[resumen.cl] Durante la jornada de este viernes, por la mañana, el criminal del Ejército Miguel Krassnoff Marchentko, condenado a más de 300 años por delitos de lesa humanidad, fue trasladado a un careo por una querella presentada por la ex estudiante de Obstetricia de la Universidad de Concepción y ex militante del MIR, María Isabel Romero. La víctima fue secuestrada por miembros de Colonia Dignidad y entregada por el mismo Paul Schäffer a agentes de la DINA.
María Isabel Romero era estudiante de segundo año de la carrera de Obstetricia de la Universidad de Concepción y militante del MIR, cuando fue secuestrada mientras se trasladaba en un bus desde Concepción hacia Talca en el año 1975. "El señor Krassnoff me hizo trasladar desde Colonia Dignidad a la Villa Grimaldi. Fui detenida a los 20 años, en un bus que me conducía a Talca, de Concepción a Talca, es por eso que el caso está en Concepción hoy día [...] fui entregada por Paul Schafer a las manos de Osvaldo Romo y Basclay Zapata" afirma la querellante.
La jueza Margarita Sanhueza fue quien ordenó el careo y el traslado del penal Punta Peuco hacia los Tribunales de Concepción. Miembros de la prensa pudieron ver parte de los privilegios con los que cuentan los violadores de DDHH en Chile, ya que Krassnoff fue trasladado por Gendarmería sin grilletes ni esposas. No hicieron lo mismo cuando fue trasladada a punto de parir Lorenza Cayuhan, presa mapuche que tuvo que dar a luz a su hija Sayen mientras estaba engrillada.
Miguel Angel Rebolledo, uno de los que se careó hoy con Krassnoff, relata a Resumen la actuación del criminal frente al tribunal "Tengo hoy día una querella por torturas contra todos estos personajes, Krassnoff y otros más que participaron en el centro de detención Londres 38 y me ha tocado carearme en muchos procesos porque yo soy testigo de a lo menos, 12 desaparecidos, que después aparecieron en la Operación Colombo. Por lo tanto, me ha tocado testimoniar en varios procesos y me ha tocado carearme con este individuo que por supuesto, como siempre, ha negado todo: son otros los que torturaban, son otros los que mataban, son otros los que hacían desaparecer. El lo único que reconoce es esta labor de limpieza que había hecho la dictadura y los aparatos represivos, porque él era solo analista solamente. Él acumula penas por 300 años ahora con los últimos 10 años por la muerte de Miguel Enríquez, pero sigue negando todo, como que no fuera autor." afirma.
María Isabel, la principal afectada en el caso nos comenta su terrible paso por las sanguinarias manos del criminal del Ejército: "Yo sufrí torturas con electricidad en los órganos genitales, en los senos, en los oídos; fui colgada durante horas, drogada con medicamentos, fui torturada con cigarros para "hipnotizarme" por un señor brasileño que en la época hacía experimentos en Villa Grimaldi" señala. Luego de ello, aparecía Krassnoff como una especie de Salvador, para que se arrepintieran y entregaran a sus compañeros. Por supuesto el ex brigadier lo niega todo. Pero se contradice, afirma María Isabel, pues señala que fue, en su mentalidad enfermiza y criminal, el país el que se lo pidió. "posteriormente nos trata de fulanos terroristas y que merecíamos lo que tuvimos. En un momento reconoce que teníamos scotch en los ojos y que estábamos vendados y que no podíamos reconocerlo." Para la querellante, Krassnoff "Actuaba con paternalismo y nos quería convencer de que estábamos errados al interior de la Villa Grimaldi. Después de muchas torturas, él venía como el salvador, te levantaba la venda o sacaba los scotch de los ojos y te decía "pero chiquilla, como tú, de buena familia metida en esto, como se te ocurrió. Pero te voy a salvar la vida. Pero bueno, no sigas más en esto". "
Krassnoff era esperado por la prensa. Aislado y protegido por Gendarmería, pretendía salvarse de cualquier intento de funa. Sin embargo, por coincidencia, salió de la sala en que estaba oculto justo en el momento en que María Isabel Romero se había levantado para ir al baño, encontrándole de frente. La mujer logró increparlo en los breves segundos que lo vio, por los largos y brutales meses en que fue secuestrada y torturada.
El caso, además de mostrar nuevamente la labor conjunta del enclave nazi/fascista de Colonia Dignidad con la DINA, tiene otro hecho que cabe destacar. La querellante implica en la causa a una profesora de Talca -Adriana Argomedo- una mujer que apoyo y que trabajó con la DINA en la ciudad. Ella es civil, profesora de colegio básico que continuó trabajando hasta jubilarse, pero que fue reconocida como una persona que andaba armada y que apoyaba las acciones de la DINA en Talca y todo el Maule. Ella ayudó en el traslado de María Isabel de Colonia Dignidad a Talca.
Los resultados de las labores de la jueza Sanhueza están por verse. En declaraciones a la prensa, señaló que pretende cerrar el proceso el primer semestre de este 2018. Esperemos que sea con querellas ejemplares.