María Paz Barriento Palavecino* / resumen.cl
Recientemente se conmemoró la semana de la lactancia materna en más de 120 países del mundo, incluyendo el nuestro, instancia en la que se desarrollan actividades con el fin de promover y proteger la lactancia materna, sin embargo, es necesario que luego de esta conmemoración, la lactancia materna no se convierta en un tema en el olvido, sino más bien que en todo momento se creen instancias para alentar a las madres a alimentar a sus hijos con leche materna. Para lograr esto es fundamental que todos los profesionales de la salud manejemos este tema, y nos empoderemos en la protección de la lactancia materna, ya que es el único alimento que proporciona los nutrientes en calidad y cantidad adecuadas para el lactante. De igual manera es importante comprometernos a educar a la población en general, no exclusivamente a embarazadas y nodrizas, sino que también a sus redes de apoyo cercanas, que cobran mucha relevancia en el proceso de embarazo y lactancia.
Cabe destacar que ningún alimento es igual o mejor que la leche materna en cuanto a temperatura, consistencia, calidad, composición y equilibrio de sus nutrientes, la leche materna además, posee la particularidad de cambiar su composición a lo largo del tiempo, adaptándose a los requerimientos y necesidades del niño/niña a medida que éste crece y se desarrolla, permitiendo de esta forma una maduración progresiva de los órganos y sistemas digestivo e inmunológico del recién nacido, preparándolo para recibir oportunamente otros alimentos.
La leche humana contiene elementos esenciales para completar el crecimiento y desarrollo del recién nacido, los que se encuentran ausentes o en concentraciones inadecuadas en la leche de los demás mamíferos. Las fórmulas infantiles a base de leche de vaca modificadas pueden traer consigo complicaciones, ya que según lo indica el Ministerio de Salud (MINSAL) muchas veces las instrucciones de preparación impresas en los envases de las fórmulas infantiles, son difíciles de leer y entender y la madre puede no considerar importante la concentración que debe tener el alimento (relación polvo-agua), por lo que la preparación de la fórmula puede ser inadecuada. Si se agrega mucho polvo, el preparado tendrá una mayor concentración de nutrientes, lo que puede ocasionar diarrea, deshidratación y sobrecarga renal. Si se agrega menos polvo, con el fin de ahorrar alimento, el niño/a no recibirá suficiente aporte de nutrientes y energía lo que puede conducir a una desnutrición. Alimentar a un niño con fórmulas lácteas infantiles tiene un alto costo, no sólo por su valor monetario, si no por la cantidad de implementos y tiempo que se requieren para su preparación adecuada.
Por otro lado, el lactante amamantado y supervisado en su peso, crece mejor y tiene menos probabilidades de desnutrición, menos déficit vitamínicos, de oligoelementos y menos mortalidad, finalizando el primer año de vida con mejor peso y menos enfermedades que un niño alimentado en forma artificial, en resumidas cuentas, la lactancia materna es la base fundamental para la buena salud del lactante.
El subsistema de protección integral a la infancia Chile Crece Contigo indica los beneficios de la lactancia materna, entre los que encontramos:
Beneficios para la madre: Disminuye el riesgo de cáncer de mama y ovario, disminuye el tiempo de sangrado postparto y riesgo de depresión postparto, aumenta el espaciamiento entre los embarazos, y ocurre una pérdida progresiva y lenta del excedente de peso.
Beneficios para el lactante: El niño o niña alimentado con leche materna rara vez tendrá enfermedades respiratorias, digestivas, otitis o alergias, disminuyen los riesgos de enfermedades agudas y crónicas del niño/a, tales como Síndrome Diarreico Agudo, infecciones respiratorias, otitis, alergias, enterocolitis necrotizante, sobrepeso, obesidad, leucemia, enfermedad celiaca entre otras.
