Pía Moraga (28) es profesora de Educación Física, titulada de la PUCV, que trabaja en un establecimiento municipal de la región de Valparaíso, con una carga horaria de 43 horas semanales. Ella accedió a evaluarse el año 2008, para saber de qué se trataba este proceso y, por supuesto, con la expectativa de los resultados personales que le arrojaría. Hoy, luego de haber salido competente, no pretende someterse nuevamente a dicho proceso, puesto que afirma que ya sabe lo que es y lo considera un sistema viciado. De su experiencia y su visión del actual proceso de evaluación es de lo que conversamos en la siguiente entrevista.
¿Por qué te evaluaste?
Bueno, en ese tiempo, el año 2008, yo llevaba menos de un año trabajando con un horario de 28 horas cuando nos presentan el listado de los colegas que se tenían que evaluar. Allí me dicen, a ti no te corresponde pero si quieres, me dice la directora que estaba en ese minuto, puedes hacerlo, como experiencia personal, para ver de qué se trata. No estaba muy convencida, así es que lo conversé con mi mamá, que también es profesora y que en ese tiempo también debía evaluarse. Ella me dice, mira, podrías evaluarte, no hay por qué no hacerlo y, por otro lado estaba también la presión de mis amistades que me decían, bueno si tú evalúas todos los días por qué no poder evaluarte a ti, ¿qué pasa si tus alumnos no se quieren evaluar?, ¿qué haces tú?, ¿Por qué no lo querrías hacer? Entonces, después de todo eso y un poco a la deriva, porque llevaba menos de un año trabajando, dije, bueno, veamos de qué se trata.
Así es que comienzo la evaluación, iniciándose una seguidilla de situaciones pre evaluación y post evaluación (ríe recordándolas). Pero esas son las razones por las que me evalué, un poco, porque me dijo el resto y porque en un momento se transformó en un desafío que me dijeran, oye y por qué no te evaluaste, qué es lo que tienes que temer que no te evalúas.
¿Qué significó la evaluación, en cuanto a tiempo, desempeño laboral y vida personal?
Recuerdo que el portafolio me llegó entre fines de mayo y principios de junio. Allí veo que se trataba de cuatro módulos, que era una gran parte teórica y un pequeño vídeo que debía grabarse de una clase. Así es que empiezo de a poco a responder el portafolio. En un momento se dio toda una polémica por las horas que debían entregarte para confeccionarlo, pero como no era nada todavía formal, la directora de ese momento nos entregó las horas correspondientes a los consejos para poder trabajar los que nos íbamos a evaluar, sin embargo eso era contraproducente, ya que no estabas en las discusiones e informaciones que se daban allí, sino que estabas en otra sala con los otros colegas tratando de elaborar el portafolio. Yo la verdad, en ese tiempo que nos dieron, no trabajaba mucho para el portafolio porque estaba preocupada de cosas del mismo colegio y, en definitiva andaba de acá para allá, era en mi casa donde resolví e invertí el tiempo para el portafolio. Eso significó, por ejemplo, fin de semanas completos, porque de lunes a viernes llegaba cansada de la pega y no tenía muchas ganas de ponerme a leer y mucho menos estar tipeando en el computador así es que los fines de semana los dedicaba a eso, tres cuatro horas, de repente una tarde entera. Así se dio el avance de los módulos que debía entregar en agosto; la última semana se me hizo bien pesada porque me di cuenta de que había varios detalles que todavía no terminaba. Antes de la entrega vino la grabación, con la que me sorprendí bastante porque había varias cosas que yo podía manejar como por ejemplo el curso que yo quisiera, los alumnos que yo quería que estuvieran, desde UTP también me decían, ese día el colegio va a estar en silencio, no vamos a dejar que nadie pase por la cancha, cosa que efectivamente no es la realidad de todos los días, o sea, estaba todo como confabulado para que la grabación saliera lo más espectacular posible. Yo, como desafío personal, no quise siquiera comentar de qué se trataba la grabación a mis alumnos, para no hacer todo tan teatral, porque sino iba a ser prácticamente como montar una función. La parte teórica traté de hacerla lo mejor posible, yo venía saliendo hace poquito de la U así es que apliqué todo lo que recordaba y, con toda la fe lo entregué, lo entregué para ver de qué se trataba en el fondo y qué resultados iba a tener.
