El premio nacional de historia Gabriel Salazar contextualiza la nacionalización del cobre y analiza el actual momento de la relación entre Estado y capital en Chile. En entrevista con Resumen, da perspectiva histórica al proceso que recuperó la principal riqueza natural del país.
¿Cuál es el valor histórico de ese hecho que fue la nacionalización del cobre?
Indudablemente tuvo que ver con que Chile es un país de enormes recursos naturales y ciertamente, en la medida que no ha desarrollado un sector industrial moderno y competitivo, ha tenido que trabajar siempre sus recursos naturales para la exportación. El hecho de que se hubiera nacionalizado el cobre significó que el principal recurso natural pasara a control estatal de los chilenos y en esa medida, toda la ganancia que pudiera entregar el cobre, los excedentes que generara, pudieran ser manejados por el Estado para su inversión y producir el desarrollo que el país necesitaba en esos años. Eso a diferencia del salitre, que fue conquistado por el ejército de los rotos tras ganar la guerra, pero se permitió que los extranjeros controlaran la explotación, casi totalmente, de la comercialización mundial del salitre, mientras los chilenos sólo tenían una participación minoritaria en las sociedades anónimas a través de la compra de acciones en la bolsa de comercio, que fue una fracción menor y que se manejó desde Santiago especulativamente.
Chile no se industrializó como debía, y justamente en la política de industrialización que desarrollaron los gobiernos de centroizquierda a partir de 1938, del gobierno de Pedro Aguirre Cerda hasta el gobierno de Allende, que se enfatizó fundamentalmente en las fábricas que producían bienes de consumo, vale decir, muebles, telas, tejidos, que el público consumía directamente. Pero no enfatizó, en cambio, ni promovió el desarrollo de las fábricas que producían maquinaria, herramientas, tecnología, bienes de capital. Al no desarrollarse esta área, que es fundamental para que un país se desarrolle orgánicamente, se debió importar la maquinaria y para ello se requerían dólares y la única posibilidad de comprar maquinaria en Chile después de la segunda guerra era en Estados Unidos, porque Europa, que durante mucho tiempo había provisto a Chile de maquinaria, estaba destruída por la guerra.
Allende planteó la nacionalización del cobre en términos tales que no le iba a pagar a Estados Unidos una chaucha por las empresas que se iban a nacionalizar, a pretexto de que estas compañías, la Anaconda copper company, la Kennecott copper company y la Braden copper company habían estado ganando durante casi medio siglo, una ganancia exhorbitante, más allá de lo que pudo haber sido la utilidad lógica y razonable. Allende les dijo, bueno ustedes ganaron demasiado, por tanto ahora la nacionalización es sin indemnización. Eso provocó en Estados Unidos una reacción que todos conocemos, del presidente Richard Nixon y su secretario de Estado, Henry Kissinger, que iniciaron entonces, el bloqueo a Chile y no le dieron préstamos, no le vendieron maquinaria y cerraron toda negociación con el gobierno de Allende. Por esa razón Chile no pudo vender su cobre a Estados Unidos como hubiese querido, no pudo comprar maquinaria y por eso el gobierno de Allende tuvo que enfrentar una inflación galopante, terrible, que llegó al año 73 a ser el 300% anual, una inflación ya absolutamente desequilibrante. Ahí está la importancia de esta medida de nacionalización, formaba parte de un plan de desarrollo del país para financiar la importación de maquinaria, lo que se fue al tacho.
¿Cuál fue la repercusión social en su momento, desde el punto de vista político?
Bueno no hay duda que esta medida, la nacionalización total del cobre chileno y la constitución de una gran empresa nacional como fue posteriormente Codelco, satisfacía políticamente las expectativas de los sectores populares, pero la medida no resultó, porque no se pudo importar maquinaria, Estados Unidos se cerró y comenzó su intervención, que iba a terminar en el golpe de Estado, no vendió maquinaria, no prestó dinero y no compró las partidas de cobre que Chile necesitaba. Además, el precio del cobre bajó por lo mismo, enormemente.
