No conformes con haber entrado violentamente a la casa de la adulta mayor, sus familiares acusaron que los funcionarios de la PDI le gritaban para calmarla durante el operativo. Desde la institución no instruyeron ningún sumario interno y argumentaron escuetamente que el procedimiento se había ajustado a derecho.
Por Juan Contreras Jara
Por «error», al menos diez funcionarios de la PDI ingresaron a la casa de una anciana de 78 años en Viña del Mar, buscando a un sujeto imputado por distintos delitos, pero que nada tenía que ver con la adulta mayor que terminó en shock debido a la violencia del allanamiento, según informó CNNChile.
Tras el allanamiento a su vivienda, la adulta mayor presento diferentes traumas que mermaron su salud y pese a su descompensación, los funcionarios de la PDI no la trasladaron hasta un centro asistencial, ni llamaron a una ambulancia, si no que fueron ellos mismos los que le entregaron supuestos primeros auxilios.
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Familiares de la afectada comentaron que el personal de la PDI no les dejaba ingresar a ver a su abuela y que al momento de poder entrar al domicilio, la encontraron, «descompensada, no podía respirar, le subió la presión». Hay que agregar que una vez dentro y lejos de toda lógica, los policías intentaron calmar a la anciana en shock mediante gritos. Uno de sus nietos enfatizó en que, «no se puede estar tratando de calmar a una persona a gritos, esas no son las formas".
La responsabilidad por este grave error, que podría haberle costado la vida a la mujer de 78 años de edad, aún no es asumida ni por la PDI ni por el Juzgado de Garantía de Valparaíso, tribunal que habría autorizado el procedimiento. Según informó CNNChile, desde la Policía de Investigaciones y a través de un escrito, explicaron que sus acciones fueron ajustadas a derecho.
Una de las nietas de la afectada comentó que el personal policial le comunicó que, «si yo quería hacer un reclamo, que llenara un libro, igual que cuando uno va a un restorán y no le gusta algo, que yo llenara un libro de reclamos con lo que paso. Esa fue la única solución que me dieron en PDI».
Luego del violento ingreso que realizó el grupo de funcionarios de la PDI, la anciana debió trasladarse a otro domicilio, debido a que el shock y el estrés del allanamiento la dejaron bajo un profundo estado de temor.