La masacre de la población palestina de la Franja de Gaza ha tenido una gran repercusión a nivel internacional, sin que ninguna de las multitudinarias manifestaciones desarrolladas a nivel mundial, ni las protestas de gobiernos y organismos internacional hayan detenido los crímenes de guerra más aberrantes desde la Segunda Guerra Mundial.
Por Joaquín Pérez
Las milicias palestinas se enfrentan en un combate desigual a uno de los ejércitos más modernos y poderosos del mundo, el cual por lo demás es apoyado con armamentos y logística por las principales potencias mundiales de occidente. Solo el denominado eje de la resistencia ha logrado de alguna forma evitar que el genocidio en Gaza sea mayor del que es, por un lado las milicias de chiitas de Hezbola en el Sur del Líbano han abierto un frente en el norte a Israel, obligando al ejército sionista a desplazar tropas a su frontera con el Líbano, desviándolas de la Palestina ocupada, ya sea Gaza o Cisjordania.
Sin embargo, un tercer frente se le ha abierto a Israel y sus socios en los gobiernos de las potencias occidentales, y este se encuentra en Yemen, allí los rebeldes Hutíes que por años enfrentaron a Arabia Saudita, han declarado a Israel y las potencias occidentales que apoyan el genocidio en Gaza como objetivos militares, atacando embarcaciones en el Mar Rojo, impidiendo la libre navegación entre el océano Índico y el mar Mediterráneo.
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Los Hutíes han mostrado imágenes de barcos atacados y también de un barco israelí capturado, las principales navieras occidentales se han visto obligadas a desviar la tradicional ruta de Asia a Europa por el cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica, significando que ahora deben bordear todo el continente africano, agregando miles de kilómetros y semanas de traslados para las mercancías que transportan, generando todo un impacto en la economía mundial
Muchos economistas señalan que el impacto en el valor de las mercancías será mundial. Estados Unidos prepara una misión internacional, en la que pretende involucrar a varios estados europeos, para recuperar el control sobre el Mar Rojo.
Los Hutíes de Yemen han asegurado que están preparados para resistir cualquier intervención internacional y que darán combate a las fuerzas extranjeras, que sus ataques a Israel no se detendrán mientras no se detenga el exterminio d ella población civil en Gaza.
Israel, por su parte, amenaza con invadir el sur del Líbano como lo hizo con Gaza, sin embargo si ya encontró resistencia en las milicias palestinas, la resistencia de Hezbola es aún mayor, como ya se demostró en la anterior incursión israelí a el Líbano el año 2006, donde el ejercito israelí fue incapaz de derrotar a Hezbola en la primera guerra de oriente medio, donde el ejército israelí no resulto vencedor.
El Pentágono ya ha declarado en la práctica la guerra a Yemen, ha hecho pública una colación internacional para desarrollar una operación denominada "Guardián de la Prosperidad», supuestamente dedicada a "garantizar la libertad de navegación en el Mar Rojo". Por su parte, Yemén se mantiene firme y no se deja intimidar en absoluto.
Muhammad al-Bukhaiti, miembro del Consejo Político Supremo del grupo Huti "Ansar Allah" señaló en declaraciones a medios árabes: "Aunque EEUU logre movilizar al mundo entero, nuestras operaciones en el Mar Rojo no cesarán a menos que cese la masacre en Gaza. No renunciaremos a la responsabilidad de defender a los mustazafeen (oprimidos) de la Tierra".
Los rebeldes Hutíes advirtieron que disponen de armas "para hundir vuestros portaaviones y destructores", específicamente misiles balísticos antibuque Zoheir y Khalij-e-Fars con un alcance de 300 a 500 km; los mismos que han hecho mucho más por la defensa de Palestina, que las bravuconadas o declaraciones para la galería de todo la liga árabe junta.
Actualmente el puerto israelí de Eilat, en el Mar Rojo, está prácticamente cerrado, y sus ingresos cayeron un 80%. El gigante naviero taiwanés Yang-Ming Marine Transport Corporation planeó en un principio desviar su carga con destino a Israel al puerto de Ashdod. Luego cortó todo envío a cualquier destino israelí. Por su parte, el gigante naviero danés Maersk ya anunció que deja de utilizar el Mar Rojo para el transporte de mercancías.
La situación en el medio oriente se ha vuelto compleja, Estados Unidos prefiere apostar por una extensión regional del conflicto en Gaza, con la consiguiente profunda recesión mundial que llegaría como consecuencia de ello, antes que permitir un simple alto el fuego humanitario en Gaza y obligar a Israel a terminar con la masacre de población civil
Hoy todos anuncian ya un aumento de precios y un efecto inflacionario a nivel mundial, sin que aún ningún misil de los hutíes haya hundido ningún destructor ni portaviones norteamericano en el Mar Rojo.