[resumen.cl] Vecinos y vecinas de la ocupación "Nueva Esperanza" o toma de las princesas denuncian la instalación invasiva de una muralla de cemento tipo pandereta alrededor de todo el perímetro del lugar donde viven. La ocupación "Nueva Esperanza" es un conjunto de más de 100 casas ocupadas desde 2014 para ejercer del derecho a la vivienda, en donde actualmente viven más de 300 personas.
La instalación está siendo realizada por la inmobiliaria Aconcagua, la cual compró recientemente parte de la toma de pobladores y pobladoras, específicamente todo el terreno colindante de las casas actualmente ocupadas, en un remate de la empresa Macal
Los y las habitantes del sector también han manifestado su preocupación frente a la inmobiliaria, ya que la pandereta está siendo instalada de tal forma que corta el acceso a una importante calle utilizada en la toma. La calle en cuestión es vital según los y las pobladoras para el tránsito vehicular y peatonal y para así no generar congestión y posibles accidentes en una zona con alta presencia de niños y niñas en las calles.
Además, la calle resulta importante para el paso del camión de la basura, así como en caso de emergencias de incendio para traslado de carro bomba. La acción está siendo realizada por la empresa constructora Aconcagua a través de faenas de subcontratistas. Frente a este hecho es que el 7 de noviembre los y las pobladoras interrumpieron las obras, paralizando la construcción de las panderetas que afectaban a la calle que estaba siendo intervenida.
Respecto a la legalidad de la acción de la inmobiliaria Aconcagua, los vecinos señalan que existen dudas ya que los papeles suministrados no dan total claridad sobre la verdadera propiedad de la calle en disputa. También es importante destacar que algunas de las casas ocupadas por los y las pobladoras están sobre propiedad de Aconcagua, por lo que su situación es incierta, ya que la empresa inmobiliaria les comunicó que no pueden seguir ahí indefinidamente tratando de llegar a un acuerdo o compensación.
La acción de la inmobiliaria además deja sin acceso al río a los pobladores y pobladoras, las cuales podían acceder a la ribera del río Andalién anteriormente. Por otro lado, una cancha de fútbol que había sido construida y era autogestionada por los pobladores, así como una plaza para los niños y niñas han quedado bajo propiedad de la inmobiliaria. Frente a esto la empresa se comprometió a construir una nueva plaza y cancha de fútbol para los niños y niñas, aunque hasta el momento esto no se ha concretado, ni se conocen qué duración tendrá esta obra, y qué tipo de materiales se utilizaran para concretar dichas medidas de compensación.
Los habitantes de la ocupación afirman que la inmobiliaria jamás les dijo que iban a cerrar la calle que hoy en día es utilizada por los vecinos y vecinas. Por su parte la inmobiliaria señaló que entregó los papeles y planos legales donde se argumenta que la calle debe ser cerrada. Los habitantes de la toma responden que no han sido claros y que los papeles y planos no han sido transparentados correctamente. Los vecinos señalan que representantes de la inmobiliaria no han accedido en ningún momento a visitar la toma personalmente, solo han enviado a intermediarios que les han dado información incompleta, confusa y contradictoria. Señalan que en reiteradas veces que se les ha invitado para que expliquen la situación a los y las pobladoras, dejando realmente claro lo que sucede, pero por el contrario, han sido los vecinos y vecinas quienes han tenido que ir a buscar información a las dependencias de la empresa, con resultados poco satisfactorios. .