Cuéntanos de la entrevista personal
Ah, la entrevista, voy a utilizar un término bastante coloquial pero, bien "chanta" la entrevista te diré, porque por alguna razón a mí y a varios colegas nos llegaron las preguntas, yo tenía las preguntas y, por lo tanto, las revisé y sabía lo que me iban a preguntar. Además la colega que me entrevistó también me explicó de que trataban dichas preguntas antes, era algo así como...cómo te sientes como profesor, qué estrategias tomas frente a una problemática, en realidad no había nada nuevo bajo el sol.
O sea, efectivamente ¿te hicieron las mismas preguntas del año pasado?
Sí, las mismas preguntas del año pasado y que todos manejábamos y que me imagino que al igual que yo, muchos colegas las manejan.
Luego de estos tres meses de confección de portafolio, grabación y entrevista, ¿qué pasó?
Del portafolio, en marzo (2009) llegan los resultados al director y después a nosotros mediante una carta. Salí competente. En ese momento preciso me sentí muy contenta porque dije, bueno, ser competente es estar aceptada, no obstante, empiezo a revisar módulo por módulo el resultado, un poco buscando por qué no salí destacada, empiezo a ver y ahí me empiezo a decepcionar porque en la parte evaluación, yo como profesora de educación física, y como la mayoría de mis colegas, trabajamos con 40 a 45 chiquillos. En ese módulo te piden que hagas cuatro clases más una quinta que es la evaluación, eso significa que en una clase tú tienes que evaluar a los 45. Yo hice un instrumento de evaluación con una escala de cotejo y con los criterios que representasen a los 45, tratando entonces de hacerlo acotado pero detallado, tratando de ordenarlo lo más posible para que quedara en función de lo que me habían enseñado en la universidad. Y me encuentro con la sorpresa de que me habían evaluado como insuficiente toda esa parte del módulo y la respuesta de por qué, fue que el instrumento no era preciso, específico; debí trabajar una especie de rúbrica. Ahí yo empecé a quedar plop, porque pensar en una rúbrica por niño, si son 45 niños en 90 minutos que, a mí me quedan 45 minutos en clases ,entre el cambio de ropa y la higiene personal, para evaluar específicamente. Ahí me di cuenta de que el portafolio en sí, la parte escrita es una utopía, o sea, yo ahí tengo que escribir todo lo que idealmente podría hacer como profesora, casi con 10 alumnos por curso.
En ese sentido, la evaluación es en el momento, ya que se debe evaluar en esos 90 minutos...
Sí, o sea, por un lado yo traté de hacer un instrumento lo más pedagógico posible, que por otro lado me lo sancionan con un insuficiente, ni siquiera con un básico. Entonces me dije, bueno, en el fondo lo que quieren es que uno ponga lo ideal, pero no la realidad. Esa fue la primera decepción. De ahí me avisan que como salí competente, éstos y los destacados pueden optar a una prueba y otro portafolio, con el cual puedes llegar a ser parte de la red de maestros. Yo no sabía mucho de qué se trataba, al parecer era un conjunto de profesores que manejan más herramientas teóricas que otros, lo que les permite hacer asesorías, entre otras cosas. Fui a buscar el portafolio, que era exactamente lo mismo que el otro y el temario para la prueba era todo lo que me habían pasado en la universidad, eso tenía que darlo en agosto. Creo que ese portafolio aún está guardado ahí (señalando un mueble en su living). Les dije, no muchas gracias, no quiero seguir con eso, porque en realidad, qué sentido tenía, ahí me empecé a cuestionar para qué contestar una prueba con todo lo que a mí me enseñaron en la universidad si yo me titulé, no me regalaron el título primero que todo y no tengo que andar comprobándole a nadie lo que ya sé. Ahora, yo esa prueba, puedo bien contestarla, pero qué relación tiene que yo maneje todos esos contenidos con que yo, metodológicamente o didácticamente desarrollo mis clases en aula; en qué parte de todas estas evaluaciones a mí me están evaluando el currículum oculto, dónde me lo evalúan; la empatía que tengo con mis alumnos, dónde está; no estaba en ninguna parte. Por lo tanto esta red de maestros también se me convierte un poco en gente que maneja mucho contenido y mucha información, pero que tal vez emocionalmente, didácticamente no tiene mucha influencia en los alumnos.
