Desde 2018 que la chilena estaba secuestrada en un cuarto junto a su hija en Perú. El responsable de ello, su esposo y su suegro, quienes la habrían tenido sin contacto durante cuatro años. Durante el día de hoy comienzan las declaraciones del imputado Giorgio Armas y el padre del mismo.
Por Valentina Luza Carrión /resumen.cl
Viera Rivera Salazar (42) fue rescatada en Perú en la comunidad de Chiclayo, directamente desde la casa que compartía junto a Giorgio Armas, su esposo y principal sospechoso de tenerla secuestrada hace cuatro años.
Todo tras una denuncia de una vecina, quién alertó a los policías y a los agentes del área de Delitos contra la Libertad y Búsqueda de Personas Desaparecidas de la División de Investigación Criminal (Divincri) para allanar la casa y encontrarla junto a su hija de tres años. Al respecto, el acusado comentó que "eran una familia feliz" negando las acusaciones sobre el secuestro.
La fiscalía contaba con una orden de allanamiento, descerraje e incautación de bienes que había sido otorgada por el Poder Judicial, para intervenir y rescatar a Viera Rivera, quien estaba encerrada en una habitación.
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Quienes también estarían involucrados serían el suegro de Rivera y su cuñado, que según declaró ella misma, la tenían encerrada, la golpeaban y le negaban la comunicación con sus familiares en Chile.
La fiscal del caso Karen Padilla, comentó al diario Peru 21 que: "Ella no podía escapar del departamento porque este tenía rejas en las ventanas y en la puerta, que además mantenían cerrada con tres candados. Ella escribía papeles pidiendo auxilio y los lanzaba a la calle esperando que algún transeúnte los leyera"
Familiares de la víctima confirmaron que llevaban meses intentando comunicarse con ella, porque el padre de Rivera estaba complicado de salud y querían que fuera a su encuentro. Ante ello, el celular al que tenían acceso era el mismo de Armas, lo que denota un control constante sobre su esposa.
«La comida me la daban por la puerta y luego me encerraban, pues todo el día me tenían vigilada«, señaló Rivera en su denuncia.
Su hija de tres años, según se indica en los registros médicos luego del rescate, se encuentra con deficientes niveles de vitaminas, además de no saber hablar, apenas caminar y no saber sociabilizar. Viera Rivera junto a la mejor, se encuentran resguardadas mientras esperan ser trasladadas a Lima.
Durante el día de hoy lunes 23 de mayo los imputados, Giorgio Armas y su padre Julio Juan Armas Alcalde darían las primeras declaraciones ante la Fiscalía de Chiclayo. Mientras, la Cancillería del país busca que la víctima pueda viajar a Chile.