La enfermedad de la tierra: cómo el monocultivo forestal destruye la medicina ancestral mapuche

En las profundidades del Wallmapu, donde la tierra late al ritmo ancestral de la cultura mapuche, se esconde una historia de devastación y resistencia. Margarita Pailaya Huenchunao, una reconocida lawentuchefe (sabia de los medicamentos mapuche basados en plantas nativas) y hablante mapuche, nos revela en esta entrevista el profundo impacto de las plantaciones de pino y eucalipto en su territorio, su cultura y su salud. Sus palabras, cargadas de dolor y esperanza, son un llamado urgente a reflexionar sobre el modelo forestal que existe actualmente en Chile y territorio mapuche.

Por: Nicolás Salazar Maleras y Alberto San Martín Muñoz

 


Chile y Wallmapu han tenido una larga historia forestal y de relación cultural con el bosque. Antes de la llegada de los colonizadores españoles, gran parte del sur de Chile se encontraba cubierto de bosques nativos, matorrales y humedales entre otras coberturas. Para el pueblo mapuche, el bosque nativo fue parte central de su cosmovisión, suministrando alimento, medicina y espacios ceremoniales.

Tras la invasión española y chilena en territorios mapuche, gran parte de los bosques fueron quemados o talados para venta de la madera y carbón vegetal, para la expansión de la agricultura de trigo y otros cereales. Posteriormente fue talado para la plantación de monocultivo forestal o proyectos hidroeléctricos y extractivistas en general.

El pueblo mapuche libró una guerra de varios siglos con el imperio español. El imperio reconoció la autodeterminación del pueblo mapuche tras varias batallas sin poder dominarlo. Sin embargo, tras la independencia de Chile y la aparición de armamento más sofisticado en el siglo XIX, el Estado chileno violó los tratados de autonomía del pueblo mapuche (tratado de Tapihue de 1825) y ocupó militarmente Wallmapu. Las tierras mapuche fueron arrebatadas y entregadas a empresas o colonos de origen europeo. Se estima que en este proceso fueron asesinados cerca de 30.000 mapuche. Activistas mapuche han declarado que este proceso fue un genocidio (intento de exterminio físico y cultural de un pueblo) que hasta el día de hoy el Estado de Chile no reconoce.

Con la llegada de la dictadura militar de Pinochet las empresas forestales se expandieron y arrebataron más tierra a comunidades mapuche. Al día de hoy comunidades mapuche cuestionan la usurpación de sus tierras y los impactos del monocultivo de pino y eucalipto.

El gobierno de Boric, bajo la presión de la derecha y grandes empresarios forestales, está llevando a cabo un denominado «Plan de Fortalecimiento Industrial del Biobío». Entre sus medidas está precisamente plantar más pino y eucalipto para supuestamente reactivar la economía de la región tras el cierre de Huachipato. Esta medida va a profundizar las problemáticas sociales, económicas y ambientales en territorio mapuche y chileno.

Esta política va de la mano con la amplia militarización del territorio, en donde ya van 5 años, casi ininterrumpidos de presencia militar en la zona. Las tanquetas y camiones militares se ven todos los días en Tirúa. El Estado ha preferido ocupar a los militares antes que otras iniciativas para resolver el conflicto forestal que se vive en la zona.

Margarita Pailaya Huenchunao es Lawentuchefe (sabia de los medicamentos mapuche basados en plantas nativas). En la imagen siendo entrevistada por Resumen.cl

Para conocer los impactos del monocultivo viajamos a Tirúa, corazón del territorio mapuche de la provincia de Arauco, y entrevistamos a Margarita Pailaya Huenchunao, una destacada conocedora de la cultura mapuche y recolectora de yerbas medicinales (lawentuchefe), así como una de las pocas hablantes de mapudungun que quedan en el territorio.

La Desaparición de un Mundo

«Las plantas de eucalipto se comieron las aguas. Se comió el remedio», afirma Margarita Pailalla desde Tirúa, territorio mapuche lavkenche. La irrupción de los monocultivos forestales ha transformado radicalmente el paisaje, secando los ríos y esteros que antes eran fuente de vida, afirma la entrevistada.

La medicina tradicional mapuche, basada en el conocimiento profundo de las propiedades curativas de las plantas nativas, se ha visto gravemente afectada. «Antes había muchos árboles nativos que tenían sus cortezas para uno sacar para hacerse el lavado de estómago. Ahora no tenemos esos remedios para hacerle a las familias», lamenta.

