[resumen.cl] Luego de un mes y medio de las elecciones, finalmente la Oficina Nacional de Procesos Electorales de Perú (ONPE) proclamó a Pedro Castillo presidente, quien asumirá su cargo el próximo 28 de julio.
Las autoridades electorales peruanas finalmente confirmaron esta tarde la victoria del candidato apoyado por la izquierda Pedro Castillo tras la segunda vuelta celebrada el pasado 6 de junio.
Los resultados oficiales se conocieron dos semanas después, donde el estrecho margen del 50,125% Castillo versus el 49,875% Fujimori, con apenas 44 mil votos de diferencia.
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La candidata de extrema derecha, encarcelada por corrupción, denunció fraude sin prueba alguna y los abogados más importantes del Perú, representantes de los grandes grupos empresariales del país, interpusieron denuncias al boleo sobre mesas de regiones donde el maestro rural arrasó. Todos los recursos fueron desechados por el Poder Judicial.
Pedro Castillo: «Izquierda», sindicalismo y machismo
El profesor y dirigente sindical, saltó al escenario político durante la gran huelga docente de 2017, en que fue uno de sus protagonistas. Proviene de los históricamente postergados sectores de la sierra peruana, pobre e indígena, mirada en menos por la población limeña, incluso por la progresista.
Autoidentificado como marxista-leninista y maoísta, su principal promesa de campaña es cambiar la Constitución de 1993 del dictador Fujimori, para darle un rol activo al Estado en la economía y nacionalizar una serie de empresas estratégicas en diversas áreas, tales como minería, hidrocarburos y energía.
Su sostén fue principalmente el voto rural e indígena.
Si bien él mismo se declara como de izquierda, muchas de sus posturas están bastante lejos de un proyecto de liberación de los grupos oprimidos, pues es abiertamente contrario al derecho de las mujeres para decidir sobre su cuerpo, al feminismo y a los derechos de la comunidad LGBTQ+, siendo en lo valórico un ultraconservador mucho más cercano a la extrema derecha o al bolsonarismo que a cualquier proyecto de izquierda contemporáneo que aspira a construir una sociedad de derechos.