[resumen.cl] Con ceremonias desde 1915, cada 19 de septiembre las Fuerzas Armadas ejecutaron la clásica parada militar, suspendida este año por la pandemia. Su objetivo anunciado es conmemorar a soldados «que han dado sus vidas a la protección y el bien de Chile». Sin embargo, al analizar las características de los conflictos en los cuales han participado las Fuerzas Armadas se puede ver cómo se han especializado principalmente en masacres y represión de trabajadores, pobladores y manifestantes que exigen derechos fundamentales
Las fuerzas militares chilenas en su historia moderna se han enfrentado en muy escasas oportunidades a fuerzas equiparables, como fuerzas armadas u amenazas de otro Estado. Únicamente han entrado en acción contra personas desarmadas o contra quienes tuvieron el coraje de defenderse con los medios que tenían a su alcance.
Tras los conflictos entre distintas facciones de propietarios y acabadas las guerras contra España, la Confederación Perú-Boliviana y la llamada Guerra del Pacífico contra Perú, las fuerzas militares chilenas atacaron a la población mapuche entre el Biobío y el Toltén. Como una guerra de exterminio, asimilación cultural y despojo de la tierra se ha calificado la Ocupación de la Araucanía del ejército chileno sobre el territorio mapuche.
A continuación, un breve listado de algunas de las masacres perpetradas por las Fuerzas Armadas de Chile durante el Siglo XX
Octubre de 1905: la «huelga de la carne
El alza de los impuestos a la carne proveniente de Argentina generó protestas que fueron reprimidas por el general Roberto Silva Renard dejando un saldo de más de 200 personas muertas.
El mismo Silva Renard dirigió la masacre en la Escuela Santa María de Iquique en 1907. Años más tarde sería ajusticiado.
Huelga de 1903 en Valparaíso
El 13 de mayo de 1903 se inició una huelga portuaria reclamando disminución de la jornada laboral y aumentos salariales.
Las deplorables condiciones de vida de la población condujeron a un estallido de protestas y saqueos. Tras esto, efectivos militares reprimieron a trabajadores, dejando un salgo de 50 muertes y 200 personas heridas.
Matanza de Plaza Colón de Antofagasta
En la tarde del 6 de febrero de 1906 fueron asesinados un número indeterminado de trabajadores en la Plaza Colón de Antogafasta
El crimen fue perpetrado por guardias civiles a cardo del coronel Sinfrosio Ledesma junto a un piquete de marineros de la fragata Blanco Encalada de la Armada
Los trabajadores que formaban parte del Ferrocarril Antofagasta-Bolivia solicitaban una extensión horaria del horario de colación en 30 minutos, debido a que muchos trabajadores que vivían en zonas de la periferia de la ciudad no alcanzaban a almorzar y sufrían descuentos salariales constantes
Matanza en la Escuela Santa María de Iquique
La Matanza de la Escuela Santa María que terminó con la vida de miles de mineros y sus familias que, desde las oficinas salitreras, caminaron por el desierto de Atacama para llegar al puerto de Iquique a reclamar por sus demandas. Ya en esta peregrinación habían sufrido las primeras bajas, a causa de la deshidratación y la dureza del desierto.
Desoyendo estas exigencias, la clase política y las Fuerzas Armadas, en un explícito comportamiento rastrero y servil, preparaba la masacre que, a más de un siglo, el pueblo sigue recordando. El 17 de diciembre, arribó desde Arica el crucero Blanco Encalada con militares del Regimiento de Rancagua. El 18 recaló en el puerto de la ciudad el crucero Esmeralda con tropas de Valparaíso. El 19 atracó el Zenteno, donde se transportaba el Intendente de la Provincia de Tarapacá, Carlos Eastman y el General Roberto Silva Renard. El 20, al parecer, la clase dirigente ya había definido cuándo acabaría con esta huelga, pues, como consigna Ljubetic, los cónsules de Perú, Bolivia y Argentina, acudieron a la Plaza Montt y a la Escuela Santa María a advertir a sus connacionales el riesgo que corrían al permanecer ahí, pidiéndoles infructuosamente su retiro. Ese mismo día, los trabajadores en Iquique se habían noticiado del ataque armado perpetrado por una patrulla militar contra una caravana de mineros que caminaba hacia Iquique.
