Casi dos horas y media duró la primera cuenta pública del presidente Boric en el Congreso Nacional de Valparaíso, donde anunció envío de proyectos para el derecho a la eutanasia, aumento de pensión básica, reparación de deuda histórica a docentes, así como aumento en equipo represivo para Carabineros, prorrogar el estado de excepción en territorios del Wallmapu y la omisión de la prisión política de la que siguen siendo víctimas manifestantes del Estallido Social.
Por Alejandro Baeza
Con poco más de 20 minutos de retraso, a eso de las 11:25 de la mañana, partió la cuenta pública 2022 en el Salón de Honor del Congreso Nacional en Valparaíso, la primera del presidente Gabriel Boric desde que asumiera su mandato el pasado 11 de marzo.
En algo más de dos horas y 20 minutos, el presidente de la república no marcó el derrotero político ni el objetivo a largo plazo de transformaciones sociales, sino que realizó una serie de anuncios en diversas materias, donde destacan el envío de un proyecto de eutanasia (muerte digna) y un reforma al sistema de jubilación para establecer en $250.000 mil pesos la pensión básica garantizada.
Asimismo, anunció un proyecto para reparar la deuda histórica de profesores y profesoras, así como la creación de una Empresa Nacional del Litio, ambas sin un plazo definido. También, comunicó el envío de proyectos de ley de reinserción juvenil que pondría fin al Sename, un plan para combatir el crimen organizado, así como el reforzamiento de material represivo para Carabineros como $4.500 millones en carros blindados y $1.000 millones en drones, elementos no utilizados para el combate al narcotráfico sino para la represión y la persecución de manifestaciones sociales así como en el Wallmapu.
Sin embargo, uno de los elementos que más llamó la atención fue la ausencia total de ninguna referencia a la prisión política de manifestantes del Estallido Social, pese a que fue una de las promesas de campaña y se reunió con familiares de las víctimas.
A la salida de la sede del Poder Legislativo, manifestantes gritaban por las libertad de las y los presos políticos de la Revuelta, así como también fue una de las consignas más importantes en las manifestaciones que se realizaban paralelas al discurso del presidente, por lo que demuestra sigue siendo una de las demandas más sentidas por la población, pese a los esfuerzos de la derecha y sus medios de comunicación por negarlo.