Exhuman restos de Tatiana Fariña: Querella pretende esclarecer fallecimiento de joven penquista muerta en dictadura

Durante la jornada de hoy miércoles 8 de junio, se realizaró la exhumación de los restos de Tatiana Fariña, estudiante de sociología que falleció a los 19 años, en el marco de una querella interpuesta por su familia para aclarar la muerte de la joven en medio de la explosión de una bomba en un año clave de las jornadas de protesta contra la dictadura.

Por Alejandro Baeza

Tatiana Valentina Fariña Concha era una joven penquista destacada estudiante de sociología de la Universidad de Chile. Su compromiso social manifestado desde temprana edad, le hizo sumarse a la lucha popular contra la dictadura, ingresando a las filas de las Juventudes Comunistas en primera instancia, y luego al Frente Patriótico Manuel Rodríguez.

El 14 de mayo de 1985 -año clave en las jornadas nacionales de protestas-, murió a causa de un explosivo detonado en una oficina de la municipalidad de Lo Prado. El ministro en visita de la época, Humberto Espejo, sólo se remitió a determinar las identidades de los restos encontrados en las dependencias. En esa época en Chile no estaba disponible el examen de ADN, por lo que las identidades de las dos víctimas fatales (también una funcionaria) se determinó mediante pruebas dentales que correspondía y cerraron la causa.

En conversación con RESUMEN, Victoria Fariña, hermana de Tatiana, comentó que ella ya «había señalado a un compañero de carrera que tenía problemas de seguridad, que ella tenía temor, sentía que la estaban siguiendo y que se iba a cambiar de casa». Además, comentó que existen antecedentes que hacen dudar del procedimiento realizado en plena dictadura, partiendo porque existen diferencias en la hora de la data de muerte en su certificado de defunción en relación a la hora de la explosión, diferencias de horas.

Por esto y otros importantes datos aun en la carpeta de investigación, Victoria comentó que «en agosto de 2015, como familia tomamos la decisión de interponer una querella, pues junto a una abogada cercana y especialista en materia derechos humanos, encontramos antecedentes que hacen necesarias las declaraciones de algunas personas. Todavía está en etapa de investigación, pues lo tomó la Corte de Apelaciones de San Miguel, que hizo algunas diligencias que nosotros solicitamos como citar a declarar a algunas personas, adjuntar información que habíamos recopilado, pero no hubo mucho movimiento, pero en diciembre de 2021 la causa se derivó a la Corte de Apelaciones de Santiago, donde se han realizado diversas diligencias junto al Programa de Derechos Humanos».

Por ello es que la ministra en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza, ordenó la exhumación de los restos de Tatiana en el Cementerio General de Concepción durante el día de hoy a las 11:00 de la mañana, donde se hará presente el tribunal, personal del SML y de la PDI.

«La ministra decretó la realización de dos diligencias -indica Victoria-, una el examen de ADN que debió realizarse hace mucho tiempo y además se realizará una pericia antropológica, la que se hará en laboratorios en Estados Unidos. Cuando sus restos regresen podremos hacer nuevamente un funeral».

Asimismo, Victoria Fariña, comenta un aspecto que es central siempre que se habla de materia de derechos humanos: cómo el paso del tiempo dificulta el poder conseguir justicia. «Es algo que nos ha afectado mucho. A medida que van pasando los años ir teniendo la certeza que justicia no vamos a encontrar, porque la justicia que tarda tanto tiempo ya no es justicia, pero sí me gustaría poder alcanzar toda la verdad posible, porque creemos que la verdad es parte también de la justicia, la verdad que necesitamos nosotros como familia, pero también la verdad que le hace bien a toda la sociedad, a todo este país, a los hijos nuestros, a los jóvenes, a las niñas que necesitan saber qué es lo que pasó».

«Debe haber una respuesta clara. Porque a pesar de todo lo que sabe, de los miles de detenidos desaparecidos, de los ejecutados políticos, de torturados, de presos políticos y de todos los horrores que hemos conocido, es frustrante que todavía hoy día no exista una sanción legal al negacionismo, que todavía no exista una prohibición de la incitación al odio que escuchamos todos los días, partiendo por los parlamentarios de ultraderecha y de derecha que todavía defienden y enarbolan a la dictadura, que mantienen estos dichos de odio por en que en otros países, esos países que tantos nos gusta compararnos, hoy día estarían tras las rejas» agrega la hermana de la víctima.

Finalmente, Victoria Fariña aborda uno de las principales deudas del Estado en cuanto a violaciones a los derechos humanos «Necesitamos reparación, y no me refiero a esa justa reparación a las víctimas o sus familias que les permitan recomponerse, sino en lo político y en lo social. Necesitamos que haya en Concepción que haya una biblioteca con el nombre de Tatiana o con el nombre de cualquier persona que luchó por la libertad. Y por supuesto también garantías de no repetición. Yo no puedo dejar de enlazar, porque si bien estamos hablando de un hecho que ocurrió hace 37 años, era una joven estudiante que se alzó contra una dictadura y un sistema legítimamente y de manera valiente, como miles que tenían esa necesidad de traer dignidad. Eso yo lo veo hoy día con los presos de la Revuelta, son presos políticos, no están presos por haber dado una opinión, pero claramente son jóvenes que permitieron que hoy día como país nos encontremos en un proceso tan relevante para hacer cambios que tanto se han peleado en las calles, como se hacía en esa época en contra de la dictadura, me parece entonces insólito que estos jóvenes están años en prisión preventiva sin tener un juicio todavía, en muchas casos sin pruebas y paralelamente a otros que violaron los derechos humanos a partir del Estallido Social no hayan pasado un sólo día en la cárcel. Esa falta de justicia que veíamos en dictadura y que yo en lo personal te digo como profesora, como mujer, como penquista, como abogada, como mamá y como ciudadana, critico. En esta materia nos falta mucho por avanzar».