El día 21 de diciembre de 1907, el Intendente decretó el Estado de Sitio, prohibiéndose la circulación de grupos de más de dos personas. Luego, también mediante el decreto de Eastman, se conminó a los obreros y a sus familias a dirigirse al hipódromo de Iquique, ante lo cual éstos se negaron, argumentando que necesitaban respuestas concretas a sus exigencias. Este fue el contexto en que Silva Renard ordenó el inicio de las descargas, masacrando a una cantidad indeterminada de trabajadores, trabajadoras y sus familias.
La masacre de San Gregorio
En 1921 en medio de cierre de salitreras, los trabajadores de la oficina San Gregorio hicieron un petitorio demandando el pago de un desahucio y pago de pasajes hacia sus lugares de origen.
El jueves 3 de febrero militares y carabineros dispararon contra los obreros pampinos reunidos. Los trabajadores se defendieron con herramientas, cartuchos de dinamita y algunas armas de fuego. 130 trabajadores murieron y algunos militares.
Al día siguiente, más efectivos militares llegaron a rematar y masacrar a los heridos, incluso aquellos que estaban recibiendo atención médica. Allí murieron casi del doble de trabajadores que el día de la represión anterior.
Masacre de Marusia
En marzo de 1925 los trabajadores se declararon en huelga exigiendo mejores salarios, jornadas laborales más cortas y mejores condiciones.
Tras estallar la huelga, los trabajadores intentaron defenderse saboteando líneas de ferrocarril para evitar la llegada de tropas. Inicialmente unos 40 soldados al mando del capitán Gilberto Troncoso llamada «la Hiena de San Gregorio» entraron disparando pese a que mujeres de la salitrera intentaron frenar su avance.
Trabajadores se defendieron con cartuchos de dinamita, organizando una contraofensiva y obligando a Troncoso a retirarse. Luego llegaron unos 300 soldados bajo el mando del coronel Pedro Schultz. Atacaron la ciudad por la noche y ametrallaron a cientos de personas, incluyendo mujeres y niños.
La cifra de víctimas permanece indeterminada, fluctuando en torno a unas 500 personas.
Matanza de La Coruña
Cerca de 2000 personas fueron asesinadas por soldados del Ejército y la Armada en la oficina salitrera de la Coruña el 5 de junio de 1925
El 3 de junio los trabajadores se tomaron la salitrera. Fueron enviados a reprimir, infantería del regimiento Carampangue y caballería del regimiento Granaderos además de marinería
Los trabajadores se defendieron con granadas hechizas y cartuchos de dinamita. Los efectivos militares bombardearon las trincheras de los trabajadores e incendiando depósitos de nitrato. Militares ametrallaron a hombres, mujeres y niños sin darles posibilidad de escapatoria. Tampoco aceptaron su rendición ni cese al fuego. Posteriormente capturaron a sobrevivientes para torturarlos
El saldo de muertes alcanzó unas 2000 personas y otras 600 fueron torturadas.
Masacre de Ránquil
En 1934, un grupo considerable de campesinos, mapuche y obreros tomaron el destino con sus propias manos y empuñando armas, generaron uno de los levantamientos armados más potentes que pueden ser rastreados en nuestra memoria.
En Lonquimay el movimiento que rápidamente se expandió a otros campesinos de la zona, así como a grupos mapuche-pewenches y obreros que trabajaban en algunos lavaderos de oro del sector y en la construcción de un túnel.