La lactancia materna exclusiva también brinda beneficios a largo plazo como una menor incidencia de enfermedades crónicas tales como obesidad, diabetes, hipertensión arterial y dislipidemias en la vida adulta. Un dato relevante ya que sería un primer paso para disminuir los altos niveles de enfermedades crónicas no transmisibles presentes en nuestro país.
La organización mundial de la salud (OMS) recomienda que el lactante reciba leche materna de forma exclusiva, es decir, sólo leche materna, sin inclusión de sólidos, ni líquido alguno (agua, té, jugo, ni otros) durante los primeros seis meses de vida y que constituya parte importante de la alimentación hasta los 2 años de edad.
Desde la prehistoria, la duración media recomendada y practicada de la lactancia materna en las diversas culturas se ha mantenido estable entre los 2 y 4 años, sin embargo, en la actualidad surge una interrogante: ¿Cuándo finalizar la lactancia materna?, la respuesta es simple y clara, no existe ninguna institución nacional o internacional que indique la fecha de término de la lactancia, el fin de la lactancia materna es una decisión mutua entre la madre y el niño.
A pesar de todos los beneficios nombrados anteriormente, a nivel mundial la situación es alarmante ya que, según datos de la OMS, sólo un 40% de los lactantes menores de 6 meses reciben leche materna como alimentación exclusiva, sin embargo, la situación es más favorable en nuestro país, según lo indica el MINSAL la prevalencia de lactancia materna al sexto mes durante los últimos 30 años ha incrementado, siendo actualmente un 57%, lo que nos posiciona como uno de los países con indicadores destacados a nivel internacional.
Hace algunas semanas ocurrió un incidente en nuestro país en donde el MINSAL, decretó alerta alimentaria por presencia de moho en fórmula NAN prematuros. Aquí tiene cabida el tema de la lactancia materna, ya que es de gran importancia dar a conocer a las madres que la leche materna es tan maravillosa que incluso se adapta a un parto prematuro, produciendo leche de una composición diferente durante las primeras semanas, con una mayor cantidad de elementos inmunológicos y una mayor variabilidad en la concentración de macronutrientes especialmente grasas y proteínas. Cabe destacar que la alimentación de un recién nacido prematuro con leche materna brinda múltiples beneficios no sólo nutricionales, sino que también gastrointestinales e inmunológicos y permite además una correcta maduración del sistema neurológico del prematuro, es importante insistir a las madres de que existe la posibilidad de reactivar o comenzar la lactancia materna con una técnica y apoyo adecuados, siempre y cuando la salud de la madre y el niño lo permitan.
En la actualidad, dentro de los factores que dificultan una lactancia materna exitosa, podemos encontrar las creencias culturales y familiares, la falta de información y la estigmatización a la que se enfrentan las madres que amamantan en público. En estos dos últimos factores podemos interferir, revirtiendo la falta de información, educando y aconsejando en cada control de salud, participando en cada actividad pro lactancia materna y como sociedad podemos ayudar a eliminar el estigma y la sexualización de la lactancia materna, apoyando y respetando a las madres que amamantan en público y en todo lugar, finalmente espero que las personas que catalogan como morboso el hecho de que una madre amamante en lugares públicos, puedan comprender que no hay cabida para el morbo, la lactancia materna es la forma de alimentación natural y por sobre todo la mejor y más adecuada para el lactante.
Me gustaría finalizar con una frase que nos presenta la lactancia materna tal cual es, como algo propio del ser humano y de cada mamífero, "La lactancia materna está en el corazón mismo de nuestra identidad, inicia su evolución aún antes del embarazo y cada mamífero ha desarrollado por milenios una leche única para sus necesidades, su comportamiento y su entorno. Es una estrategia espectacular de supervivencia que nos sitúa entre los mamíferos...animales que alimentan a sus crías con su leche" (Gabrielle Palmer. The politics of lactation, 1993)
*Colaboradora del Colegio de Nutricionistas Universitarios de Chile A.G.