Diversos referentes sociales, ambientales, de derechos humanos, tanto del Pueblo Mapuche como chileno, vienen denunciando los graves impactos que este tipo industria ha causado en los territorios y que hoy, además, con la prórroga del Decreto Ley 701 proveniente de la dictadura, pretenden doblar la actual superficie de pinos y eucaliptus. Ante este escenario devastador, se hace un llamado a poner fin a su introducción y a levantar las economías territoriales.
Durante el 2012, a través de una carta pública, unas 70 organizaciones de diversos territorios en Chile, pusieron en alerta de los intentos que tienen las empresas forestales e instituciones públicas del estado para fomentar la introducción de especies exóticas de pino y eucaliptos en territorios de comunidades y sectores campesinos que, según señalaron, solo traerá graves consecuencias para la vida rural, mayor sequía, mayores impactos, y grave exposición a la infección de plagas con pérdidas totales. Por tales razones, hicieron un llamado a no aceptar los supuestos beneficios.
Señalaban en un punto: "Ni los empresarios ni los políticos que ocupan cargos públicos que están a favor de las forestales están preocupados por nuestro presente y futuro, solo quieren ganar dinero a costa de la destrucción. Hablan de progreso, de desarrollo y solo traen a nuestros territorios pobreza, indigencia y falta de alimentos...", asimismo, hicieron referencia a la necesidad de revitalizar y levantar las economías territoriales de acuerdo a los intereses y necesidades de los habitantes de estas regiones.
Estas políticas impuestas no están cumpliendo con la obligación estatal de consulta y participación de manera informada, previa y libre en los procesos de desarrollo y de formulación de políticas que los afectan y tampoco, se está atendiendo el Derecho a decidir las prioridades para el desarrollo que establece la norma internacional de derechos.
Asimismo, ante la ofensiva gubernamental - empresarial - legislativo y de introducir suma urgencia al proyecto de Ley que busca dar prorroga por 20 años más del Decreto Ley 701, norma que viene desde la dictadura militar de Pinochet y que es modelo matriz de la dictadura militar, promotora de la expansión de especies exóticas de monocultivos de pino y eucaliptus a favor de dos grupos económicos (Matte: CMPC y Angelini: ARAUCO -CELCO), causante de la depredación y graves impactos a los territorios y a las poblaciones, generando verdaderos asesinatos de la vida rural, tanto en aspectos sociales, ambientales, culturales y económicos. Hoy, a pesar del escenario devastador causado, se busca proyectar nuevamente este instrumento fáctico para intensificar la introducción de plantaciones de estas especies en tierras de comunidades Mapuche y en sectores campesinos chilenos, con diversos riesgos y que conllevará además, la expansión de la contaminante industria de celulosa-papelera .
El congreso aprobó recientemente la idea de legislar pero ahora deberá discutir por artículo y definir indicaciones. Este proceso legislativo ha tenido la férrea oposición de diversos sectores sociales en Chile y además han existido acusaciones de conflicto de intereses por los vínculos de algunos legisladores con el sector forestal y el financiamiento que hacen las empresas a los Partidos. Por su parte, las empresas a través de CORMA intensifica la introducción de estas especies a través de municipios cooptados.
Es importante destacar que diversas iniciativas que versan desde lo propio, con procesos autónomos, continúan desencadenando en propuestas de desarrollo y autosuficiencia que pretenden establecer en forma soberana las iniciativas agroalimentarias para fomentar la producción suficiente y la adecuada conservación, intercambio, transformación, comercialización y consumo de alimentos. Hoy se hace indispensable continuar informando, difundiendo, manifestándose en contra y dar cuenta de los impactos de esta industria, para que exista conciencia en familias en su no introducción y a su vez, se exija al estado, el respeto y garantía en las definiciones de desarrollo.