Eran tiempos de la invasión militar de la corona española, quienes intentaban una y otra vez irrumpir el territorio ancestral Mapuche "Wallmapu", acompañados por algunos "indígenas" sometidos o esclavizados- ayudistas, entre ellos, algunos Mapuche. En esos tiempos, en plenos periodos de resistencia, se generaron fuertes manifestaciones de los volcanes, erupciones y actividades telúricas de manera simultánea, hechos que habrían causado en sus momentos el repliegue del ejército español.
Los registros de la actividad volcánica con estas características son: Año 1640, erupción conjunta Llaima, Villarrica, Quetrupillán, Lanín y Mocho-Choshuenco; En 1750, se repite la erupción simultánea del Llaima, Villarrica, Quetrupillán, Lanín y Mocho-Choshuenco; En 1765 nuevamente los 5 volcanes hacen erupción conjunta; Y en 1790: el volcán Llaima hizo erupción conjunta con el Villarrica, Puyehue y Osorno.
Una de las últimas actividades simultáneas, fue con posterioridad al terremoto del 27 de febrero del 2010, donde los volcanes Llaima y Villarrica tuvieron actividades anormales; y en febrero del 2015, tanto el Villarrica como el Copahue han tenido actividades simultáneas.
Las manifestaciones volcánicas han sido relevantes frente a las invasiones. Un ejemplo. Durante las campañas militares de la Ocupación estatal chilena, el Ejército instaló en 1883 el Fuerte Llaima en la zona cercana, siendo trasladado de su ubicación original en 1887 por las actividades sísmicas del volcán. Se dice desde la historia oral, que el weichafe Kalfukurá, cargaba su piedra azúl en la denominada laguna verde (Karü Lafken) en las faldas del volcán Llaima, dentro de lo que se conoce en el presente como Parque Conguillío, durante buena parte del siglo 19.
Hoy, como ayer, con otras formas pero con los mismos propósitos, aparecen nuevos invasores que se vienen instalando y avanzando con la ayuda de unos cuantos "indígenas" ayudistas, de apellidos mapuche, contribuyendo al neo colonialismo llamados centrales hidroeléctricas, termoeléctricas, geotermias, forestales, entre otros, sin embargo, la resistencia, como ayer, sigue activa por la defensa de los territorios.
A lo largo y ancho de Chile existen 500 volcanes considerados geológicamente activos y unos 60 con registro eruptivo histórico, dentro de los últimos 450 años y que suman más de 300 erupciones, las que han provocado severos impactos y constantes movimientos telúricos.
En estas zonas se pretenden multiplicar las centrales hidroeléctricas, mayoritariamente entre las regiones del Bio Bio, Araucanía y décimas, destinadas a generar energía a la gran industria, como la minería y las celulosas, centrales que frente a un fuerte movimiento de la tierra pueden colapsar, destruir, inundar y causar mortandad., en medio de una conectividad central de energía que tiene múltiples vulnerabilidades como es el SIC.