Desde el jueves 21 de diciembre, todo el transporte público de la ciudad occitana de Montpellier, al Sur del estado francés, es gratuito con el propósito de fomentar su uso y disminuir el tráfico de vehículos que generan contaminación y tacos, perjudicando la calidad de vida de sus habitantes.
Montepllier es una ciudad de más de 500 mil habitantes, ubicada a orillas del mediterráneo entre Barcelona y Marsella. La medida rige desde el pasado jueves 21 de diciembre, conviertiéndose en una más de la urbes europeas en adoptarla. Ya en el año 2013 la ciudad de Tallín, capital de la república báltica de Estonia, con cerca de 445 mil habitantes, comenzó a aplicar esta medida que luego se ha extendido a ciudades de diversos países europeos.
En Francia ya son 40 ciudades que implementan esta medida, siendo Montpellier la más poblada en aplicarla, pudiendo constituir un ejemplo para urbes medianas y grandes.
La gratuidad de los transportes es parte del compromiso europeo, del "Green New Deal" (Nuevo Pacto Verde) de compromiso con el clima, pero también mejora las condiciones económicas de los sectores populares, al convertir el transporte en un derecho público, universal, gratuito y de calidad. La factura anual total de transporte urbano para una pareja con dos hijos se elevaba a 1.472 euros en Francia, el equivalente a 1 millón 433 mil pesos chilenos, prácticamente 120 mil pesos mensuales.
La iniciativa en Montpellier se fue adoptando de forma gradual, el 2020 se desplegó los fines de semana para todos los habitantes y en 2021 se amplió a toda la semana para los menores de 18 años y los mayores de 65. Antes de iniciar la transición hacia la gratuidad, en Montpellier, los habitantes que hacían uso del transporte público eran 86.000 y antes de entrar en vigor la gratuidad total, la cifra de usuarios del transporte público se había elevado a 260.000.
Para compensar la pérdida de ingresos, la municipalidad creo un impuesto para las empresas de más de 11 asalariados.
El transporte seguirá siendo de pago para las personas de fuera de fuera de la ciudad, ya que los habitantes de montpellier tienen una tarjeta y una aplicación en sus celulares para acceder gratuitamente.
Países como Luxemburgo y Malta, ya adoptaron este modelo por completo, regiones del Estado español como Las Islas Baleares (Mallorca, Menorca e Ibiza) también adoptaron este modelo, ciudades como Avesta, Hallstahammar, Kiruna (Suecia) o Velchatów, Gostyń, Olkusz, Ostrołęka, Żory y Lubin (Polonia), Praga en la República Checa (pero solo cuando hay pick de contaminación), Manises, Torrevieja y Ontinyent (comunidad Valenciana, Estado español), Tenerife (Islas Canarias) Dunkerque (Francia) Hasselt, Duffel, Ingelmunster, Mons (Bélgica) Bonn, Essen, Reutlingen, Mannheim, Augsburgo, Lübben, Templin, Kelheim y Herrenberg (Alemania).
Latinoamerica parece seguir un modelo totalmente contrario: al crecimiento desordenado de las ciudades, se suma un transporte público cada vez mas ineficiente y caro como el caso chileno. En Argentina, el gobierno de Milei acaba de anunciar el fin de los subsidios al transporte público provocando un aumento significativo de su valor y el aumento del uso de los automóviles. Tal vez, la única excepción en la región se da en alguna ciudades de Brasil donde el transporte público también es gratuito o al menos en forma parcial, este es el caso de ciudades como: Agudos, Potirendaba, Paulinia (São Paulo); Ivaiporã y Pitanga (Paraná); Maricá, Silva Jardim y Porto Real (Río de Janeiro); Muzambinho, Monte Carmelo (Minas Gerais).