Fue así como los sublevados avanzaron liberando territorio. Los testimonios y la historiografía dan cuenta de que los insurrectos asesinaron a varios carabineros, patrones y encargados de las pulperías del sistema salarial de fichas que no sólo funcionaba en las minas del norte. A su camino iban sumando más guerrilleros a la insurrección, recolectando y repartiendo los alimentos acaparados por los explotadores y las armas que antiguamente habían servido a los terratenientes para intimidarlos. El asunto se salió a tal punto de las manos que las fuerzas policiales locales fueron totalmente rebasadas, teniendo que pedir el auxilio de cuadrillas policiales y militares que se enfrentaron en el fundo de Ránquil.
También puedes ver: Los sucesos de Ránquil en 1934. Aquella revuelta olvidada
Las cifras de muertos varían según las fuentes y las ideologías que las nutren. La mayoría de las fuentes historiográficas hablan de al menos 100 muertos, sin embargo es difícil tener claridad al respecto cuando algunos inflan y desinflan esta cifra. Este número no contempla los encarcelados o los que tuvieron que darse a la fuga entre las cimas cordilleranas tratando de pasar a territorio argentino. En cuanto a los participantes, sin tener una cifra totalmente fiable, las fuentes hablan de 400 a 1500 personas aproximadamente.
Masacre de Pampa Irigoin
El 9 de marzo de 1969, Carabineros de Puerto Montt, recibió la orden de desalojar a pobladores y pobladoras utilizando todos sus medios una toma de terrenos registrada en el sector alto de Puerto Montt, específicamente la Pampa Irigion. En este sector se había iniciado una toma de terrenos el día 4 de marzo, efectuada por, aproximadamente, 90 familias sin casa, que acogiéndose a la entonces vigente legislación de no uso de la tierra, pedían la expropiación por parte del Estado para allí edificar sus viviendas.
Eran los años del gobierno de Eduardo Frei Montalva y su Ministro del Interior era nada menos que su amigo y socio comercial Edmundo Pérez Zujovic (empresario inmobiliario). Eran los años del «Grupo Móvil» de Carabineros, antesala de las actuales «Fuerzas especiales» y sobre el gobierno democristiano ya recaía una matanza de trabajadores en El Salvador del 11 de marzo de 1966.
En la acción, cuenta la historia, participaron 200 efectivos policiales al mando del coronel Alberto Apablaza y el mayor Rolando Rodríguez. Los pobladores, incluyendo niños y ancianos, eran alrededor de 400. Las órdenes para esta masacre fueron dadas por el Gobernador de Llanquihue de ese entonces Jorge Pérez Sánchez, quien a su vez tenia instrucción del ministro del interior Edmundo Pérez Zujovic.
Matanza En Salvador
En octubre de 1965 un paro por mejoras salariales era llevado a cabo por trabajadores de Andes Cooper Mining y de la Potrerillos Railway Company, además de los compamentos de Sewell, El Salvador, Potrerillos y Chuquicamata. La huelga había sido calificada como ilegal por parte del gobierno. En noviembre se registraron los primero enfrentamientos entre trabajadores y rompehuelgas, y posteriormente con Carabineros. El gobierno declaró zona de emergencia en los departamentos de El Loa, Chañaral,Tocopilla y Rancagua, dando pie al copamiento por parte de efectivos militares.
El 11 de marzo de 1966, se ordenó un desalojo del sindicato por efectivos militares, carabineros y detectives.
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Cerca de 300 obreros se encontraban almorzando en una olla común. Un suboficial y un piquete de tropas entraron arrojando bombas lacrimógenas, generando una estampida al interior del inmueble. Los trabajadores y sus familias salieron por un sector lateral, donde eran esperados con más gases lacrimógenos. Un grupo escapó hacia dentro del estadio mientras que el otro continuó escapando hacia el sector norte del sindicato.
Este grupo recibió los primeros disparos de militares, carabineros y detectives. En el lugar fue asesinada Osvaldina Chaparro de 30 años, quien se encontraba embarazada de 3 meses, fue ametrallada por un carabinero de apellido Urra. Francisco Monárdez Monárdez, fue asesinado por estallido de cráneo causado por un disparo de grueso calibre que entró por su espalda. Mauricio Dubó Bórquez, obrero de 25 años falleció al recibir 6 disparon en el abdomen.
