Cerca de la mitad de las 500 hectáreas que ocupa Isla Riesco, casi pegada al continente en el Estrecho de Magallanes, son parte de la Reserva Nacional Alacalufe. Tierras vírgenes, casa de especies protegidas de flora y fauna, como lenga, ñirre, coihue, huemules y pájaros carpinteros. En las aguas que la rodean viven delfines, lobos marinos y pingüinos, y en el cercano Parque Marino Francisco Coloane habitan las ballenas jorobadas.
Ahora es una isla en riesgo. La rica biodiversidad de la cuarta isla más grande de Chile (clic en el mapa para agrandar), en la comuna de Río Verde, podría sufrir serios daños, según lo ha mostrado a más de 70 mil personas el video que el grupo "Alerta Isla Riesco" ha hecho circular, principalmente a través de las redes sociales.
La amenaza es el proyecto de la minera Isla Riesco, empresa conformada por el grupo Copec, de la familia Angelini, y Ultramar, de los Von Appen, quienes pretenden invertir más de US$480 millones en cinco minas de carbón, que ocultan unos 240 millones de toneladas de carbón, a explotarse por más de dos décadas. La primera es mina Invierno, cuya tramitación ambiental está en su última fase.
La compañía estima que Invierno guarda unos 73 millones de toneladas de carbón. Usaría cerca de 1.500 hectáreas de la isla y contempla un hoyo de 500, con unos 180 metros de profundidad, según los detractores de la iniciativa, el área equivalente a 75 recintos del Estadio Nacional.
"La minería a cielo abierto está siendo sumamente discutida en el mundo porque es uno de los emprendimientos más dañinos que existen. Son grandes extensiones de tierra devastada y, en este caso particular, en un ecosistema muy singular, donde hay 400 hectáreas de bosques protegidos que van a ser cortados y se van a secar lagunas y humedales", explica Anita Stipicic, integrante de "Alerta Isla Riesco".
Los ambientalistas señalan que el carbón sub bituminoso de Isla Riesco se deshace con facilidad. Tarea fácil, entonces, para que los fuertes vientos que corren en Magallanes lo esparzan alrededor: sobre las estancias ganaderas, sus suelos y animales, y sobre el cercano seno Otway. Esto, sin contar la destrucción de napas subterráneas en la mina y la contaminación de los barcos que sacarán el mineral desde el puerto de la compañía, ya aprobado por la autoridad ambiental.
Además, se presume que el carbón que se extraiga de esta mina estará destinado a abastecer las termoeléctricas que se piensan construir en el norte del país, proyectos altamente contaminantes y que buscarían principalmente proveer de electricidad a las mineras.
Servicios como la Conaf, el SAG y los seremis de Salud y Agricultura, entre otros, ya se manifestaron conformes ante el Servicio de Evaluación Ambiental de Magallanes, por lo que se espera que la resolución final esté a mediados de febrero. La decisión debe tomarla una comisión presidida por la intendenta, Liliana Kusanovic, e integrada por diez seremis de Medio Ambiente, Salud, Agricultura y Minería, entre otros.
"Vamos a tener a una comisión más bien política tomando la decisión. Y más encima, van a ver un informe en que los servicios no dicen los daños. Los dice la participación ciudadana, pero no sé cuánto van a pesar estos elementos técnicos y otros que hemos dicho, que no han sido tomados en cuenta, en la decisión final", teme Stipicic.
OK presidencial: "La decisión está tomada"
"Ya está aprobado", se lamenta el concejal por Punta Arenas, Mario Pascual (PS), quien forma parte del Frente de Defensa Ecológico Austral (FDEA). "Sentimos que está aprobado cuando el Presidente viene y dice con una liviandad tremenda que está OK. Y los seremis también, que son los mismos que van a votar. Los niveles de presión que ha habido son importantes", denuncia.
La alusión al Presidente Sebastián Piñera apunta al Plan Magallanes, anunciado por el mandatario en una visita a la zona, a mediados de agosto, que contempla los cerca de 800 empleos que minera Isla Riesco ha prometido. "Apareció el Presidente diciendo que está listo, que se va a instalar y los próximos cinco años se van a generar empleos en la zona. Luego, el seremi de Energía también sale dando un espaldarazo públicamente al proyecto, y todavía no habían dado respuesta a las observaciones", relata Pascual desde Punta Arenas.
La intendenta Kusanovic, parte de la comisión que debe decidir el proyecto, también ha dado sin problemas su respaldo al proyecto minero: "Es un proyecto de importancia por la inversión que significa para la zona, por el trabajo que puede aportar en cuanto a mano de obra y porque además implica desarrollo para la región", dijo.
La autoridad regional manifestó "preocupación por el tema medioambiental" y señaló que "es importante que cualquier proyecto en la zona cumpla con la reglamentación", pero subrayó también la relevancia de Isla Riesco, como fuente para las centrales termoeléctricas que cubren gran parte de la matriz energética chilena.
Antes esto, el FDEA recurrió a la Contraloría por considerar que el Gobierno Regional hacía lobby a favor de la minera, pero no obtuvo resultados. "Ya está aprobado, pero podemos dar una pelea importante todavía. Aunque la decisión gubernamental está tomada, podemos revertirla con la unidad de los magallánicos", considera Pascual.
Por su parte, el grupo "Alerta Isla Riesco" confía en que la difusión de su campaña, al igual como sucedió con la fallida termoeléctrica Barrancones en Punta de Choros, tenga resultados: "Tenemos la esperanza de que a través de la presión de la ciudadanía y lo que los medios informen -porque hasta el momento el resto de Chile no sabía lo que estaba pasando en Isla Riesco- se incluyan políticos, autoridades y expertos, y a través de los ciudadanos podamos hacer algo", dice Anita Stipicic.
Fuente: Radio Universidad de Chile
Foto: Marcha en Coronel contra la instalación de termoeléctricas. Ante el rechazo generalizado a estas centrales, la empresas continúan con el negocio, al amparo de un Estado que dice ser democrático y soberano.
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