La guerra en Ucrania y el cambio climático están desencadenando una devastadora hambruna sin precedentes en África y Medio Oriente

La guerra en Ucrania ha disparado los precios de cereales y aceite. En los terrenos en disputa la actividad agroindustrial intensiva ha disminuido, mientras grandes cantidades de grano se encuentran bloqueadas por la captura de Rusia de los principales puertos ucranianos del Mar Negro. Las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia han roto las cadenas de abastecimiento de fertilizantes y otros insumos que requiere la agricultura industrializada en todo el mundo. Mientras las potencias se aseguran cobertura para su mercado interno, en extensas regiones de África, Medio Oriente y América Latina aumenta la población con alto riesgo de desnutrición.

 

Por: Alberto San Martín Muñoz

Distintos factores combinados como la crisis económica mundial desatada por la pandemia, la guerra en Ucrania y el cambio climático han disparado las cifras de hambruna global.

Todo en un contexto de incremento de la población bajo severa inseguridad alimentaria. Según datos de Naciones Unidas, en estos últimos dos años, el número de personas en esta categoría se ha duplicado, desde 135 millones de personas antes de la pandemia, hasta 276 millones actualmente.

A esto se suma que medio millón de personas está viviendo en condiciones de hambruna, en un incremento de más de un 500% desde 2016.

Antes de la guerra, Ucrania exportaba 4.5 millones de toneladas mensuales de productos agrícolas, con cerca del 12% del trigo del planeta, 15% del maíz y la mitad del aceite de girasol.

Tras la guerra los puertos ucranianos del Mar Negro fueron bloqueados por buques rusos. El grano aún podría trasladarse a Europa vía terrestre de una manera mucho menos eficiente, pero las rutas de carretera y ferrocarril que atraviesan la zona de guerra estarían extremadamente inseguras.

«Rusia debe permitir la exportación segura del grano almacenado en los puertos ucraninanos» señaló el Secretario General de Naciones Unidas Antonio Guterres, citado por la agencia France 24

Junto a esto Guterres agregó que los alimentos rusos y fertilizantes «deben tener libre acceso a los mercados mundiales»

Por otra parte, cabe recordar que Rusia antes de la guerra era el principal exportador de fertilizantes y gas. Pero las sanciones económicas contra el país interrumpieron el suministro de estos productos, elevando fuertemente los precios, especialmente en países de África y América Latina.

 

 

 

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Por su parte el asistente presidencial ruso Maxim Oreshkin responsabilizó a las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, que empeoraron «la logística de fertilizantes y la logística de alimentos, condenando así al mundo a la hambruna» citado por la agencia rusa Tass el asistente del gobierno de Putin agregó que tras el aumento de los precios de trigo en 2020, Rusia tomó medidas para evitar una crisis alimentaria interna.

"Somos autosuficientes en granos y en la mayoría de los alimentos. Era crucial descartar el riesgo de escasez de fertilizantes en el mercado interno. A fines del año pasado se introdujeron restricciones a la exportación de fertilizantes. el suministro de fertilizantes es estable, es incluso mejor que el año pasado. Esto nos permite acumular reservas. Hemos introducido impuestos sobre la exportación de semillas de trigo y girasol. Todo esto nos permite sentirnos tranquilos», señaló Oreshkin al citado medio.

 

 

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Mientras las potencias se aseguran suministro: El incremento del hambre afecta a millones de personas hambrientas en África y Medio Oriente

Un reciente reporte de las ONG Oxfam y Save The Children advirtió que solo en Etiopía, 23 millones de personas están experimentando hambre extrema.

La región del Cuerno de África sufre la peor sequía en 40 años y la falta de alimentos para la población local se agudizó con la pandemia y la guerra de Ucrania.

En Medio Oriente, una situación particularmente precaria afecta a El Líbano y el devastado Yemen.

Naciones Unidas también reportó que 7.7 milones de niños/as de menos de 5 años sufren de severa malnutrición.

 

 

Imagen principal: Una madre ayuda a ponerse de pie a su hijo con severos síntomas de desnutrición en la villa de Lomoputh en el norte de Kenia. Créditos: Brian Inganga/ Agencia AP Extraída de: https://www.npr.org

 

 

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