La querella busca determinar la culpabilidad de todos los funcionarios presentes en el procedimiento, efectuado el pasado 8 de abril en Llolleo Alto, San Antonio. Sobre la acción judicial, Álvaro Toro, padre de la víctima, comenta que, "como familia, lo que esperamos es que se haga justicia en su totalidad y que todos los responsables que estuvieron esa noche, paguen por lo que hicieron, porque todos son partícipes del asesinato de mi hijo, desde el alto mando".

Por Branco Moreno Caro

En el Juzgado de Garantía de San Antonio, los padres del joven acribillado por Carabineros en Llolleo Alto, Álvaro Francisco Toro y Leontina Córdova, interpusieron una querella por homicidio calificado contra el funcionario policial, Patricio Ignacio Vargas Bascuñán y todos los que resulten responsables de cometer, facilitar o encubrir el asesinato del joven de 19 años de edad. 

Parte de la acción judicial expresa que, "la acción del funcionario involucrado en esta presentación, no se ajustó a la doctrina institucional, pues no fueron ni eficaces ni profesionales en su actuar. De hecho, su actuación fue tal que se apartaron expresamente de la norma legal. Asimismo, la doctrina penal ha señalado que en los delitos de resultado-como es el delito de homicidio- se requiere la concurrencia de un riesgo no permitido que se realice un resultado, es evidente que percutir más de un conjunto de disparos en contra de otra persona, de forma intencional traspasaba el riesgo permitido por el orden jurídico".

Te puede interesar: Habla acompañante de joven acribillado por carabineros en Llolleo: «Lo mataron con las manos arriba»

Los hechos se remontan al 8 de abril pasado, cuando, en medio de una supuesta fiscalización vehicular, el funcionario habría asesinado a tiros al joven de 19 años de edad, según la versión de Carabineros, por un supuesto intento de atropello.

Dicha versión es refutada por uno de los copilotos de David Toro, quien enfatizó a RESUMEN en una entrevista que, "altiro se baja otro paco, salta arriba del capó y le pega unas patadas al parabrisas, David estaba con las manos arriba. Pero, sobre la misma, acribilla al David y lo hizo conscientemente, porque no era necesario, el auto estaba parado, nos tenían rodeados en unos segundos y estábamos con las manos arriba".

Es en este contexto, que los dos acompañantes y amigos del joven acribillado expresan que nunca se les leyeron sus derechos, hasta entrada la noche, cuando la PDI tomó el caso. Actualmente, ambos se encuentran procesados, uno de ellos en prisión preventiva en la cárcel de Valparaíso y el otro con arresto domiciliario, por el porte de 3 gramos de marihuana, cada uno.  

Sobre el asesinato de su hijo y el contexto mediático que vive hoy por hoy la institución policial, Álvaro Toro hizo hincapié en que «Carabineros se siente protegido para poder asesinar impunemente, están pasando a llevar los derechos humanos de todas las personas, están dando órdenes para matar. Mi hijo fue el primer caso, pero ahora vemos en otros lados cómo en la cuarta región que volvió a pasar algo similar. Las medidas que está usando de supuesta fiscalización de carabineros se le está saliendo de las manos y se amparan con la Ley".