(Como conductor de un programa de entrevistas a veces me ha sido difícil encontrar que preguntarle a la persona que tengo al frente. Pero nunca me ha sido tan difícil como responderle las preguntas que me hace, que nos hace Iman Tarnawiecki. El mundo entero debería encontrar una respuesta. Daniel Mathews)
Nada más una pregunta ¿Por qué los niños palestinos no tienen derecho de este mundo? ¡Por qué! ¿Por qué yo he vivido toda mi vida sin derechos? ¡Por qué! Yo mando mi voz a todo el mundo. De los niños de Palestina. Digo ¡Por qué ellos no tienen derecho! ¡Por qué no pueden jugar en un parque! ¡Por qué no pueden vivir tranquilos! ¿Por qué? ¿Por qué los niños en todo el mundo pueden jugar y nuestros hijos en Palestina no pueden? Me pregunto ¿Por qué los niños de Israel juegan y viven en paz y nuestros hijos no? ¿No tenemos la misma sangre como ustedes tienen? ¡Por qué! ¿Por qué mi abuela vivió la misma historia? ¿Por qué mi madre vive la misma historia? ¿Por qué yo vivo la misma historia? ¡Por qué! ¿Vamos a estar mirando así? ¡Hasta cuando! ¡Hasta cuando todo el mundo va a estar callado! La verdad está clara. Todo el mundo la sabe.
(Luego de esas preguntas Iman nos cuenta la historia de una llave, de una simple llave, o quizá no tan simple. DM)
A mi abuela, en 1948, entraron a sacarla de su casa. Se la quitaron, le mataron a su hermano. No pudo agarrar nada. Sólo la llave de su casa. Se fue a la franja de Gaza, refugiada. Nació mi mamá, nació mi familia y la llave esta con ella. El documento de la casa está con ella. Pero no podemos ir a la casa.