En el lugar además quedó una gran cantidad de heridos a bala. Mientras tanto, el teniente de carabineros Luis Hald presentó una herida leve producto de un piedrazo.
Transeúntes y asistentes al cine cercano se acercaron al oír los disparos. Los militares abrieron fuego contra la multitud por segunda vez asesinado a Manuel Contreras Castillo, obrero de 54 años, de un disparo en el cuello mientras observaba los acontecimientos. En el lugar también fue asesinada Marta Egurrola Riquelme, dueña de casa de 39 años.
En medio de la carga de los militares, un capitán resultó herido, probablemente por su propia arma al resbalar y caer. Esto descontroló a los soldados y carabineros, que continuaron disparando a mansalva.
Violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos tras el golpe de 1973 y la dictadura de Pinochet
Tras sucesivas acciones de desestabilización, económica, sabotaje y atentados terroristas coordinadas por Estados Unidos al gobierno de la Unidad Popular, la denominada Junta Militar encabezada por Merino, Pinochet, Leigh y Mendoza comenzó un régimen de terror y reestructuración económica para implantar el neoliberalismo.
Según los informes de la denominada Comisión de Verdad y Reconciliación, «Informe Rettig«, el informe de la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación, y la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura «Informe Valech» las cifras de víctimas de la dictadura de Pinochet alcanza las 31.686 personas.
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Estallido social de 2019-2020
Romario Veloz de 26 años y Kévin Gómez de 23 fueron asesinados a balazos por efectivos militares el 20 de octubre de 2019 en La Serena. Manuel Rebolledo fue atropellado por un camión de la infantería de marina que se salió de su rumbo para interceptarlo y arrollarlo.
Alex Núñez fue asesinado a golpes por carabineros el 21 de octubre en Maipú
Abel Acuña murió en Santiago el 15 de noviembre luego de que Carabineros atacara a personal de salud, impidiendo su atención médica. El 29 de enero de 2020 Carabineros atropello a Jorge Mora en las afueras del Estado Monumental
El 7 de marzo de 2020 Cristián Valdebenito fue impactado por el cartucho de una bomba lacrimógena disparada por Carabineros y murió en la Plaza Dignidad de Santiago
Los crímenes cometidos por fuerzas militares y policiales aún se mantienen en un manto de impunidad en tribunales
También puedes ver: Balance del INDH señala que a 11 meses del 18 de Octubre hay 2499 querellas y solo 28 causas formalizadas
El Instituto Nacional de Derechos Humanos publicó su balance a 11 meses del inicio del Estallido Social en el país, el 18 de octubre del 2019, e informó que hay 2499 querellas y solo 28 causas formalizadas en relación a las violaciones a los Derechos Humanos ocurridas durante el proceso social en manos de agentes del Estado.
El propósito de las Fuerzas Armadas es atacar al pueblo cuando este se defiende de las injusticias de empresarios y tiranos
Podríamos decir que ha transcurrido bastante tiempo, pero no podríamos aseverar que las condiciones de vida de la clase trabajadora y el actuar de la clase política y de las Fuerzas Armadas y de Orden ha cambiado en lo fundamental. Hoy, como hace más de un siglo, quienes fungen en cargos públicos, por designación o por votación, han articulado una nueva legislación laboral que asegura la superposición de la voluntad del empresario por sobre la de los trabajadores. Todos los abusos parecen ser materia de exámenes leguleyos y de interminables tramitaciones orientados a garantizar la impunidad y provocar la resignación en quienes los han sufrido. Por otra parte, las Fuerzas Armadas y de Orden siguen ocultando su servilismo bajo la hipócrita apoliticidad de sus acciones. Obedecen órdenes, dicen. Y, cuando no hay una mejor alternativa, reconocen «excesos». En realidad, las instituciones armadas del Estado, continúan siendo el interlocutor con el cual la clase trabajadora en general debe verse, cuando se dispone a defender alguna garantía o conquistar mejores condiciones para su vida.