Un nuevo informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos dejó de manifiesto una vez mas las paupérrimas e indignas condiciones de vida de la población carcelaria en Chile, poniendo especial énfasis en aspectos como la alimentación y el hacinamiento.

Por Juan Contreras Jara

Por medio de la observación de 44 centros penitenciarios del país y de entrevistas personales con mas de seiscientas personas, entre internos, internas y personal de Gendarmería, el INDH expuso serias falencias al interior de las cárceles, a través del quinto estudio de Condiciones Carcelarias en Chile.

Lapsus de entre 14 y hasta 20 horas para poder comer y tener que compartir camas o dormir en el suelo, en total hacinamiento y en plena pandemia de Covid 19, son algunas de las falencias que expuso el instituto sobre las cárceles chilenas.

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Según reportó La Tercera, el estudio del INDH, que abarcó todo 2019, reveló entre otros, indigno acceso a alimentación de las y los presos, a quienes les ha llegado comida con pelos, fecas y plumas. Sobre el mismo ítem, testimonios dan cuenta de alimentos en mal estado, fríos o faltos de higiene.

Por otra parte, el hacinamiento sigue siendo una constante al interior de la cárceles chilenas, lo que en contexto de pandemia por Covid 19, se hace mucho mas perjudicial para la salud de la población carcelaria. Penales de Santiago, por ejemplo, estarían con déficit de camas por lo que los presos deben dormir en el suelo, ya sea del baño o incluso del patio.

Otro de los temas que abordó el estudio del INDH, difundido por La Tercera, tiene que ver con los niveles de insalubridad al interior de los penales. Por ejemplo, se reportó que, 23 centros penitenciarios no cuentan con acceso permanente a servicios higiénicos. En algunos casos los internos deben defecar u orinar en tarros por el paupérrimo o nulo acceso constante de baños.

Las problemáticas en cuanto a la dignidad al interior de las cárceles chilenas se hace aún más necesario solucionar en nuestros días, donde el contexto sanitario tiene a Chile en el peor de sus escenarios y un brote de Covid al interior de una cárcel es solo cuestión de tiempo.