Nunca una victoria ha sido tan amarga para el DUP. Junto con la pérdida de diez escaños en la Asamblea de Belfast, el colapso del UUP significa que el unionismo protestante ya no será mayoría. Por su parte Sinn Féin, antiguo brazo político del Ejercito Republicano Irlandes (IRA por sus siglas en ingles) se alza como gran vencedor de las elecciones.
Soledad Galiana / Gara
Un solo escaño separa a los 28 diputados del DUP de los 27 de Sinn Féin. La alta participación le ha pasado factura al unionismo y premiado a los partidos nacionalistas, especialmente a Sinn Féin. Tan solo 1.168 votos separan a republicanos y al partido de Arlene Foster, un mero 0.03% del voto. A ello se suma que, al no alcanzar el número de 30 diputados, el DUP pierde el veto del que disfrutaba en la Asamblea de Belfast y que ha utilizado para bloquear discusiones como la de la igualdad de matrimonio independiente de la orientación sexual.
Estas elecciones no solo dibujan un nuevo panorama político para el norte de Irlanda, sino que diseñan la pesadilla unionista: el fin de un gobierno basado en la preponderancia de una comunidad, para pasar a la necesidad de negociación y aceptación de una relación de igualdad con los nacionalistas.
La elección fue positiva para el SDLP, que ha mantenido sus doce escaños, y si bien Sinn Féin ha sido el mayor beneficiario de estas elecciones, el UUP ha sido la mayor víctima, pasando a ser la cuarta fuerza política norirlandesa. La dimisión del líder del UUP, Mike Nesbitt, no ha hecho más que complicar el futuro de la fuerza política, ya que será difícil encontrar un nuevo presidente en las diezmadas tropas de sus electos.
El futuro de Arlene Foster tampoco está claro. Se rumorea que su liderazgo está en la picota, y se anunciaba una conferencia de prensa del DUP en la tarde de ayer que finalmente no se produjo. Jeffrey Donaldson, diputado del partido en el parlamento de Londres se apresuró a asegurar que Foster seguirá dirigiendo al partido, aunque el enfado de la comunidad unionista no garantiza su continuidad.
El DUP ha acusado al UUP de ser el causante de la caída en el número de representantes unionistas al pedir a sus votantes que dieran su segunda preferencia al nacionalista SDLP en lugar de asegurar la permanencia dentro del ala política unionista. Resulta evidente que el DUP no es atractivo para el unionismo más moderado, que prefiere al centrista SDLP o al partido de la Alianza al unionismo rancio que representa el partido de Foster.
Sinn Féin y DUP cuentan ahora con tres semanas para establecer el gobierno, que de acuerdo con el Acuerdo de Viernes Santo debe contar con representantes de las dos comunidades, nacionalista y unionista. Si las formaciones no consiguen alcanzar un acuerdo dentro de ese plazo, la ley reclama una nueva elección o, como alternativa, la suspensión de las instituciones y la vuelta al gobierno desde Londres. Esta última opción ha sido rechazada por todos los partidos, que consideran que los votantes prefieren que el poder permanezca en Belfast, un sentimiento que también apoya el secretario de estado británico James Brokenshire.
El que fuera líder del UUP y primer ministro norirlandés, David Trimble, y la que fuera secretaria de estado para el norte de Irlanda, Theresa Villiers, han sugerido que los partidos podrían necesitar más tiempo para alcanzar un acuerdo
Para la nueva líder norirlandesa de Sinn Féin, Michelle O'Neill, los resultados electorales reafirman la decisión del partido republicano de abandonar las instituciones por la falta de igualdad, integridad y respeto, los principios que van a marcar las demandas de Sinn Féin en estas negociaciones y que se centrará en asegurar que el DUP acepte implementar los Acuerdos de San Andrés del año 2005 y los alcanzados en el invierno de 2014, y que los unionistas han bloqueado a pesar de haber firmado ambos documentos.
Sinn Féin ha manifestado que acepta negociar con Arlene Foster, aunque bloqueará su nombramiento como primera ministra irlandesa hasta que concluya la investigación de evalúa su responsabilidad en la gestión del proyecto de calefacción sostenible, que fue una de las causas de la caída del ejecutivo de Belfast y la convocatoria de elecciones.
Gerry Adams, contento con «una elección decisiva»
«Se ha votado por la igualdad y el respeto para todos, y la integridad del gobierno», apuntó el presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, durante la rueda de prensa en Belfast junto a la líder del partido en el norte de Irlanda, Michelle O'Neill. «Un voto contra el Brexit», sentenció Adams.
El presidente de Sinn Féin expresó su satisfacción por el fin de la mayoría unionista en la Asamblea, un punto de inflexión en el panorama político irlandés y que Adams considera debe abrir la reflexión en la comunidad unionista y los gobiernos de Londres y Dublín.
«El equipo de Sinn Féin estará listo para reunirse con los dos gobiernos y las otras partes el lunes para ponerse manos a la obra en la implementación de los acuerdos y la reconstrucción de la confianza del público en las instituciones», explicó Adams, que señaló que no se sientan a una renegociación, si no a acabar con el veto sobre los Acuerdos ya firmados.
Por su parte, O'Neill, que ha superado su primera elección como líder del partido en el norte de Irlanda de forma excepcional, recordó otras de las prioridades del partido republicano: inversión en servicios públicos y un estatuto especial para el norte de Irlanda cuando se implemente la salida de Gran Bretaña de la UE, contra la que votaron los norirlandeses.S.G.
Foto: Gerry Adams lider de Sinn Féin, posa frete a mural del preso político «Bobby Sands» muerto en la cárcel británica de Maze, durante la masiva huelga de hambre de presos de IRA el año 1981.
Fuente: http://www.naiz.eus/eu/hemeroteca/gara/editions/2017-03-05/hemeroteca_articles/se-acaba-la-mayoria-unionista-en-la-asamblea-de-belfast