¿Qué opinión te merece esta evaluación docente, así como está planteada hoy?
A mí me parece que es un instrumento viciado, que desde sus inicios, si es que alguien tuvo la buena intención de que fuera un instrumento para ver cómo funcionaba el profesor en el aula, no resultó, para nada, no cumple esos objetivos; como yo me evalué y salí competente he tenido como experiencia personal varias ofertas para hacer portafolios, a cambio de una cantidad de dinero. Con eso me di cuenta de que cualquiera puede escribir el portafolio; las clases grabadas son absolutamente alejadas de la realidad. Creo que en el fondo puede ser que alguien sea un pésimo profesor, que sin embargo en la evaluación puede salir perfectamente competente o destacado, entonces...no tiene ningún sentido evaluarse. La evaluación sería provechosa si se evaluara como te digo yo, la parte importante que es el currículum oculto, que es cómo uno desempeña las clases en nuestras realidades educativas, en el día a día, con todas las características que implica tener 45 alumnos en el aula, en definitiva, nuestras horas aula versus las horas no lectivas, que involucre todo lo que significa ser profesor, no solamente escribir un portafolio maravilloso, con una clase falsa y que dependiendo de tus resultados te digan si eres buen o mal profesor. Me parece que no tiene sentido la evaluación docente actual y me da pena porque nadie dice esto en los medios de comunicación, simplemente se dice que no nos queremos evaluar y pasamos a ser los malos de la película, los profesores flojos, los que nos queremos ocultar, me gustaría que la gente supiera que no se trata de eso, sino de que este sistema evaluativo no funciona, no sirve, un tema en sí es el sólo el instrumento evaluativo, pero si arreglamos el instrumento nos queda la gran pregunta, hacia dónde vamos con esta evaluación, qué gano yo, qué saco con salir bien evaluada, ¿formar parte de la red de maestros?¿ese va a ser el techo entones, la meta? O aquí ya entramos en el tema de la carrera profesional docente, que es plata solamente, que es un poco pegarle un codazo al de al lado para tratar de salir más adelante, para tratar de subir en un porcentaje tu sueldo, y si es que llega a ser así, puesto que es a largo plazo, entonces, me parece que es un instrumento que no sirve, que planteado como pretenden hacerlo, fomentará la competitividad, la AVDI es, por ejemplo, absolutamente competitiva, no busca tampoco el trabajo colectivo en el aula ni en el colegio.
¿Por qué no evaluarse este 2012,a pesar del acuerdo al que llegó la CORMUVAL y el comunal del Colegio de Profesores de Valparaíso?
Creo que no debemos evaluarnos por un poco lo que mencionaba antes, tener el tiempo es importante, porque uno invierte mucho en hacer el portafolio, sin embargo es el mismo problema de fondo: se consiguieron horas, esas 36 horas se formalizarán, creo que es un avance pero no ataca la problemática real, puesto que si aceptamos las horas nos vamos a poner a hacer el portafolio, nos echamos al bolsillo todo lo que luchó la gente, por ejemplo que estaba en contra de la evaluación en el 2008, cuando yo me evalué, que se negaron con fundamentos válidos y que corroboré cuando yo estaba en el proceso. Ahora, que debo evaluarme, claro, me están dando horas (36 hrs. para todo el período), pero no tocamos el tema de fondo, creo que provocará que nadie nos tome en serio, por qué ¿es sólo un problema de horas? ¿es sólo un tema de plata? Creo que es de verdad un tema que va más por la dignidad docente. Yo no me voy a evaluar, mientras siga el sistema así como está, ya lo hice y me parece que es un instrumento viciado, que ya no sirve, que no evalúa la realidad. Si puedo hacer un llamado, lo hago desde mi nefasta experiencia anterior, no evaluarse y seguir firmes con esta lucha por que se nos escuche realmente y por crear, mancomunar un instrumento que represente la realidad educativa y, con el que estemos de acuerdo.