Juan Carlos Contreras / resumen.cl
El pasado fin de semana se realizó el festival contra-cultural «Agosto Negro» en la toma de la Escuela de Artes de la Universidad de Concepción. La actividad sirvió para cerrar una serie de encuentros que comenzaron el lunes 22 de agosto y que se extendieron durante toda la semana. Las jornadas estuvieron llenas de conversatorios y documentales en torno a la resistencia negra, indígena y multicultural, apuntando también a la defensa de los territorios explotados por el capitalismo transnacional.
«Agosto negro» es una tradición que nació en los años 70s para recodar a George y Jonathan Jackson, caídos, al igual que otros luchadores afroamericanos, dentro de las prisiones de California, Estado norteamericano con el mayor índice de violencia y segregación racial de aquel entonces.
En ésta instancia se puso especial hincapié en la lucha que libraron distintos sectores afro-descendientes a mediados del siglo XX en Estados Unidos; oponiéndose valerosamente a la esclavitud, el racismo, el abuso policial, como también se hizo referencia a la resistencia del pueblo Mapuche y su lucha por territorio y autodeterminación, recordando que en el mes de agosto cayeron comuneros como Jaime Mendoza Collío, muerto el 12 de agosto del 2009 y Rodrigo Melinao Licán en agosto del 2013.
La última jornada, el reciente domingo, contó con feria de manifacturas y artesanías, editoriales autónomas, información, propaganda y música en vivo a cargo de las bandas locales Palikate, Congo Mapu, Tapia Roots, Fluye bajo efecto, entre otras. Dentro de la misma actividad se realizó la recolección de alimentos no perecibles y materiales para manualidades, en apoyo a la Machi Francisca Linconao, recluida en la cárcel de Temuco y a Elisa Rojas, presa en la cárcel de Angol.
Para los organizadores de Agosto Negro, reivindicar la resistencia de los pueblos originarios significa una responsabilidad, una necesidad pero por sobre todo un compromiso. «Como grupo/colectivo, nos trazamos la idea de responder al vacío histórico intencionado que existe en la región en torno a estas luchas. Es tarea de todas y todos mantener viva la memoria de quienes entregaron su vida por generar relaciones humanas de armonía, apoyo mutuo, pero sobre todo libres».
Cabe destacar que éste es el segundo año consecutivo que se realiza esta semana de «Resistencia y Renovación», como la denominan sus organizadores, expresando la intención de que siga perdurando en el tiempo. De esta manera, el festival cultural «Agosto Negro» buscó aportar en la unidad y solidaridad entre individualidades, pueblos y territorios que persiguen el bien común y la armonía con la madre tierra.