[resumen.cl] Las cifras entregadas por el informe elaborado por la ONG Global Witness arrojaron estadísticas alarmantes sobre el crecimiento y expansión de la represión y muertes propiciadas por empresas extractivistas y sus Estados asociados.

El estudio reveló que cada día se dificulta más la movilización contra los grandes proyectos que causan impactos socioambientales en los territorios. Mientras en 2015 las cifras alcanzaron los 185 asesinatos, a esta altura de 2017 las cifras ascienden a 98 defensores del medio ambiente.

Además, el informe indica que la represión afecta de forma más directa a comunidades indígenas. Alcanzando el 30% de las muertes que aparecen en el informe, y a las comunidades rurales en general, quienes sufren el riesgo constante de desaparecer en base a la imposición del extractivismo en sus espacios.

En síntesis, los hallazgos clave, según el informe, concluyen que:

1. La minería es la industria más sangrienta, con al menos 33 asesinatos vinculados al sector. Los asesinatos vinculados a las empresas forestales aumentaron de 15 a 23 en un año, mientras que hubo 23 asesinatos relacionados con la agroindustria.
2. Brasil se mantiene como el país más mortífero según el número de muertes (49), mientras que Nicaragua (11) es el peor lugar per cápita. Durante la última década, Honduras se mantiene como el lugar más peligroso per cápita (127 desde 2007).
3. Los homicidios registrados alcanzaron un máximo histórico en Colombia (37), ya que las áreas que previamente estaban bajo control guerrillero ahora son observadas con codicia por compañías extractivas y organizaciones paramilitares. Las comunidades desplazadas que regresan son atacadas por recuperar tierras que les fueron robadas durante el largo conflicto armado que vivió el país.
4. Los asesinatos en India se han triplicado a medida que empeora la brutalidad policial y la represión de protestas pacíficas. En 2016 se registraron 16 asesinatos, en su mayoría vinculados a proyectos mineros.
5. Proteger parques nacionales es más peligroso que nunca, con gran cantidad de guardaparques asesinados en África. En 2016 hubo 9 asesinatos confirmados de guardaparques en la República Democrática del Congo.
6. Una industria minera voraz hace que Filipinas destaque por las muertes en Asia, con 28 asesinatos registrados.

Pese a los esfuerzos de la ONG, esta cifra continúa siendo aproximada ya que muchos ataques a activistas y defensores de DD.HH. son escasamente investigados y se mantienen en la impunidad. En el caso de Chile, por ejemplo, no se consideró el caso de la muerte de Macarena Valdés, activista miembro de la coordinación Newen Tranqui, en el sector de Tranquil, comuna de Panguipulli (Valdivia, Chile). Sus familiares y cercanos denuncian que fue asesinada por sicarios y recalcan que anteriormente había recibido amenazas. La coordinación Newen Tranqui es opositora a la construcción de una central de paso a cargo de la empresa hidroeléctrica austriaca RP-Global y de la empresa eléctrica chilena SAESA.

El caso de la Negra, como conocían a Macarena, es un buen ejemplo de cómo los vicios o la inexistencia de procesos judiciales han sido impedimento para esclarecer los hechos e investigar a fondo las denuncias. Y, al mismo tiempo, de contrarrestar la rápida degradación ambiental, pérdida de biodiversidad y entornos que sustentan la soberanía alimentaria y, por consiguiente, la salud y desarrollo de las comunidades locales.

Revise el informe completo en el siguiente enlace:
DEFENDER LA TIERRA: Asesinatos de defensores/as de la tierra y el medio ambiente en 2016

*En la fotografía: Berta Cáceres, activista ambiental hondureña asesinada por oponerse a la instalación de una central hidroeléctrica.