La persistencia para continuar la búsqueda de Sergio Pérez Molina, detenido y desaparecido desde hace 51 años

Queridos y queridas compañeras y compañeros, hermanos y hermanas, amigos y amigas, familia. El 22 de septiembre de 1974, Sergio Pérez Molina es emboscado por agentes de la DINA en la casa de seguridad de Lumi Videla, en la comuna de San Miguel. Es trasladado con una herida de bala en la pierna al centro clandestino de tortura conocido como Cuartel Ollagüe, desde donde desaparece a principios de octubre. Diversos testimonios aseguran que producto de las brutales torturas fue llevado agónico a la Escuela de Suboficiales Del Ejército, donde habría muerto y habría sido enterrado. Les escribo este día, porque es la ocasión para informarles formalmente sobre los nuevos esfuerzos, después de 30 años, por continuar la búsqueda de mi padre, detenido y desaparecido desde hace 51 años. Este nuevo intento surge desde la familia directa del Chico Pérez, que decidimos aprovechar la posibilidad que a través del Plan Nacional de Búsqueda, pudiera abrirse una nueva ventana para retomar los trabajos para encontrarlo, con cierto respaldo institucional que pudiera asegurar entrar a excavar a un regimiento militar, por ejemplo. Lo primero fue solicitar una audiencia para presentar una carpeta con toda la información sobre el caso de mi padre, su detención y desaparición junto a la documentación sobre la búsqueda que se hizo en la Escuela de Suboficiales del Ejército en el año 94, al Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de la ONU. Que en febrero del 2023 vino a Chile a recoger los testimonios y hacer evaluaciones sobre el trabajo que estaba realizando el Estado con respecto a las desapariciones de personas. En la audiencia se les expuso con toda claridad y la documentación necesaria el caso de mi padre, en particular el intento por encontrarlo que había fracasado y que igualmente existían dos lugares más, documentados con testimonios. Donde se indicaba exactamente el sitio en que mi padre podía haber sido enterrado y que habían quedado sin investigar, ya que el caso había pasado a la justicia militar. La presidenta del grupo de trabajo, Aua Balde y los otros tres miembros que asistieron, fueron muy receptivos e incluso incorporaron a Sergio Pérez Molina en los aproximadamente 500 casos de detenidos desaparecidos a nivel internacional, que ellos monitorean en particular. El segundo paso, fue presentar formalmente el caso a los encargados del PNB, en particular a Juan Mena, aprovechando las primeras reuniones que se hicieron con los familiares a mediados del 2024. Se les planteó que la búsqueda estaba incompleta, inconclusa y detenida sin más razón que la inacción cómplice de los tribunales militares. Se les informó que además el caso de Sergio Pérez había sido incorporado a la lista del Grupo de Trabajo de la ONU en febrero y con ese “aval”, exigía de parte de la familia que fuera tomado el caso de mi padre y que hubiera un plan de búsqueda concreto, ya que existían lugares concretos donde buscar. Con todos los antecedentes expuestos hubo interés y voluntad desde el principio de parte del PNB y la subsecretaría de DD.HH. en atender a la petición o exigencia de iniciar la búsqueda nuevamente de mi padre. A los pocos meses los familiares directos fuimos citados a la Subsecretaría de Derechos Humanos, paralelo a las reuniones generales del Plan Nacional de Búsqueda y se constituyó una comisión o comité con diferentes profesionales para para retomar los trabajos de búsqueda de Sergio Pérez, en la Escuela de Suboficiales del Ejército y en otro lugar que necesitábamos saber su ubicación. En febrero del 2024, asume Magdalena Garcés, como abogada de la familia, representándonos ante el PNB y los Tribunales de justicia, que es donde finalmente todas las diligencias que puedan realizarse de parte del Estado, finalmente se definen y resuelven. En abril del 2024 ya hay un informe del Plan Nacional de Búsqueda con respecto al caso de mi padre, que presenta en mayo a la Ministra a cargo. Como familia nos hacemos parte en julio y en agosto tenemos la primera reunión con la Sra. Ministra Paola Plaza, que