Contagiado por Covid-19 tras falta de probidad de Gendarmería, trabas en el acceso a salud con pertenencia cultural y otros escenarios tuvo que sortear Gastón Quezada durante los cinco meses que estuvo con prisión preventiva y tras los que Fiscalía no fue capaz de presentar prueba alguna que vinculase al comunero con el incendio del municipio de Villarrica, el pasado 8 de febrero.
Por Juan Contreras Jara
Durante esta jornada se realizó la audiencia de revisión de medida cautelar de Quezada Collinao, donde el Juzgado de Garantía de Villarrica revocó la prisión preventiva que pesaba en su contra y la cambió a arresto domiciliario total.
El trabajador de la construcción y joven punk de 26 años de edad perteneciente al Lof Tralahuapi de Panguipulli, debería dejar la cárcel de Villarrica en las próximas horas.
Karina Riquelme, su abogada defensora, comentó que "el juzgado revocó la prisión preventiva, básicamente porque a estos 5 meses, no existía ningún antecedente que pudiera acreditar la participación de Gastón en la Municipalidad de Villarrica".
La defensa de Gastón, su familia y comunidad han enfatizado desde el primer minuto en su inocencia, situación que según la abogada se sustenta, por ejemplo, en que "por los videos recabados por el mismo Ministerio Publico, que establecían que no podía haber sido Gastón el autor del incendio porque él fue designado en el frontis de la Municipalidad de Villarrica por más de 10 minutos, que fue exactamente el mismo tiempo en el que se inició al costado de la municipalidad el incendio".
En esta línea, Riquelme agregó que "básicamente porque los antecedentes que están en la carpeta de investigación, no han aportado absolutamente nada que le impute a él alguna participación, sino todo lo contrario. Había antecedentes que decían que no habían pruebas respecto de su participación directa en el incendio".
Es por estos motivos que el tribunal decidió revocar la prisión preventiva en contra del comunero mapuche. Su caso, desde su inicio, engrosó la lista de situaciones en las que el Estado chileno y su aparato judicial han optado inmediatamente por una medida que implica la prisión, contradiciendo las instrucciones mandatadas por el Convenio 169 de la OIT, ratificado por Chile hace ya 13 años.
El documento expresa en su artículo 9 que "cuando se impongan sanciones penales previstas por la legislación general a miembros de dichos pueblos deberán tenerse en cuenta sus características económicas, sociales y culturales. Acotando que "deberá darse la preferencia a tipos de sanción distintos del encarcelamiento".
El 1 de julio de discutirá en audiencia, la continuidad de la investigación que pesa sobre Gastón Quezada Collinao. Riquelme hizo hincapié en que "pediremos el cierre de la investigación".
El caso de Gastón y su condena mediática
El pasado lunes 8 de febrero, tres días después del flagrante homicidio cometido por Carabineros en Panguipulli contra el malabarista Francisco Martínez, manifestantes marcharon por Villarrica y encendieron barricadas en cercanías de su municipio. Durante la misma jornada se produjo el incendio de una parte de dicho edificio (Dideco y Dirección de Vivienda).
A través de una acción policial que tardó escasos minutos, fue detenido y sindicado inmediatamente como responsable del incendio -tanto por Carabineros como por algunos medios de comunicación- Gastón Quezada Collinao, comunero mapuche, trabajador de la construcción y joven de estética punk que se encontraba de vacaciones con su hijo en Villarrica.
Desde la familia del joven acusaron condena mediática en su contra, por ejemplo a través de la información otorgada tras su detención, por el mayor de Carabineros Alfonso Verdugo a medios como TVN y Canal 13. En estas declaraciones el funcionario aseguró que el joven reside en Viña del Mar y que tiene un nutrido prontuario «por maltrato a Carabineros, por robo y otros delitos».
Otro ejemplo fue lo ocurrido tras la detención de Quezada Collinao en su exposición pública al interior de la comisaría de Villarrica, mientras el funcionario de Carabineros comunicaba en vivo y en directo que ya habían detenido al autor del incendio del municipio villarricense.
En esta línea la familia del joven punk recalcó que «a él lo expusieron como chivo expiatorio. Sin mediar nada, con nombre y apellido, sin ninguna precaución de identidad, como lo han hecho con otras personas que sí cometieron delitos».