A partir del fallecimiento de tres obreros forestales en lo que va del año, la Confederación Nacional de Trabajadores Forestales manifestó su preocupación ante estos accidentes, sobre los cuales dijo que «han ocurrido en faenas forestales, ubicadas en zonas rurales apartadas, donde al parecer la fiscalización de las empresas mandantes es nula».
En los primeros días de enero, murió el obrero Oscar Urra de 39 años, aplastado por un pino en el sector costero de Puerto en San José de la Mariquina. Luego falleció el obrero Benedicto Retamal de 48 años, aplastado por una máquina pesada en el sector Curalì alto, en la comuna de Santa Juana el día 30 de Enero. El 12 de Febrero, nuevamente en Santa Juana, en el sector Tanahuillin, falleció el motosierrista Eliodoro Durán de 44 años, aplastado por el árbol que talaba.
«Lo más lamentable de todo esto es que las familias de los trabajadores fallecidos están quedando en total abandono, ya que las empresas contratistas ni siquiera dan la cara para responder por estas muertes», afirmó la CNTF en el comunicado, agregando que evidencian «que el famoso discurso de la «cero accidentabilidad» esgrimido por las grandes empresas, es prácticamente una utopía, si no se aplican efectivamente procedimientos serios de trabajo».
Finalmente, la central sindical llama a las empresas mandantes a «fiscalizar las faenas forestales y asegurarse que los contratistas cumplan con las medidas de seguridad correspondientes». De otra manera, el negocio forestal, seguirá cobrando unos 30 obreros muertos al año, en beneficio de familias como Angellini y Matte, quienes son propietarios de Arauco y CMPC, respectivamente.