Tras conocerse la noticia sobre la situación de salud de la seremi de la Mujer en la región de 'uble, denunciada por su ex pareja por, presuntamente, realizarse un aborto, la condena mediática no se hizo esperar. Además de las críticas en RRSS, desde la prensa se aseguró la existencia del aborto sin contar con un parte médico que lo acreditara, aparte de supeditar el derecho que la Seremi tiene sobre su cuerpo, por debajo de su responsabilidad como autoridad ministerial.
Por Juan Contreras Jara
Noticia hizo el jueves pasado la denuncia que realizó en Carabineros la expareja de la seremi de la Mujer del 'uble, a quien acusó de haberse realizado un aborto. Tras el hecho, desde distintas organizaciones feministas hicieron énfasis en la criminalización mediática de la situación, apuntando a su tratamiento informativo y a la ceguera social sobre la situación del aborto en Chile, resultado de años de políticas conservadoras en materia de educación sexual.
Sobre el tratamiento informativo de dicha situación, Laura Landaeta, periodista e investigadora analizó: «se ha resaltado su rol de Seremi y lo que, al parecer, para algunos medios es contradictorio, que es la intención de abortar antes de las 12 semanas, un derecho legítimo que tenemos las mujeres, aunque en este país sea bajo 3 causales».
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Las críticas contra el tratamiento informativo otorgado a la situación de salud de la seremi de la Mujer del 'uble
En el punto concreto del cómo se informó la situación, Landaeta apunta a que: «fue muy destemplado, muy poco serio por parte de los medios, estar haciendo juicio en sus titulares, hablando de una denuncia que ni siquiera sabemos que es real. Y aunque así lo fuera, hablamos del derecho a la privacidad y al respeto del cuerpo de una mujer».
La Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres, también se pronunció al respecto, apuntando a que: «los medios de comunicación tienden a tener líneas editoriales bastante misóginas, por lo que no nos sorprende el tratamiento informativo que le dan a situaciones de violencia contra las mujeres».
Lorena Astudillo, una de las voceras de la organización, agregó: «este es un llamado a los medios para que revisen cómo se informa la violencia hacia las mujeres, porque incluso dijeron donde vivía, pusieron el condominio. No se sabe realmente si ella abortó o no, por ende, el trabajo periodístico debió ser más serio, porque se está revictimizando a una mujer que sufrió una situación probablemente violenta».
Por su parte, Francisca Millán, parte de AML Defensa de Mujeres, recalcó que: «es muy llamativo que el medio de comunicación exponga una situación así, sin tener mayores antecedentes, usando solo la denuncia de su pareja. En estos momentos, no tenemos la claridad de que realmente se trató de un acto voluntario de ella y, sin embargo, los medios sólo están tomando la versión de él, sin siquiera darle importancia a su calidad de paciente.»
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Según cifras del Ministerio de Salud, en Chile ocurren más de 30 mil abortos anualmente, es decir, en promedio se producen aproximadamente 90 abortos diarios, situación que debido a la penalidad y persecución que involucra, se transforma en un riesgo de cárcel y muerte para las mujeres pobres que no pueden acceder a recintos privados.
Respecto al aborto, Astudillo explica: «las mujeres históricamente hemos abortado, con permiso o sin permiso. Hoy día hay una carga moral y la legislación hizo eco de ella y lo que hace es criminalizarnos, sin embargo, es un derecho de nosotras cómo queremos vivir y los roles que queremos cumplir. Podemos ser seremi, podemos ser ministra, presidenta de partido, madres, profesoras y la violencia la vivimos todos los días, por ende, no debería haber un juzgamiento de lo que haya o no pasado con respecto a un cargo».
Sobre la delación realizada por la ex pareja de la seremi de la Mujer en el 'uble, actualmente, denunciado por violencia intrafamiliar, Millán comenta: «llama la atención que la pareja, quien debería contenerla, la criminaliza mediante la denuncia, lo que es expresión de una relación de control y violencia. El control sobre el cuerpo y vida de las mujeres por parte de la mayoría de los hombres, ha sido alimento para las peores expresiones de violencia de género, incluyendo el femicidio y la criminalización del aborto».
Según la periodista, Laura Landaeta, puede ser hasta comprensible que una parte de la sociedad civil aún mantenga sesgos criminalizadores con respecto al aborto, pero esgrime que, en su tratamiento: «los medios de comunicación deben tener un mínimo estándar de calidad, de respeto y educación al respecto y en este caso no lo cumplieron en absoluto. Es realmente vergonzoso».