desde el principio se mostró interesada y diligente, definiendo los pasos concretos para poder volver a excavar en el regimiento. En diciembre del 2024 se hizo la primera inspección en la Escuela de Suboficiales de Rinconada de Maipú y se trabajó con el georradar en amplias extensiones que habían sido identificadas como de interés. Paralelo a las diligencias que se realizaban y estando nuevamente en el lugar después de 30 años, comenzamos a tener dudas sobre la veracidad de los testimonios que indican que a mi padre ahí lo habían enterrado. Tanto por parte de la familia, del PNB, como de la propia Ministra, porque no hay antecedentes anteriores de entierros de compañeras o compañeros justo frente a oficinas de la oficialidad del ejército. En fosas a uno o dos metros de los ventanales de esas oficinas o en la orilla de una calle visible, casi al centro de la Escuela de Suboficiales. Entonces, entre junio y julio de este año, fueron citados los dos testigos que están vivos, el tercero está muerto, a dar nuevamente su testimonio en Rinconada. Estos ex conscriptos fueron a indicar sorprendentemente el mismo sitio que ya se había excavado en 1994 y no se había encontrado nada. Eso hacía más sospechosa la situación, porque al insistir en el mismo lugar donde no hubo siquiera remoción de tierra, cierran todas las demás posibilidades de que exista otro lugar. Por otro lado, el informe del georradar indicó tres lugares de gran interés. Uno al lado de donde ya se había excavado, otro por el mismo sector de las oficinas, pero a unos 50 metros de distancia. Y el tercero, el más importante, que coincidía con el sitio donde no se excavó la vez anterior y era donde inicialmente se iba a excavar. Entonces, para la familia ese era el lugar de real interés. Las diligencias de excavación y de búsqueda de Sergio Pérez Molina, se iniciaron el lunes 1 de septiembre, con presencia del MOP, el SML, la PDI, el PNB, la Sra. Ministra a cargo y la familia directa, por supuesto. El ejército, como la vez anterior, colaboró y no interfirió en los trabajos, me imagino porque sabían que no íbamos a encontrar nada. Al comenzar, se le dio prioridad al lugar donde había coincidencia del testimonio con el georradar, a petición de la familia. Igualmente, era poco probable porque la disturbación que el georradar registraba arrojaba 60 cm de profundidad y eso es muy poco para una fosa. Se trabajó intensamente, con mucha dedicación por parte de todos y todas quienes participaron de la búsqueda, los 5 días que duró el proceso. La familia presente en esos días, el hermano y su hijo, resistimos en ese regimiento repleto que se alistaba para la parada militar y estábamos preparados para lo que se veía venir. Que era que no íbamos a encontrar ahí restos de mi padre o de algún compañero o compañera. Al analizar la experiencia, llegamos a la conclusión que en la Escuela de Suboficiales del ejército, en rinconada de Maipú, es muy difícil que se encuentren restos de compañeros o compañeras, para nosotros más bien fue un señuelo, una gran distracción. Pero como el que busca, encuentra, a raíz de este nuevo esfuerzo pudimos dar con el lugar que había sido mencionado en testimonios sobre la inhumación de mi padre, pero que no había sido descubierto hasta ahora. El que si tiene las características de ser un sitio de real interés y no está en la Escuela de Suboficiales. Este no puede ser revelado todavía porque es un lugar muy expuesto, vulnerable, donde recién está comenzando la investigación y, por ejemplo, sólo se han podido recoger testimonios de forma indirecta de los vecinos que no quieren declarar formalmente. Tampoco se ha hecho una inspección y registro con tecnología todavía. Entonces no quedamos desesperanzados, inmovilizados o derrotados. Seguimos buscando a Sergio Pérez, porque hay un nuevo camino que recorrer, que porfiadamente recorreremos por él como por todos y todas las compañeras y compañeros detenidos y desaparecidos. Sólo la verdad nos hará libres, la lucha continúa, compañero Sergio Pérez ¡PRESENTE! Hasta la Victoria Siempre.

Dago Pérez Videla

22 de septiembre del 2025

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