"Los 'raros' quieren casarse". Ese fue el titular de la Revista Vea el 24 de abril de 1973 tras dar a conocer una de las primeras manifestaciones de la historia del movimiento LGBTIQ+ en Chile, quienes dos días antes se reunieron en la Plaza de Armas de Santiago con diversas demandas, entre ellas el fin del acoso policial.
Por José Figueroa Soto
Durante los últimos años los movimientos de las disidencias sexuales han llevado una larga lucha que ha tenido diversas aristas: igualdades civiles y políticas, promoción de una educación sexual integral, por una vida libre de violencia y el rescate de la memoria histórica del movimiento. Esta última cobra especial relevancia el día de hoy tras cumplirse 48 años de una de las manifestaciones icónicas durante 1973.
En plena Unidad Popular, meses antes del golpe de Estado, el 22 de abril, un grupo de colas, travestis y lesbianas se reunieron en la Plaza de Armas, ubicada en el centro de la capital, con la finalidad de protestar por sus derechos y, especialmente, para exigir el fin al asedio policial que vivían día a día; debido a que, hasta 1999 la "sodomía", es decir las conductas homosexuales, eran reprimidas por el Código Penal.
Dicha protesta no pasó inadvertida para la prensa de la época, pues diversos diarios y revistas la dieron a conocer los días posteriores condenando los hechos, ya que corrompía la moral de esos años. Ejemplo de ello, la portada en Revista Vea: «Los 'raros' quieren casarse«.
Sin embargo, no quedó solo en el titular, ya que la nota titulada "La rebelión de los ´raros'" iniciaba de la siguiente manera:
"Mucha gente no podía creer lo que estaba viendo. Algunos hombres pensaron de inmediato en una broma de estudiantes, mientras otros movían la cabeza en un gesto de desaprobación. La mayoría de las mujeres simplemente se escandalizaron: 'Son unos degenerados' '¿qué hacen Carabineros que no los agarran a palos?'".
Posteriormente, el artículo relata que uno de los manifestantes gritó "Somos las colas de la Plaza de Armas, y estamos haciendo esta manifestación para pedir que nos dejen tranquilos de una vez".
De esta forma, la revista da las razones de la manifestación: "En una insólita manifestación realizada en Plaza de Armas de Santiago, los homosexuales pidieron que los dejaran vivir tranquilos. Quieren formar sus propios hogares y no seguir huyendo de la policía y del escarnio público".
Por su parte, el diario Clarín publicó en su portada: "»Colipatos piden chicha y chancho«. En el desarrollo de la noticia se planteaba "Ostentación de sus desviaciones sexuales hicieron los maracos en la Plaza de Armas«, añadiendo que quienes se manifestaban pedían libertinaje y pese a las faltas morales el cuerpo policial no se hizo presente.
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En la nota se entrevistaba a personas que presenciaron la manifestación, quienes aseguraban la necesidad de reprimir dichos actos para no expandir esos actos pervertidos, llegando incluso a proponer prenderles fuego.
Asimismo, Víctor Hugo Robles – El Che de los Gays- en su libro «Bandera Hueca: historia del movimiento homosexual en Chile«, entrevistó a quienes protagonizaron los hechos, señalando:
«Nos atrevimos a protestar porque estábamos cansados del abuso policial. En ese tiempo, tenía unos 18 años y vivía detenido por ofensas a la moral y las buenas costumbres. Si no iba preso, era rapado por la policía cuando me sorprendían puteando en la calle".
Otra manifestante entrevistada por el activista y periodista asegura: «Protestamos porque estábamos cansadas de la discriminación. En esos años, si andabas en la calle y los pacos se daban cuenta de que eras maricón, te llevaban preso, te pegaban y te cortaban el pelo por el solo hecho de ser maricón. Las cárceles y las comisarías eran como hoteles para nosotras. En ese tiempo nadie nos defendía, ni siquiera teníamos el apoyo de nuestras familias porque una se arrancaba de la casa de cabra chica para vivir más libremente".
Estos hechos son parte de una larga lucha que ha llevado adelante el movimiento LGBTIQ+, exigiendo vivir una vida libre de violencia y derechos que históricamente han sido negados, cuestión que se ve especialmente relevante en los procesos de cambios que se viven actualmente, donde las disidencias jugarán un rol protagónico levantando múltiples demandas.