Julio Anguita: La muerte del último líder comunista de occidente

[resumen.cl] A 11 de la mañana de ayer sábado en España, tras un infarto cardíaco murió a los 78 años de edad en la UCI del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, Julio Anguita, líder comunista español, tal vez el último líder de envergadura política de una Partido Comunista europeo o de occidente.

Los partidos comunistas en Europa fueron estructuras políticas poderosas durante décadas, que luego de sostener la resistencia al nazi-fascismo y tras su caída, marcaron la historia del siglo XX fuera de la Europa Oriental, donde en países como Grecia, Italia, Francia, Portugal y también España con disciplinada base electoral, muchas veces superó el 20% de la votación en esos Estados.

En España, la gran líder histórica de los comunistas fue la vasca Dolores Ibárruri: "La Pasionaria", de origen minero, figura clave del periodo denominado "La Segunda República", es decir, previo a la Guerra Civil. Luego, durante el conflicto armado pasó a ser una una figura del comunismo internacional. Después de ella el liderazgo comunista más destacado fue Santiago Carrillo, quien encabezó el Partido Comunista de España (PCE) desde el exilio durante la dictadura franquista y que rápidamente adhirió a las tesis renovadas del "eurocomunismo". Tras su retorno al país, Carrillo fue parte de las negociaciones políticas de la transición que dieron forma al denominado "régimen del 78", tan cuestionado desde el mundo sindical, social, las izquierdas y naciones sin estados (vascos y catalanes).

En este proceso, un sólo dirigente de los comunistas españoles logró nivel de protagonismo, notoriedad y liderazgo: Julio Anguita.

Anguita era un personaje totalmente distinto a Carrillo, un marxista de vieja escuela, pero además era un hombre formado en la lucha clandestina contra la dictadura, ligado a los frentes de lucha y no al electoralismo y las negociaciones cupulares de los eurocomunistas.

«Tuve la suerte de crecer políticamente en el Partido Comunista en el interior, el Partido Comunista del exterior bebió de lo que bebía», explicaba Anguita en una entrevista en el libro Voces del Cambio.

Y es que terminadas la más de cuatro décadas del brutal régimen de Franco, Julio Anguita, un profesor de historia de la ciudad andaluza de Córdoba, se hace con la alcaldía de la ciudad. El primer comunista en conquistar una capital provincial en España tras la Guerra Civil. Así siguió venciendo en las elecciones en Córdoba a pesar que en la medida que avanzó la transición política en España, el PCE, fue perdiendo protagonismos y cargos. De aquí vendrá su apodo que lo acompañara para siempre "El Califa de Córdoba" o "El Califa Rojo", en alusión a que Córdoba fue capital del califato impuesto por los musulmanes tras la invasión de la península ibérica (711-1492).

La a debacle del PCE se cocinó con la llegada al poder Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de la mano de otro andaluz, el sevillano Felipe González, pues los comunistas mantenían al PSOE en el gobierno con la justificación de que no volviera al poder la derecha, de pasado franquista. Sin embargo, el PSOE cada día se acercaba más a este modelo económico de derecha, por lo que el PCE, en su seguidismo, hacía lo mismo.

Mientras el partido comunista marcaba un 5% en las elecciones generales españolas, en las de Andalucía Julio Anguita junto a una alianzas de izquierda llegaba al 19%. En 1988 asume la dirección del partido y de Izquirda Unida (IU) un conglomerado que intenta unificar a sectores de izquierda del PSOE, ambientalistas, feministas, al PCE y grupos exindidos del PCE en este devenir reformista. Sin embargo, este intento por contener el retroceso de la izquierda no duró mucho por las contradicciones internas que se gestaron al interior de IU y del propio PCE. El mismo año que Anguita asume como líder del comunismo en España, cae el Muro de Berlín y unos años más tarde desaparecía la competencia geopolítica al capitalismo con la desintegración de la Unión Soviética; la socialdemocracia derivaba hacia la Tercera Vía neoliberal y el Partido Comunista de Italia, el más importante de Europa occidental, se disolvía.

En ese contexto Anguita enfrenta las elecciones del 29 octubre del 89, las primeras con él como secretario general del partido y Coordinador Nacional de IU, donde logró duplicar los resultados electorales de izquierda.

