Pese a que son retiros voluntarios -modalidad que permite que los funcionarios se vayan con sus pensiones íntegras acorde al grado-, el grito en el cielo resonó en la Derecha ante el aumento en la deserción de la cuestionada institución policial, exigiendo fomentar nuevos planes pese a que se encuentra en curso una reforma impulsada por el mismo sector.

Por J. Arroyo Olea

Una nueva noticia remece a la institución policial de Carabineros de Chile, referida en esta oportunidad al retiro de agentes de sus filas. Acorde a lo informado por El Mostrador en casi dos años han salido de la institución alrededor de 1.300 carabineros y, aún más específico, 597 suboficiales recurrieron al retiro voluntario entre enero y julio de este año, siendo superior a la cifra de 478 efectivos que optaron por la misma decisión -en el mismo periodo de tiempo- el año pasado.

Desde que inició este año 703 carabineros, entre oficiales y suboficiales, se han retirado de la cuestionada institución policial, siendo que el año pasado, en el mismo periodo, se retiraron cerca de 560.

Esto se suma a otros antecedentes, tales como que en 2021 RESUMEN ya había publicado la disminución de un 46% de postulaciones en los últimos dos años a la Escuela de Oficiales, mientras que La Tercera señaló que las postulaciones a la Escuela de Formación policial habían caído en un 86%.

Así los hechos, el grito en el cielo no se hizo esperar, incluyendo a policías que optaron por el retiro voluntario y que se irían con su pensión completa dependiendo de su grado apelando a, entre otras cosas, el desgaste que estarían provocando los reforzamientos de la presencia policial en las calles.

En este sentido, como caja de resonancia, la Derecha salió directamente a plantear la importancia de establecer planes que permitan «fomentar la permanencia» en la institución. Los diputados de la UDI Moreira y Alessandri apuntaron al «nulo respaldo político que este gobierno le ha entregado a Carabineros» y optaron por querer instalar, nuevamente, el miedo de la nueva Constitución que se votará en plebiscito este próximo 4 de septiembre, apuntando a que este también sería un factor de deserción.

En este contexto es que el salvavidas del «plan que permita fomentar la permanencia de los funcionarios en la institución» se da, incluso, en el marco de un proceso de reforma que se impulsó desde el segundo gobierno encabezado por la misma derecha, en el cual se apunta a una serie de modificaciones en Carabineros hasta 2027, pero que desde su génesis ha sido cuestionado por su abordaje respecto a las policías, buscando oxigenar a una institución que cuenta con problemas estructurales cuya resolución no pasa por cambios superficiales.

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Fotografía principal: Esteban Paredes