[resumen.cl] Insólitas declaraciones ha realizado el Fiscal de Temuco, Luis Arroyo, quien se querelló en el Juzgado de Garantía de Temuco en contra de funcionarios de la Dirección de Inteligencia de Carabineros, asegurando que inventaron las supuestas filtraciones desde el Ministerio Público a Héctor Llaitul, vocero de la CAM.
La querella del Fiscal es por los presuntos delitos de falsificación de instrumento público, denuncia calumniosa, obstrucción a la investigación, violación de reserva e infracción a la Ley de Inteligencia.
Arroyo declaró que las maniobras de la inteligencia de Carabineros en su contra obedecen a que no quiso utilizar herramientas fuera de la ley para investigar atentados incendiarios en territorio mapuche. Según la querella presentada por el Fiscal -que fue acogida a trámite por el Juzgado de Garantía de Temuco- señala "que el 26 de diciembre del año pasado fue notificado de una investigación en contra de su abogada asistente Mónica Palma por el presunto delito de obstrucción a la investigación y en el que se indaga un supuesto encubrimiento que él habría hecho de esta situación por supuestamente mantener una relación sentimental con la funcionaria."
La DIPOLCAR habría estado tras los pasos del fiscal pues, "tras invocar la Ley de Inteligencia se obtuvo mensajes de la abogada quien habría entregado a un tercero el 16 de septiembre de 2017 información que llegó a manos de miembros de la CAM, violando el secreto de información de la Fiscalía de Alta Complejidad de la Araucanía."
Según la querella, para Arroyo estas informaciones -que serían falsas- se habrían inventado "con el ánimo de perjudicar su carrera.". Y agrega que todo se trataría de un montaje de pruebas por parte de policías de Inteligencia quizás con el fin de sacarlo de la investigación, debido a que no ha accedido «a utilizar herramientas fuera de la ley para obtener éxitos en investigaciones de la zona sobre violencia rural." lo que «aparentemente no habría sido del agrado de mas de alguna persona».
La inteligencia de Carabineros habría acusado que Arroyo no realizó acción alguna contra la abogada por mantener una situación sentimental con ella, lo que habría sido comprobado a través de la mensajería de WhatsApp. Es en este contexto, que desde la Fiscalía se pone en duda la veracidad de las pruebas de la Operación Huracán -operación de inteligencia policial que terminó con 8 comuneros mapuche detenidos por su supuesta participación en atentados incendiarios-.
La Tercera revela que "Al interior del Ministerio Público se señala que este enfrentamiento con Carabineros ha hecho dudar de la prueba incorporada contra los comuneros con que se los dejó en prisión preventiva tras sus detenciones el año pasado y, por lo mismo, no se ha vuelto a requerir órdenes de detención contra Llaitul y los demás, hasta aclarar la situación que se le atribuye a Carabineros."
En la querella el Fiscal señala «Claramente, los autores intelectuales de esta burda historia ni siquiera tuvieron la diligencia de averiguar si me encontraba o no en mi lugar de trabajo, antes de inventar los mensajes» aludiendo a que Carabineros lo acusa de haberse reunido con su asistente en un periodo en que se encontraba fuera del país.
Arroyo acusa además, que miembros de la DIPOLCAR accedieron también, de manera ilegal al Facebook de su esposa, sacando fotografías familiares que solo ella reservaba.
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