[resumen.cl] A pesar de las altas expectativas de la población, el gobierno en funciones anunció esta tarde que enviará un requerimiento ante el Tribunal Constitucional (TC) para evitar el tercer retiro del 10 por ciento de los fondos de AFP, ad portas de su votación en el Senado este jueves 22 de abril.
La información fue confirmada por el ministro de la Segpres, Juan José Ossa, tras una serie de reuniones en La Moneda: «se trata de una mala política pública que perjudica las pensiones, existen otras formas de contribuir mejor a las familias de nuestro país y se trata de una iniciativa inconstitucional», señaló.
En su declaración Ossa defendió la ayuda hiperfocalizada que hasta ahora ha ofrecido La Moneda y desestimó también las advertencias respecto a un «nuevo estallido social» debido a la rabia que provocará este veto en el pueblo chileno: «Los chilenos quieren vivir en paz y esperamos que todos los líderes políticos condenen cualquier atisbo de violencia», aseguró.
La medida, que en realidad hace que sea la misma clase trabajadora quien pague con su dinero la crisis, busca suplir de alguna forma el abandono en que encuentra buena parte de la población que no accede a los hiperfocalizados bonos o no tiene la capacidad de endeudarse.
Es por ello que la medida más urgente es una Renta Básica Universal y suficiente que llegue a toda la población que está forzada a tener que exponerse su seguridad sanitaria y la de su familia ante la necesidad de tener que seguir trabajando.
Te puede interesar: Bono Clase Media Rechazado: Indignación en redes sociales por imposibilidad de postular mientras Gobierno y Congreso siguen sin considerar Renta Básica Universal
Si bien desde el Gobierno se han negado a toda costa a una política como tal, desde el Congreso hay algunas voces que ya señalan lo imperioso de una medida como ésta, lo que no pasa más allá del discurso y no se ha traducido en ningún proyecto de forma concreta.
Pese a que la evidencia internacional enfatiza en esta política para asegurar la subsistencia de la población, eliminando la necesidad de exponerse a contagios, la clase política no ha impulsado acciones estructurales que hagan llevadera esta situación.
En este sentido, para evitar, por ejemplo, un transporte público lleno de gente yendo a trabajar, deben tener la seguridad que quedándose en casa podrán sostener la vida mientras dure la cuarentena que, por cierto, será más corta si se hace realmente efectiva, pues las cuarentenas han perdido efectividad al extenderse indefinidamente, produciendo a la vez un tremendo desgaste psicológico. Así, una Renta Básica Universal, vale decir para todo el mundo, sin postular, y suficiente, con un monto no inferior a $450 mil pesos, la cifra que el mismo Estado de Chile define como la línea de la pobreza (para una familia de cuatro personas), es una medida urgente para frenar la imparable ola de muertes que nos tiene cerca ya de las 33.373 personas fallecidas según el último Informe Epidemiológico del Deis.