Fuerzas de ocupación israelíes asesinan a periodista de Al Jazeera en campo de refugiados palestino

Shireen Abu Akleh, periodista palestina de 51 años que trabajaba para la cadena Al Jazeera, estaba cubriendo una incursión de las fuerzas de ocupación sionistas en el campo de refugiados de Yenín, Palestina, cuando recibió un disparo en la cara.

Por Macarena Montes

Las incursiones de las IDF (nombre que reciben las fuerzas de ocupación del Estado de Israel) en campos de refugiados en los territorios de Cisjordania en Palestina, siguen causando víctimas fatales. Sólo en abril, se cobraron la vida de cinco personas, uno de ellos un adolescente de 14 años.

Los asesinatos se producen en el contexto de protestas de la población de las ciudades palestinas de Al-Yamun, Kafr Dan y Yenín, ocupadas por la entidad sionista, y que se han traducido en enfrentamientos callejeros.

Fue cubriendo estos hechos cuando a primera hora de la mañana de este miércoles las IDF asesinaron a la periodista  palestina de la cadena Al Jazeera, Shireen Abu Akleh, por un disparo en la cabeza.

Distintos vídeos muestran a la periodista con chaleco antibalas y con un casco con la palabra «prensa». Otro periodista, Ali Asmoadi, también herido de bala, recibió un disparo en la espalda y ha señalado a la prensa que tanto él como, otro periodista y Abu Akleh, vestían sus chalecos identificativos.

Por su parte, Giles Trendle, gerente de Al Jazeera, recordó que un edificio que alberga las oficinas de la cadena informativa y otras medios, incluida la agencia de noticias Associated Press, fue bombardeado hace menos de un año durante un asalto del Estado de Israel al territorio de la Franja de Gaza en Palestina.

"Como periodistas, seguimos adelante. Nuestra misión es continuar. No seremos silenciados a pesar de los intentos de silenciarnos", señaló, agregando que "Nuestra misión es siempre seguir informando al mundo lo que está pasando. Y eso es más importante que nunca".

En un comunicado, Al Jazeera Media Network condenó el "asesinato flagrante" que viola "las leyes y normas internacionales", y calificó la muerte de Abu Akleh como un "crimen atroz, a través del cual se pretende impedir que los medios cumplan con su mensaje".

"Responsabilizamos al gobierno israelí y a las fuerzas de ocupación por el asesinato de la difunta colega Shireen", indica la misiva, donde además piden a la comunidad internacional que responsabilice a las fuerzas de ocupación israelíes por «atacar y matar intencionalmente» a Abu Akleh.

Shatha Hanaysha, una reportera que viajaba junto a la víctima, comentó a Al Jazeera que el ejército israelí se mantuvo firme en disparar a matar". "Todos llevábamos chalecos y cascos", indicó . "Éramos cuatro periodistas en una zona expuesta. No hubo enfrentamientos ni disparos por parte de los combatientes palestinos".

Por su parte, la presidencia de la Autoridad Palestina, calificó el asesinato como un "crimen de ejecución". En un comunicado señalaron que "es parte de la política de la ocupación de atacar a los periodistas para ocultar la verdad y cometer crímenes en silencio".

Mientras, desde el Estado de Israel confirmaron una operación militaren el campo de refugiados de Yenín, pero negaron haber atacado deliberadamente a los periodistas. "El (ejército) por supuesto no apunta a los periodistas", dijo un oficial militar.

Las fuerzas de ocupación afirman que hubo enfrentamientos en la zona, lo que es negado por periodistas en el lugar. Las IDF señalan que están "investigando el evento y analizando la posibilidad de que los periodistas palestinos fueran atacados por los palestinos armados".

Mientras el primer ministro, Naftali Bennett, se sumó a los intentos por instalar esta idea, indicando que es «probable» que los disparos palestinos hayan matado al reportero de Al Jazeera. "Según la información que hemos recopilado, parece probable que los palestinos armados, que disparaban indiscriminadamente en ese momento, fueran los responsables de la desafortunada muerte del periodista", dijo Bennett en un comunicado.

En este sentido, las fuerzas israelíes allanaron la casa de Abu Akleh en el Jerusalén oriental ocupado, confiscaron banderas palestinas e impidieron que se tocaran canciones nacionalistas.

