[resumen.cl] Pese a que la Comisión Marea Roja instalada por la administración del Gobierno de Bachelet en 2016 informó que el vertimiento de más de 4 mil toneladas de salmones muertos no habría influido en el desastre medioambiental, un reciente estudio indica profundas insuficiencias metodológicas, contrarrestando la información entregada hace poco más de cinco años.
A inicios de mayo de 2016 diversas e intensas protestas iniciaron en el archipiélago de Chiloé luego de que miles de animales -peces, aves, etc.- aparecieran muertos en la costa a raíz de una marea roja que desembocó con la designación de zona de catástrofe en el territorio por la presidenta de la época. Michelle Bachelet.
La catástrofe medioambiental tomó profundas dimensiones que colocó en el centro de la discusión el rol de la industria salmonera en el territorio y su responsabilidad en los hechos , lo cual consideraba la negligencia del Sernapesca luego que, semanas antes del desastre, autorizara el vertimiento de 4.700 toneladas de salmones muertos en Chiloé.
El hecho conllevó que el ministro de Economía de la época, Luis Céspedes Cifuentes, convocara a una «Comisión Marea Roja» compuesta por científicos que, tras recopilar los antecedentes, informó que los salmones en cuestión no habrían intervenido en la crisis, por lo que se descartaba su relación del hecho.
Tras poco más de cinco años la versión es desmentida. Esta mañana Interferencia publicó información relacionada con la investigación que desmiente la información entregada por la Comisión que operó bajo la administración de Bachelet.
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Concretamente, el estudio, señala el medio, «devela la aparición de un "remolino" a pocos días de finalizados los vertimientos, el cual podría haber empujado los restos tóxicos de salmón hacia el sur, es decir, hacia la costa chilota».
Sin embargo, dicho fenómeno no habría sido detectado ni considerado por la Comisión del Gobierno en cuestión, debido a que analizaron «corrientes geostróficas durante los siete primeros días de un proceso de vertimiento que duró 15 días».
En este sentido, señalan que «es altamente probable que la circulación dominante durante marzo y comienzos de abril 2016 haya transportado el material vertido hacia el oeste y norte-noroeste, y no de regreso a la costa de Chiloé».
La investigación abre un abanico de críticas hacia la administración bacheletista, entre otras cosas, por la insuficiencia metodológica adoptada en su informe, ante lo cual pese a que Interferencia intentó contactarse con un autor del informe de la Comisión y el ex ministro de Economía, declinaron en referirse a la situación.
Revisa la investigación íntegra haciendo clic acá.