El impacto del gato doméstico (Felis catus) en la biodiversidad de aves y pequeños mamíferos es un problema conocido hace décadas. La situación es particularmente crítica en las islas, en territorios con alto endemismo (con especies que no se encuentran en otro lugar) y en zonas con alto crecimiento urbano. Expertos recomiendan evitar que estos animales domésticos realicen cacerías de animales silvestres, manteniéndoles dentro de los hogares el mayor tiempo posible. Asimismo se requieren cuidados especiales, alimentación balanceada y enriquecimiento de su ambiente al interior de los hogares.

Por: Alberto San Martín

La semana pasada la Academia Polaca de Ciencias concluyó que los gatos domésticos representan una amenaza para las aves y otros animales salvajes: «Existe una clara evidencia científica de la influencia negativa del gato doméstico en la biodiversidad autóctona. Una opinión formulada por el equipo de especies exóticas invasoras como parte de las actividades de la Comisión Europea».

Cabe recordar que gato doméstico está incluido en la lista de las cien especies exóticas invasoras más dañinas del mundo,​ por la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza)

El gato es en esencia depredador, que caza para sobrevivir. Fue domesticado hace aproximadamente 10 mil años por los egipcios y al día de hoy se ha extendido por todo el mundo aumentando su población de manera considerable.

Los gatos no pueden sintetizar el aminoácido escencial taurina, por lo cual lo obtienen a través de la dieta. Este aminoácido se encuentra únicamente en tejidos animales, especialmente en las vísceras.

Según Jorge Schondube, investigador del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México su población en mundo hoy se estima en 1.200 millones, lo que constituye una amenaza para la biodiversidad, especialmente de aves. Cabe señalar que en caso de México llevaron a la extinción a aves como el petrel de Guadalupe y la paloma del Socorro constató un artículo de la Gaceta UNAM

En el citado artículo, el doctor Schondube apunta a que la humanidad tiene una deuda histórica con los gatos, debido a su rol como guardianes de nuestra comida y de ciertas plagas. Actualmente señala, debemos protegerles de los peligros del mundo, y a la vez al mundo de los peligros de los gatos.

Cabe señalar que ante esta problemática, varios países han puesto restricciones a la cría de gatos, o algunos como Australia han alentado abiertamente su caza para controlar su población, luego que se determinara su papel en la extinción de especies de reptiles, mamíferos y aves. En Australia se responsabiliza a los gatos de ayudar a exterminar 28 especies de marsupiales.

En 2021 Australia anunció una polémica medida para reducir la población de gatos. El medio The Guardian reveló que se sacrificaron unos 844 mil gatos entre 2015 y 2018. La situación es aún más crítica en la isla de Tasmania

Según Peter Marra, quien lidera Centro de Aves Migratorias del Instituto Smithsoniano en los Estados Unidos, los gatos domésticos son responsables de al menos 63 extinciones de especies a nivel global.

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Cabe recordar que los gatos pueden vivir en promedio 10 años y pueden reproducirse varias veces al año. Además los ejemplares que se asilvestran son muy dificiles de capturar para los planes de esterilización, cuando los hay. Por lo tanto, la solución más práctica es evitar que salgan. Asi se evita que mueran atropellados o envenenados, y además, se evita que contraigan enfermedades.

Consultada por Resumen, la médica veterinaria Ana Pereira Cárdenas explicó que precisamente las medidas más importantes son: esterilizar y mantenerles adentro de las casas.

La veterinaria agrega que las esterilizaciones se deben realizar antes del primer celo.

Además de estas medidas, se puede enriquecer su ambiente interior con lugares para trepar o con juguetes. En donde las condiciones lo permitan, con algo de ingenio y materiales de construcción, también se pueden fabricar estructuras para evitar que deambulen.

Ejemplo de un denominado «catio» o patio para gatos. Imagen extraída de: taksidomodedovo.com

Un estudio hecho en 2020 en el Reino Unido reveló al menos 5 categorías de dueños/as de gatos con respecto a sus actitudes para cazar:

1) Cuidadores concienzudos: Se preocupan por el impacto de los gatos en la vida silvestre

2) Protectores preocupados: Se centran en la seguridad de los gatos

3) Guardianes tolerantes: No les gusta la caza de los gatos pero tienden a aceptarla.

4) Desconocedores de los impactos ambientales de los gatos: No saben el daño que causan estos felinos en aves y pequeños mamíferos.

5) Defensores de la libertad. Se oponen a cualquier restricción hacia los gatos.

Un estudio de 2021 reveló que proveer a los gatos con una buena dieta y realizar juegos reduce su conducta de depredador.

Sin embargo, en lugar de impedir la caza, estas solo son medidas que reducen su tendencia a cazar. El estudio apunta directamente a que «dueños/as de gatos podrían comprometerse más con medidas que beneficien tanto a los gatos como a la vida silvestre».

A nivel de políticas públicas, un paso importante sería promover la esterilización y la prohibición de venta. Además del establecimiento de un límite de animales por hogar, determinado por metros cuadrados mínimos en función del bienestar animal.

Asimismo, se requiere avanzar en un cambio de paradigma en torno a la mercantilizacion de los animales, apuntando hacia el fin del negocio de las mascotas para entretención humana.