Nelson Fernández / resumen.cl
COVID-19 es el acrónimo de la frase en inglés «enfermedad por coronavirus 2019» es una enfermedad infecciosa generada por el coronavirus-2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2)
Este nuevo coronavirus genera síntomas similares al resfrío común. En 4 de cada 5 personas solo causa estos síntomas. En aquellos que tienen otras enfermedades o tienen un sistema inmune débil puede ser mortal pero es solo uno de cada cinco causando bronquitis y neumonía. La tasa de mortalidad se ha calculado en aproximadamente 2%. Hasta la hora 80,000 personas han contraído el virus. 2,700 personas han muerto la mayoría en el sudeste asiático. Basado en estos datos, si se utiliza la definición de pandemia entregada por la OMS, como esparcimiento mundial de una enfermedad, hasta el momento no es una pandemia pero tiene el potencial de llegar a hacerlo.
No hay vacunas, es decir la única solución es aislamiento, cerco sanitario o cuarentena. El genoma del virus ha sido secuenciado y desde ahí se ha inferido cuales serían las proteínas más relevantes para el virus y así se ha diseñado una posible vacuna. No obstante, para masificar su uso y verificar que no es tóxica pasaran por lo menos 2 años (este nivel de rapidez en producir una vacuna nunca ha ocurrido en la historia de las vacunas) a no ser que la OMS debido a la urgencia permita correr el riesgo (fast-tracking) de lanzar una vacuna no totalmente probada. Aun así, dos años es muy tarde para prevenir una pandemia. Sin embargo, lo más probable es que el virus sea controlado como el brote que causó el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) en 2003 y el Síndrome Respiratorio del Oriente Medio (MERS) en 2002. Ambos causados por otras cepas de un coronavirus que no afectaron a Chile. COVID-19 es distinto, es un virus mutante que potencialmente puede ser más difícil de controlar. El virus es altamente transmisible porque puede infectar sin provocar síntomas y se reproduce velozmente en humanos. COVID-19 se transmite con mucha facilidad a través de las vías respiratorias, el contacto físico e incluso en las heces. Hay dos formas de diagnosticar la infección. Una, a través de un test con ácidos nucleicos del virus y la otra a través de la detección de anticuerpos en contra del virus presente en el huésped o persona infectada. Estos test están disponibles en los países desarrollados y son de alto costo.
El problema de esta posible epidemia es que afectaría más a países con un déficit en salud pública. Ya se le ha identificado como una prueba de cuan eficaz es un sistema de salud en prevenir emergencias. La salud pública en Chile es deficiente y por lo tanto cualquier epidemia se puede exacerbar. En gran parte debido al modelo de salud imperante en Chile que ha privilegiado la inversión privada en un recurso que es de uso público y esencial. Invertir en salud pública y medicina preventiva no ha sido ni es rentable, de acuerdo a este modelo económico de salud. Si este Coronavirus llegara a Chile afectaría a la mayoría de la población o aquellos sin cobertura adecuada o los recursos para entrar en cuarentena. Por el momento hay un grupo de 40 países en total, incluyendo China, Irán, Corea del Sur, Rusia, USA, Italia y otros en los cuales se ha concentrado la infección. Ya hay casos en Brasil. Muchos países están preparándose adaptando infraestructura y logística para prevenir, por ejemplo obteniendo kits de diagnóstico y de uso rápido (son carísimos), máscaras respiratorias, maquinaria de fumigación y uniformes de protección, montando hospitales de cuarentena y preparando a los médicos y personal de enfermería.
Imagen principal: Enfermera midiendo la temperatura de una paciente en el hospital TCM de Hubei en la región china de Wuhan el 21 de enero de 2020, Fuente: Wikimedia Commons