mientras encontraban el apoyo de docentes que quisieran trabajar en esto.
Esta actividad organizada por estos estudiantes y apoderados recoge lo que esta movilización social plantea: una educación democrática donde la comunidad educativa (estudiantes y apoderados) participan en el qué y cómo enseñar abandonando su condición pasiva de meros receptores y sobreponen sus necesidades e inquietudes.