[resumen.cl] Los vecinos que habitan el Condominio San Francisco en la esquina de San Martín con Paicaví en el centro de Concepción, lograron que se clausurara provisoriamente la obra de construcción de Inmobiliaria Esperanza con quienes mantenían un conflicto por ruidos molestos y faltas de medidas de mitigación.

El Segundo Juzgado Civil de Concepción ordenó que se clausuraran las obras del edificio de 19 pisos de Inmobiliaria Esperanza luego de una demanda presentada por los vecinos del Condominio San Francisco. Paralización lograda de forma provisional mientras se tramita el interdicto posesorio, que persigue lograr medidas mitigatorias e indemnizatorias para los afectados, quienes ya antes habían interpuesto un recurso de protección y una demanda en la Corte Suprema que no tuvo consecuencias.

Según Mónica Vega, vecina contigua a la faena, la acción pretende «proteger las propiedades de los vecinos pero, por sobre todo, asegurar el derecho de uno a vivir en un lugar tranquilo».

Los vecinos tenían serios problemas con la obra: había caído material de construcción sobre sus patios y techumbres, además, denunciaron la falta de medidas de mitigación para la demolición de las construcciones que antes se emplazaban en el sitio, los ruidos insoportables emitidos por la ejecución de entibaciones y socalzados, sobrepasando los horarios. También denunciaron de las ineludibles consecuencias viales que significará tener de vecino con alrededor de 200 departamentos, que dará a una vía de alto tránsito vehicular y de transporte público. Y el constante cambio de nombre y la poca información transparente de la sociedad ejecutora del proyecto.

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Frente a este proceso de urbanización en altura, distintas organizaciones territoriales apuntan a restringir los negocios inmobiliarios en Concepción, en función de conservar el patrimonio natural y cultural de la comuna.

Según Javier Sandoval, miembro de la Plataforma por un Plan Regulador Integrador y Comunitario, organización que apoya la lucha de los vecinos del centro, «es importante considerar  el proceso de plan regulador comunal que se acaba de cerrar para avanzar en que las nuevas regulaciones reconozcan la problemática y logren restringirla, de esta manera hay que continuar en la ofensiva en contra el negocio inmobiliario para detener las obras en proceso hasta lograr una nueva normativa».

De esta forma, el caso de los vecinos del Condominio San Francisco se convierte en un antecedente importante en la lucha por el derecho a la ciudad.