Margarita Pailaya Huenchunao recolectando una de las pocas plantas de Chilco que quedan cerca de su hogar tras la plantación masiva de monocultivo de pino y eucalipto

 

El Impacto en la Cultura y la Subsistencia

La pérdida de la biodiversidad y la degradación de los suelos han tenido un impacto devastador en la agricultura tradicional mapuche. «Se está mermándo la siembra, siembra poco la gente, porque su campo, el pedacito de campo que tuvieron, se le envenenó con la planta de eucalipto», explica Margarita. Las plantaciones han reducido las áreas cultivables y contaminado los suelos, dificultando la producción de alimentos sanos y nutritivos, explica la entrevistada.

La artesanía, otra expresión fundamental de la cultura mapuche, también ha sufrido las consecuencias de la expansión de los monocultivos de pino y eucalipto. Muchas plantas para hacer tejidos y canastos ya no se encuentran. «La ñocha (planta nativa) se cría en la montaña, en el Mawida (montaña), donde está el estero, las quebradas de aguas grandes, pero ahora es muy difícil encontrar estas plantas», recuerda Margarita. La escasez de materias primas nativas ha limitado la producción de objetos cotidianos y ceremoniales, debilitando los vínculos intergeneracionales y la transmisión de conocimientos ancestrales.

Pailaya afirma que el monocultivo de pino y eucalipto es el mayor responsable de la desaparición de plantas nativas en la zona.

Margarita Pailaya Huenchunao mostrando flores de Chilco, planta medicinal nativa

La Lucha por la Tierra

«Fue un engaño como ser el campesino que le vinieron a meter acá, un engaño fue, que le vinieron a meter la planta de eucalipto», denuncia Margarita. Desde el aspecto económico argumenta que «al principio pagaban más por el eucalipto, ahora pagan poco, ni siquiera sale a cuenta como negocio».

La llegada de las empresas forestales a los territorios mapuche estuvo acompañada de promesas incumplidas y de una estrategia de despojo que se repite desde hace siglos. Los monocultivos forestales no solo han degradado el medio ambiente, sino que también han generado conflictos socioambientales y se han vulnerado los derechos de los pueblos indígenas.

A pesar de las adversidades, las comunidades mapuche siguen resistiendo y luchando por la defensa de su territorio y su cultura. La recuperación de semillas nativas, la promoción de la agricultura orgánica y la defensa de los derechos colectivos son algunas de las estrategias que están implementando para construir un futuro más justo y sostenible.

Imagen de tala rasa forestal en Tirúa (sector Agua del Perro), se puede apreciar que en los pocos lugares en donde se ha conservado bosque nativo son las quebradas inaccesibles por las empresas forestales. El resto ha sido todo talado y destruido. Fuente imagen: resumen.cl

 

Crisis del eucalipto en Tirúa

Según datos de CONAF (https://sit.conaf.cl/). La comuna de Tirúa tiene 62.685,5 de hectáreas, de las cuales 28.373,9 hectáreas corresponden a plantaciones de monocultivo. Esto significa un porcentaje de 58,6% de la superficie total de la comuna con especies exóticas de pino y eucalipto. Tirúa apenas cuenta con 8.847 hectáreas de bosque nativo, que representa solo el 14,1% de la comuna. Es decir, hay 4 veces más pino y eucalipto que bosque nativo.

El testimonio de Margarita Pailaya Huenchunao nos revela la dimensión humana de la crisis socioambiental que enfrentan las comunidades mapuche. La expansión de las plantaciones de pino y eucalipto ha generado una profunda herida en el tejido social y cultural de estos pueblos, poniendo en riesgo su supervivencia.

Mapa de plantaciones forestales en la Provincia de Arauco. Se puede observar en rosado las plantaciones de pino y eucalipto, que ocupan la mayoría del territorio. Fuente: proyecto ANID/FONDECYT-Iniciación/11230469 Territorialidades del agua: Una ecología política decolonial de las luchas socioambientales por la sustentabilidad hídrica, ecológica y cultural en Chile y territorio Mapuche. Departamento de Sociología, Universidad de Concepción, Chile (2023-2026)

Esta situación nos llama a poner urgencia en evitar la expansión de más monocultivo forestal. Precisamente en un momento en donde propio gobierno y grandes empresas quieren aumentar la cantidad de pino y eucalipto en Chile y territorio mapuche.

 

Este artículo fue financiado por el FFMCS 2024

Estas leyendo

La enfermedad de la tierra: cómo el monocultivo forestal destruye la medicina ancestral mapuche