Un periodista en el lugar dijo que los dolientes lograron empujar a las fuerzas fuera de la casa, pero permanecieron estacionados en el área.

 

Ali al-Samoudi, el periodista de Al Jazeera que también recibió disparos de las fuerzas israelíes junto a Abu Akleh pero que ahora se encuentra estable, dijo que no había presencia de combatientes armados palestinos en el lugar. "Íbamos a filmar la redada del ejército israelí, y de repente nos dispararon sin pedirnos que nos fuéramos o paráramos de filmar", comentó.

"La primera bala me alcanzó a mí y la segunda bala a Shireen. La mataron a sangre fría porque son asesinos y se especializan en matar solo al pueblo palestino». "No hubo resistencia militar palestina en absoluto en la escena", agregó.

 

Nuevas condenas internacionales al Estado de Israel: Palabras al viento

La organización pro Estados Unidos, Human Rights Watch, indicó que el asesinato de Abu Akleh no es un «evento único». Omar Shakir, director para el Estado de Israel y para Palestina, indicó a Al Jazeera que "Sabemos que las fuerzas israelíes han usado sistemáticamente fuerza excesiva". "Este es un evento que debe entenderse en el contexto de esta práctica sistémica y los asesinatos de muchos otros periodistas palestinos".

"Esa es la evaluación a la que han llegado las organizaciones de derechos humanos, incluida la principal organización de derechos humanos de Israel, B’Tselem", dijo. "Cuando se reportan noticias de crímenes, las fuerzas israelíes regularmente dicen que investigarán. La realidad es que no hay rendición de cuentas por ese tipo de abusos cuando se trata de acciones de las autoridades israelíes".

Asimismo, desde Amnistía Internacional pidieron el fin de los «asesinatos ilegales» de Israel y otros crímenes de apartheid contra los palestinos.

"El asesinato de la veterana periodista Shireen Abu Akleh es un sangriento recordatorio del mortífero sistema en el que Israel encierra a los palestinos", ha dicho Saleh Higazi, director adjunto de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

Los palestinos han resultado muertos o heridos como resultado del uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas israelíes al controlar las protestas o realizar redadas de búsqueda y arresto, continuó la declaración, en casos que equivalen a ejecuciones extrajudiciales, un crimen según el derecho internacional.

Por su parte, desde la Federación Internacional de Periodistas anunciaron que presentarán el caso ante la Corte Penal Internacional (CPI). Anthony Bellanger, secretario de la organización, dijo que el asesinato de Abu Akleh es un "ataque sistemático deliberado contra un periodista".

"Una vez más, los francotiradores israelíes atacaron a los periodistas, que vestían chalecos de prensa, claramente identificados", dijo en un comunicado. "Buscaremos agregar este caso a la demanda de la CPI presentada por la FIP, detallando tal focalización sistemática".

 

Shireen Abu Akleh: Una voz contra los crímenes de lesa humanidad contra la población palestina

La parlamentaria palestina, Khalida Jarrar, comentó que Abu Akleh era la voz de los palestinos y que fue asesinada por "la monstruosidad del colonialismo y la ocupación israelíes".

"Shireen siempre fue mi voz desde las celdas de la prisión", dijo, y agregó que un mes después de su última detención por parte de Israel, Shireen fue la primera persona que vio en sus audiencias judiciales.

"Shireen era nuestra voz. Es increíble. Es un delito, todo está claro: focalización intencional y directa. Ella fue atacada.»

Abu Akleh, era una experimentada corresponsal de televisión que se convirtió en un nombre familiar en todo el mundo árabe por su audaz cobertura de la ocupación sionista en Palestina.

Amigos y colegas la describieron como una periodista valiente y amable con una "risa contagiosa" que dio voz a las luchas de los palestinos durante una carrera que abarcó casi tres décadas.

El asesinato de Shireen Abu Akleh marca un nuevo episodio de crímenes de lesa humanidad del Estado de Israel y un atentado a libertad de información, uno de los elementos que supuestamente más defienden las democracias liberales.

Sin embargo, como suele ocurrir, las condenas sólo quedarán en palabras y declaraciones, pero sin ningún tipo de sanción concreta contra la entidad ocupante.

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