El precio del cobre en la época de Allende ha sido el más bajo casi de su historia, alrededor de 70 centavos de dolar la libra. Hoy día está a 4 dólares y tanto la libra, o sea es casi cinco o seis veces más que en esa época y más incluso. Por eso que la nacionalización no produjo el impacto desarrollista que se esperaba y como no se importó maquinaria y por otro lado se habían aumentado los salarios, aumentó la demanda, no aumentó la producción y estalló la inflación y con la inflación, todo el mundo tenía que hacer huelga, para nivelar el salario con los precios y de ahí la enorme agitación huelgística que afectó al gobierno de Salvador Allende, que no eran huelgas contra su gobierno, pero que eran huelgas inevitables considerando la inflación que estábamos viviendo, por eso que el beneficio para los sectores populares fue mínimo. Incluso, como no había maquinaria, a muchas fábricas, se les estropeaban las máquinas y por eso los trabajadores tuvieron que tomarse las fábricas y ellos mismos tratar de inventar repuestos para hacer andar la maquinaria de nuevo, porque si no, se paraba la producción industrial, la inflación se disparaba ya a niveles increíbles, infinitesimales. En definitiva el beneficio para los trabajadores fue poco.
Allende cumplió, dijo nacionalizar el cobre, lo nacionalizó, todos quedamos contentos, pero hay que decirlo tal como fue, esa medida, con lo espectacular que fue, con lo valiente que fue, no produjo el desarrollo que se esperaba.
Con posterioridad al golpe militar se instaura un nuevo modelo, usted se refería a que con el proceso de Allende, con la nacionalización del cobre se venía a profundizar algo que venía desde gobiernos de centroizquierda, en dictadura la propiedad o el control sobre los recursos naturales ya no interesa, o sea, se privatiza todo y eso genera una nueva realidad social, me gustaría que nos explicara esa nueva realidad de todo privatizado, todo en manos extranjeras.
Hay que tomar en cuenta que, más o menos en paralelo con lo que ocurrió en Chile con el golpe de Estado, en el mundo se vivió una gran crisis, una crisis capitalista, una crisis económica mundial y ocurrió entre los años 80 y 82, cuando ya está instalada en Chile la dictadura. Y esa crisis de la cual se habla poco, significó el fin de la hegemonía del capitalismo industrial dentro del capitalismo, porque el industrialismo se metió en un callejón de desarrollo espectacular, pero que al mismo tiempo generó una inflación de costo espectacular, que se exhacerbó cuando estalla la guerra fría.
Resultado de eso fue que el capitalismo mundial decidió cambiar a partir del año 82, dirigido por el Fondo Monetario Internacional y lo que fue instalando en el mundo, ahora fue un capitalismo ya no centrado en la industria, sino centrado en la circulación del capital financiero y este último se vio favorecido por la revolución cibernética, todo esto de la computación, la comunicación inalámbrica, etcétera, que es el nuevo capitalismo, un capitalismo que no está centrado en el fierro, en el acero, en la industria, está centrado en fluidos inmateriales, en lo que hacen las comunicaciones inalámbricas. Esto lo instala el modelo neoliberal, porque el capital financiero necesita circular, circular, circular, si vio un lugar apropiado, baja y se invierte, si ve que la cosa se complica, levanta vuelo y se va.
El neoliberalismo consiste en crear un mercado mundial abierto para que el capital financiero circule sin problemas, eso significa abrir las economías al mercado mundial, reducir los costos de las políticas sociales del Estado, reducir la planta burocrática del Estado, desindustrializar los países y dejar que el capital financiero se invierta donde quiera, como quiera y sobre esa base se produce el desarrollo, esa fue la apuesta de Pinochet.
Pinochet adaptó el país y lo dejó como una pista de aterrizaje para que aquí aterrizara el capital financiero y generara el desarrollo. Ya no sería un desarollo con capitales nacionales, es un desarrollo que el capital multinacional realiza, o sea, el capital financiero que circula. Ese es el modelo que Pinochet quiso instalar pero no pudo, porque para que el capital financiero llegue a un país, ese país tiene que estar en orden, eso quiere decir, que hay una ley y el pueblo respete la ley, es decir, gobernabilidad.