Aquella elección marcara un antes y después en la política española, Izquierda Unida erosiona electoralmente al PSOE y éste decide no pactar más con la izquierda, sino con las derechas vasca (PNV) y catalana (CIU). El rompimiento político de PSOE y PCE en diversos ámbitos territoriales, permitirá a la derecha recuperar diversos municipios y poderes locales, por lo que los socialistas apuntan toda su maquinaria comunicacional a Anguita como el responsable de la fractura y de sus costos.

En 1993 sufre su primer infarto, la salud lo obligara más adelante a abandonar la primera linea de la política.

En 1996 la derecha de Jose María Aznar (PP) supera en las elecciones al PSOE de Felipe González, en un régimen parlamentario el partido más votado es que tiene la primera opción de formar gobierno y Aznar repite la formula de González aliándose con las mismas derechas vasca y catalana quienes por trasferencias políticas a sus autonomías negocian con los partidos de Madrid.

El PSOE pierde muchos votos y varios diputados, sin embargo IU de Anguita crece en votos y diputado, el PSOE apunta firme sus dardos, la izquierda es la culpable de la llegada al poder de la derecha. No la corrupción ni la guerra sucia de los GAL contra ETA en el País Vasco.

El propio Julio Anguita decía entonces que Izquierda Unida tenía tres almas: La Socialdemócrata, la de la III Internacional y la de Comunistas de sangre anarquista en los que él se inscribía. Con la llegada al poder de la derecha y la pasada de factura del PSOE a Anguita, muchos en la propia Izquierda Unida, especialmente los sectores socialdemócratas, pero también algunos de la III internacional, hicieron eco de ese discurso y desestabilizaron su dirección. En 1997 el ala socialdemócrata vuelve al PSOE y se rompe el proyecto de IU, al año siguiente Anguita sufre su segundo infarto.

Con su salida de la política el PCE vuelve a posiciones reformistas, busca el acuerdo con el PSOE, sin embargo esta vez la derecha vence por mayoría contundente y el pacto IU-PSOE, se desinfla, ambos partidos pierden votación, es el inicio de la fragmentación y descomposición del proyecto de IU, algunos de los hijos de ese proyecto aparecerán años más tarde en PODEMOS.

Anguita se recluirá a fines de los 90, sin embargo la Invasión a Irak de la cual el gobierno de derecha español fue cómplice, lo volverá a meter en la escena publica. El año 2003, su hijo Julio Anguita Parrado, de 32 años, corresponsal del Diario El Mundo de España es asesinado por la fuerzas de ocupación estadounidenses al bombardear el hotel donde se alojaba la prensa internacional, en un claro acto para eliminar observadores ante los crímenes que allí se cometían, por lo que Anguita salió e su ostracismo y señaló un frase llena de dolor: «Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen».

Tras abandonar la primera línea de la política española, volvió a dar clases como profesor de historia en Córdoba y cuando jubiló lo hizo con su pensión de profesor y no de diputado ni de alcalde, con lo cual demostró ser no sólo un referente político sino también moral para la izquierda española. Así, a pesar de dejar el liderazgo de la izquierda española, de diversos partidos y corrientes en España, durante décadas tomaron el tren a Córdoba para debatir con el "Califa" sus postulados o analizar la realidad o el contexto político. Pablo Iglesias, líder Podemos y Ministro del gobierno en España actualmente, señaló en una columna en el diario La Vanguardia de Barcelona: Anguita es el extraño caso de un líder cuyo peso político se acrecienta cuando pierde el cargo.

Julio Anguita fue un referente del comunismo en Europa, pero también en América Latina. Referentes con el nombre «Izquierda Unida» habían en gran parte de los países latinomaericanos, como en Perú donde esta coalición llegó a ganar la alcaldía de Lima en pleno 1990 cuando el comunismo caía en todo el mundo. En Chile, las ideas de Anguita fueron secundadas por Gladys Marín durante la década de los 90 de no realizar alianzas con los socialistas al haberse transformado en una tenaza más del neoliberalismo y que la izquierda deba haber un proyecto propio y generar pactos con otros sectores marginados.

Palabras de Anguita:

Repercuciones:

Pepe Mujica (Uruguay)

Evo Morales (Bolivia)

Arnaldo Otegui (Pais Vasco)

David Fernandez (Cataluña)

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