Este viernes, parte de los presos políticos mapuche aceptaron las condiciones ofrecidas por el Gobierno, deponiendo la huelga de hambre que llegó a 82 días de duración, aunque hay 10 presos políticos que, en Angol, mantienen la medida.

Las condiciones ofrecidas por el Gobierno fueron de deponer las querellas terroristas que afectan a los comuneros. El fin a la ley anti terrorista y el fin a los juzgamientos militares de civiles quedó a cargo de las iniciativas legales que pueda tener el Gobierno.

Desde nosotros, como pueblo chileno, sólo podemos hacernos un llamado de atención; haciendo notar que las medidas que el Estado aplica, actualmente al Pueblo Mapuche no son gratuitas, sino que son la respuesta represiva a un proceso de reconstrucción de ellos como Pueblo Nación, que no se hace fuera de su territorio y menos con éste usurpado. Son los mapuche, quienes han emprendido esta lucha y es a ellos a quienes se les ha castigado.

El fin a la ley antiterrorista, a los juzgamientos de civiles por tribunales militares y a los testigos encubiertos son demandas que no sólo implican al pueblo mapuche, sino que también al pueblo chileno y el insuficiente apoyo que recogieron los mapuche a estas demandas dejó en evidencia el paupérrimo estado organizativo de nuestro pueblo y en nuestra región, con larga historia de lucha. Por ello, el llamado no puede ser otro que  buscar vías y alternativas de revertir esta condición de debilidad con voces que deben ser escuchadas y que deben mandar.