Si Pinochet aseguraba la gobernabilidad de la sociedad chilena, el capital financiero llegaba, pero no la aseguró porque tuvo 22 jornadas de protesta en contra entre el 83 y el 87, hasta lo intentaron matar, lo que significó que el pueblo chileno no fue disciplinado por Pinochet, por eso el capital financiero no llegó con Pinochet. Para que llegara, la única posibilidad que tenía para que hubiera gobernabilidad en Chile y la sociedad quedara tranquila, Pinochet tenía que irse, por eso negoció su salida y por eso la concertación aceptó la negociación, porque si se iba Pinochet, ella gobernaba y la concertación le prometía al capital internacional: yo mantendré gobernabilidad en Chile porque somos demócratas. Y eso es lo que pasó. La concertación recibió la herencia que le dejó Pinochet, la administró en la misma lógica neoliberal y por eso es que hemos estado todo este tiempo, sujetos a la globalización que es lo que manda aquí. Porque no es el nacionalismo, es la globalización y ésta no es otra que una gran pista de aterrizaje para el capital financiero, de ahí que el capital financiero en Chile controla las nuevas minas de cobre y le han salido al camino a Codelco.
En este momento las mineras privadas están produciendo más cobre que Codelco, de ahí que este capital financiero internacional es dueño de todas las AFP de este país, o sea de todo el capital constituido con las cotizaciones de los trabajadores, las sanitarias, la energía, la hidroeléctrica, toda: Endesa, extranjero, etcétera, o sea, el capital financiero se ha posesionado de Chile, esa es la verdad, las únicas empresas propiamente nacionales de importancia, que tienen una cierta significación es Codelco y Enap, no quedan más, porque las últimas sanitarias Piñera ya anunció que las quiere vender de todas maneras y una empresa también Edelnor, que es productora de electricidad y que está dependiendo de Codelco, que también quieren venderla, entonces el capital financiero se ha posesionado de Chile y no estamos haciendo nada, durante la época de Allende, el capital extranjero controlaba como el 12% de la economía chilena, hoy día controlan más del 80% y en esa época hablábamos de imperialismo y ahora nada, entonces en ese sentido la concertación ha hecho un trabajito siniestro, que es conseguir que este modelo neoliberal, que ha desnacionalizado la economía en gran medida se haya mantenido, so pretexto que es democracia y ha legitimado un modelo que nació ilegítimo.
Usted decía que lo que hoy día llamamos globalización, antes lo llamábamos capitalismo, tal vez antes lo llamábamos colonialismo, tal vez el proceso de industrialización, de atisbos de nacionalizar cosas, fue un pequeño paréntesis que ni siquiera logró concluir.
Es que hay diferencias entre imperialismo, colonialismo y globalización, el colonialismo y el imperialismo eran, de alguna manera, la dominación de un país sobre otros. El imperialismo era yanqui, tenía apellido o el imperialismo ruso y en el siglo XIX imperialismo inglés, es una nación que se impone a otra económica o políticamente, con ocupación o no de territorio; el colonialismo tiene que ver con la subordinación de ciertas economías a estos imperios nacionales, por eso el imperialismo tiene la connotación nacional, es una nación la que lo ejerce y son naciones las dominadas, las colonizadas.
La globalización es distinta, el capital financiero no es sólo norteamericano, es transnacional. Sobre todo porque el 70% del capital financiero que hoy día domina el mundo está compuesto por fondos de pensión, por tanto son fondos constituidos por las cotizaciones de los trabajadores y los empleados, no hay un capitalista determinado, son los trabajadores los dueños del capital financiero, sólo que este capital financiero lo administran privados, pero la propiedad es de los trabajadores, el 70% del capital financiero es de los trabajadores del mundo, por tanto no es nacional tampoco, es transnacional y segundo, el 30% restante son fondos, que se llaman soberanos, que son los excedentes económicos de los Estados y estos los van depositando en la banca internacional como reserva, son fondos de la nación, por tanto de todos los ciudadanos.
Por eso el capital financiero no sólo no tiene una nación madre, sino que tampoco tiene dueños, que podamos decir sea burguesía. Por eso es complicadísimo el panorama, la globalización es la adaptación de las estructuras comerciales del mundo, en el sentido de bajar los aranceles para que este capital circule con entera libertad y donde baja y se invierte, es donde las empresas que examinan los mercados le dicen, mire en ese país conviene, que son las consultoras, las clasificadoras de riesgo, por eso es que no podemos hablar lisa y llanamente de imperialismo. Ese es el problema, en Chile en este momento los capitales norteamericanos son los que menos están operando, hay capitales canadienses, australianos, israelíes, sudafricanos, árabes, entonces qué imperialismo es este, son conceptos que hay que revisarlos, porque no es lo mismo que en los años cincuenta y sesenta.
La nacionalización del cobre: un parto nacional
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