«Acá los únicos que han fomentado el odio ha sido este sector que apoyó el golpe de Estado y la dictadura y que finalmente están detrás de todos estos grupos económicos que le interesa mantener el sistema» concluye.

 

Tatiana Fariña, combatiente por la libertad

A las 12:10 del lunes 14 de mayo de 1985, una bomba detona en el baño del Servicio de Acción Social de la Municipalidad de Lo Prado, en el Noroeste de Santiago. La explosión deja varias personas heridas de diversa gravedad, además de dos personas fallecidas: una funcionaria municipal de nombre Susana Sánchez Espinoza y restos de otra persona, la que no se pudo identificar debido a que resultó totalmente destrozada.

Meses más tarde, en octubre de aquel fatídico año, un juez determina que los restos humanos encontrados correspondían a una joven de 19 años de edad, estudiante de la Universidad de Chile que provenía de Concepción, sobre la cual se había interpuesto un recurso de amparo debido a su desaparición precisamente el 14 de mayo. Su nombre: Tatiana Valentina Fariña Concha.

Tatiana había nacido el 24 de diciembre de 1965, en el seno de una familia penquista de origen proletario y de izquierda. Tras el golpe militar de 1973, su padre Raúl Fariña Medina, fallecido el año pasado, fue exonerado por motivos políticos de la petroquímica de Chile en Talcahuano, quedando una familia de cinco hijos dependiendo del sueldo de la madre, la profesora básica, María Concha Sanhueza.

A principios de los ochenta, con el inicio de las protestas, Raúl, hermano mayor de Tatiana, es detenido y con 18 años de edad, encarcelado en la antigua Penitenciaria de Concepción, ubicada en Chacabuco con Prat, centro de memoria que fue borrado para instalar un supermercado.

Tatiana, tras terminar sus estudios básicos en la Escuela N° 25 de Chiguayante, ingresa al Liceo experimental de Niñas en Concepción, que en aquellos años se ubicaba donde hoy lo hace el Colegio Brasil. Será allí donde comenzará su participación en los primeros núcleos de reconstrucción del movimiento estudiantil secundario en Concepción y también en las Juventudes Comunistas.

De su paso por el Liceo Experimental, todas y todos recuerdan a una estudiante de excelencia, premiada por sus excelentes calificaciones, pero además por su compañerismo. Son los años de reconstrucción, donde las y los jóvenes militantes de izquierda se esfuerzan por sobresalir no sólo como estudiantes, sino además en las actividades extraprogramáticas o culturales, como forma de influir y reclutar.

Ya en sus últimos años como secundaria, Tatiana tenía claro que quería estudiar sociología. Aquella carrera -como todas las Ciencias Sociales- fue cerrada por la dictadura tras el golpe militar y no existía en Concepción; sólo quedaban los cupos controlados que la dictadura permitía en la Universidad de Chile, los que eran muy disputados.

En esa época, entrar a sociología requería un puntaje similar a medicina en la entonces Prueba de Aptitud Académica, y para Tatiana, estudiante de promedio 6,9 en el Experimental, aquello no fue problema. Además, esto ocurre en los años de Rebelión Popular contra de la dictadura de Pinochet, donde el Partido Comunista asume por primera vez en su historia la lucha armada y el enfrentamiento con la institucionalidad.

Tatiana, quien ya tenía probada militancia en el partido en Concepción y Chiguayante, apenas llega a Santiago a estudiar sociología (1984), se instala en San Ramón, al sur de la capital, incorporándose al denominado Frente Estudiantil del naciente Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), donde destacó por su responsabilidad y compromiso, llegando a quedar a cargo de unidad en tareas de «recuperación económica».

El trabajo de Tatiana era intenso, no sólo el clandestino como miliciana rodriguista, sino también en la reconstrucción de los Centros de Alumnos y de la Federación de Estudiantes: la ebullición del movimiento estudiantil de aquellos años, que en 1984 significó la reconstrucción de la FEC en Concepción y un año más tarde, de la FECh en Santiago.

Por ello es tan importante aclarar su muerte y rescatar la memoria y legado de esta joven inteligente, llena de ideales, solidaria y aguerrida, dispuesta a todo por lograr la libertad de su pueblo. Digna representante de aquella heroica generación de jóvenes que dejaron su sangre regada en las calles y veredas de nuestro país, combatiendo la más cruel y criminal dictadura que ha padecido Chile.

Tatiana fue una de aquellas jóvenes combatientes, que desde muy temprana edad le tocó enfrentar en desigual combate a las bestias que oprimían a nuestro pueblo.

Hoy familiares y amigos la recuerdan a través de una beca, que ya se ha otorgado por quinto año consecutivo en Liceo Grecia de su Chiguayante natal.

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