Cosme Inostroza cuenta que en séptimo básico le llamó la atención la electrólisis del agua, por medio de la cual podía separarse el oxígeno y el hidrógeno que la componen. Más tarde supo que el hidrógeno es un combustible y que, a presión líquida, puede alcanzar una gran potencia. Así es como, luego de sucesivos intentos, mediante este proceso, logró fabricar un soplete para cortar lata, hizo una aplicación para una cocinilla de camping y después para cocinas más grandes, un calefon y ampolletas con luz a gas.
«Mi intención -dice Cosme- era ayudar a los pescadores artesanales que deben gastar mucho combustible para navegar». Por eso creó un sistema mediante el cual, luego de provocar la electrólisis en el agua, una manguera que sale del recipiente que la contiene hace llegar hidrógeno al motor, aportando un nuevo combustible. El resultado es que puede ahorrarse hasta un 50% de combustible en un motor en marcha. Personalmente se lo instaló a su vehículo y funciona.
El invento ha tenido bastantes interesados de conocerlo y apropiárselo. Para Cosme es prioritario que ésto sirva a la comunidad. En un contexto de encarecimiento de los combustibles fósiles y de severo daño ambiental, ésto puede ser una útil alternativa.
La inventiva de Cosme avanza en la búsqueda de la minimización del uso de materiales en diferentes áreas. En este sentido también ha descubierto los procedimientos necesarios para fabricar jabón y biodisel a partir de aceite quemado, soda cáustica y metanol. En botellas separadas, este penquista, tiene reposando el aceite que ha recibido las dosis de estos últimos compuestos, para convertirse en productos de utilidad. En el caso del biodiésel, éste puede añadirse a motores petroleros en una proporción de 2 litros de petróleo y 8 litros de biodiésel.
En el taller de Cosme se percibe el ímpetu de un inventor, un inventor preocupado por su prójimo y por otra parte, se evidencia la displicencia de las autoridades del Estado frente a las iniciativas que tienden a disminuir el oligopolio sobre la provisión de productos demandados por la sociedad.