Los trabajadores de Ready Mix iniciaron una huelga el 5 de octubre, demandando mejoras en su salario y en sus condiciones laborales. Fueron 80 trabajadores de Chillán a Chiloé, que estuvieron en esta huelga, de los cuales, unos 30 estuvieron frente a la casa matriz de la empresa, a un costado de la autopista en Talcahuano.

Cuando presentaron su petitorio, la empresa les dijo que podía satisfacerlo, porque el negocio no andaba bien. Sin embargo, los trabajdores vieron como frente a sus narices, Ready Mix compró 25 camiones para elaborar hormigón, de unos 130 millones, cada uno.

Fueron 17 días en los cuales la empresa se negaba a dialogar y además obligó al personal subcontratado a asumir las funciones de los trabajadores que estaban en huelga. Esta situación fue denunciada a la Inspección del Trabajo, pero como dice Roberto Muñoz, tesorero del sindicato de Ready Mix, «la Inspección tuvo una reacción lenta». Tan lenta que «durante todos los días de la huelga, estuvieron en papeleos y protocolos y recién designaron un inspector el jueves 21 de octubre, a un día que finalizara la huelga».

El hecho que Ready Mix haya tenido, impunidad para tener rompehuelgas, le dio condiciones mucho más ventajosas para negociar, plantea Muñoz, que agrega que en esas condiciones, igual consiguieron algunos logros, como: Un contrato colectivo de 2 años, osea podrán negociar sus condiciones cada 2 años. Bonos de producción mensuales de 20 a 40 mil pesos y un reajuste salarial cada 6 meses, de acuerdo al IPC. Además mantuvieron otras garantías que la empresa quería quitarles.

Los trabajadores de Ready Mix, hacía 14 años que no recibían un aumento salarial, tampoco el pago de horas extras que facilmente llegaban a ser entre 60 y 80 horas al mes. Hoy, han comprometido a la empresa a regularizar esta situación. Todos estos logros son fruto de un gran sacrificio, bajo una legalidad que ampara el abuso patronal.

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