Joaquín Pérez / resumen.cl

Esta semana el mundo fue testigo de un hecho político, que grafica claramente el poder adquirido por las vacunas en un mundo en pandemia. El canciller europeo Josep Borrell visitó al canciller ruso Sergéi Lavrov, para ejercer presión sobre Rusia con el tema del caso "Navalni", opositor ruso víctima de un intento de envenenamiento, del cual Europa culpa al gobierno ruso, según recoge EuroNews

Lavrov, hombre formado en el Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, bajo la escuela de Andréi Gromico, canciller de ex URSS durante 28 años (1957-1985), es Ministro de relaciones exteriores rusos desde hace ya 17 años, recibió a Borrell este catalán, militante del Partido Socialista Obrero Español, poniendo la represión española a las elecciones por la independencia de cataluña del 1 de octubre del 2017 y la situación vigente de los presos políticos catalanes, derivados de estos sucesos según informó La Vanguardia

Las lecciones de democracia que pretendía dar Europa a Rusia no solo se desplomaron. Antes de que Borrel y la diplomacia europea sintieran el golpe, Rusia expulsó del país a tres diplomáticos europeos de bajo rango por haber participado en manifestaciones pro Navalni.

Cabe recordar que Cataluña enfrenta elecciones este 14 de febrero y se prevé un triunfo de los independentistas por mayoría absoluta. En este sentido, Lavrov le demostró a los Europeos que esta dispuesto a involucrase en política interna si ellos hacen lo mismo con Rusia.

El factor Sputnik V, vacuna rusa contra la COVID-19

Esta actitud de Lavrov tan contundente en términos políticos que dejó absolutamente fuera de juego a los europeos, no seria posible sin la vacuna Sputnik V.

Cuando todos apostaban, en la carrera por las vacunas contra la COVID-19, por una competencia entre las grandes farmacéuticas estadounidenses y China, Rusia apareció con con esta primera vacuna (Sputnik V).

Inicialmente occidente denostó la vacuna rusa, pero un estudio publicado esta semana en The Lancet ha comprobado no solo su efectividad, sino además su versatilidad por su bajo costo y menores requerimientos logísticos para su implementación, en comparación con sus competidoras.

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Mientras Europa se encuentra de rodillas frente a las grandes farmacéuticas, que han impedido su plan masivo de vacunación, necesita de la vacuna de Rusia y así lo han manifestado incluso los propios lideres de Francia y Alemania.

Lavrov dio una lección al canciller europeo, que como todo el establishment político del estado español, es tan pro yanqui y semicolonial como las oligarquías latinoamericanas, sometidas al concepto de la doctrina Monroe del "patio trasero".

Quizás ni siquiera Alejandro Magno, Julio César, Gengis Kan o Pachacútec imaginaron que la geopolitica mundial se definiera un pinchazo de una aguja, tampoco Napoleón, Monroe o Hitler. Tal vez el que más se acercó a esta idea, fue Fidel Castro quien tempranamente potenció el desarrollo biotecnológico cubano.