[resumen.cl] La derecha que hoy maneja el gobierno de Chile caracterizado por su actitud represiva y contraria a las legitimas demandas de las protestas populares en todo el país, ha sido objeto de ataques por parte de manifestantes durante estas protestas. En los últimos días las sedes de la UDI y RN, los principales partidos de derecha en Chile, fueron atacadas, mientras que diversas oficinas parlamentarias fueron incendiadas por manifestantes. Los hechos demuestran el repudio popular a las políticas represivas y que pretenden mantener la desigualdad social y la injusticia en el país que impulsa el modelo que defienden.
Durante este 6 de Noviembre de 2019 fue atacada la sede de la Unión Demócrata Independiente (UDI), ubicada en la comuna de Providencia, Santiago. Mientras que este Jueves 7 de noviembre fue atacada la sede de Renovación Nacional (RN) también en Providencia. El mismo 7 de noviembre fue atacada, saqueada e incendiada en Concepción la sede de la UDI, recinto que además funciona como oficina parlamentaria de la conservadora senadora Jacqueline Van Rysselberghe y de su hermano el diputado Enrique Van Rysselberghe. Todo esto se agrega a la quema en Cañete el pasado 2 de noviembre de la sede parlamentaria del diputado Iván Norambuena (UDI), Región del Biobío.
La derecha que legitimó y participó activamente de la dictadura militar, así como de la represión y violación sistemática de los Derechos Humanos en este periodo histórico, hoy día pretende actuar de una forma similar ante las protestas populares. La memoria histórica que se mantiene viva en las protestas apunta su accionar contra las sedes de estos partidos que pretenden hoy, tanto como ayer, responder solo con represión ante las demandas de justicia social. Estas acciones no son más que otra demostración de lo desprestigiado y acorralado que se encuentra hoy en día el gobierno de Sebastián Piñera ante el estallido social.
Imagen principal: Sede parlamentaria del diputado Iván Norambuena (UDI), Cañete, Región del Biobío.