Manuel Casas / resumen.cl
"La mayoría somos propietarios de [una] casita, dos departamentos" fueron los polémicos dichos de la mayor autoridad en vivienda del país. Estos comentarios del ministro Cristián Monckeberg dejan en evidencia la privilegiada realidad que viven quienes construyen las políticas públicas en torno a vivienda, a diferencia de la considerable población que arrienda, están viviendo de allegados o adquirieron una deuda por décadas con los bancos para poder tener un espacio propio y algo de patrimonio que dejarle a sus hijas e hijos. Las problemáticas de vivienda no son nuevas en este país, como tampoco lo son las experiencias de organización y lucha en torno al tema habitacionales.
Durante los próximos días verá la luz un nuevo trabajo de la editorial Pensamiento y Batalla. En este nuevo libro, su autor, Felipe Mardones Fabio, nos acerca la historia de la Liga de Arrendatarios de Valparaíso, organización que durante las primeras décadas del siglo XX dio lucha a los propietarios y los abusivos tratos que recibían quienes no tenían el privilegio de tener la tan ansiada casa propia. En conversación con Resumen.cl, el autor nos adelantó detalles de su investigación, a la cual esperamos poder tener acceso prontamente.
¿Cómo nace tu interés por hacer una investigación sobre la Liga de Arrendatarios de Valparaíso?
Viviendo en Valparaíso me tocó vivir el voraz incendio del año 2014, incendio que arrasó con gran parte de los cerros de la ciudad, dejando 15 personas muertas, casi tres mil viviendas destruidas y cerca de trece mil personas damnificadas. A raíz de esta situación comienza a aflorar la organización comunitaria en distintos cerros, en donde tuve la oportunidad de participar y desde allí, con un grupo de compañeras y compañeros decidimos aportar desde la investigación acerca de la vivienda obrera en Valparaíso, ahí es donde me encuentro con las Ligas de Arrendatarios, cuestión de la cual existían muy pocos documentos y me pareció un aporte para el movimiento de pobladores, el estudiar a estas organizaciones. Es muy importante que el trabajo historiográfico esté al servicio de nuestra clase y sus perspectivas de lucha.
¿De qué manera comenzaron a cimentarse las primeras experiencias de organización proletaria en torno a la vivienda?
Una de las primeras pistas que pude encontrar fue una pequeña columna publicada en el periódico El Vaporino en 1903, en donde se hace una crítica a una posible ley de vivienda para obreros, la cual no solucionaría las condiciones de explotación y miseria en que vive la clase popular.
Recién hacia 1913 encontramos una llamado más formal y concreto a formar una organización de arrendatarios, todo esto surge a partir de un pequeño grupo socialista de Viña del Mar, el cual llama a formar una "cámara de arrendatarios" en respuesta a la "cámara predial de propietarios", que surge para cuidar los intereses de los propietarios. Finalmente en 1914 se crea la primera Liga de Arrendatarios en la ciudad de Valparaíso a instancias de grupos anarquistas ligados a la FORCH, definiendo una línea programática y reivindicativa.
¿Cómo se expresaba la organización de la Liga a la hora de lidiar con los propietarios y los problemas comunes de la vivienda?
La acción directa es una de las características de este movimiento, el notable aporte ácrata en su concreción se manifiesta también en prácticas de acción directa tales como las listas negras de propietarios, huelgas de pagos, mitines, etc. La relación con los propietarios siempre fue muy tensa, y no son pocos los episodios de violencia, tales como desalojos y golpes a los arrendatarios, por eso la necesidad de una organización que organice y defienda a los arrendatarios.
¿Cuál fue el impacto que tuvo en las organizaciones populares la Ley de Habitaciones Obreras de 1906 y su continuación en la Ley de Habitaciones Baratas y la Ley de Arrendamientos de 1925?
La ley de habitaciones obreras de 1906 es presentada por el Estado como un gran progreso para la política social latinoamericana, no obstante esta ley queda prácticamente sin efecto por el terremoto que azota a Valparaíso en ese mismo año. Por tanto esta ley prácticamente es una anécdota en la problemática obrera en Valparaíso.
No obstante con la Ley de Habitaciones Baratas de 1925 y los Decretos complementarios no sucede la misma situación. La creación de los Tribunales de Vivienda, órganos tripartitos en donde Estado, propietarios y arrendatarios tendrían representación para fiscalizar las condiciones de habitabilidad de las viviendas obreras marca un punto de quiebre en las ligas de arrendatarios, desde acá comienzan una serie de tensiones que terminan con la fractura de las ligas de arrendatarios y la institucionalización del conflicto.
¿Cómo se relaciona la expansión de la ciudad con los problemas habitacionales?
La ciudad como ente económico define como prioridad la producción y no la vida digna de sus habitantes, por tanto, tal como ocurrió a fines del siglo XIX y ahora en las primeras décadas del siglo XXI la ciudad se expande sin importar las condiciones de vida de sus habitantes, ya que la expansión de las tasas de ganancias son lo esencial. Por otro lado el mercado inmobiliario y su especulación tienen hoy a miles de personas pagando arriendos que superan considerablemente el ingreso mínimo legal, en espacios habitacionales minúsculos en donde no existe ninguna condición para una vida digna.
¿Cuales consideran son las enseñanzas que puede dejar la Liga de arrendatarios de Valparaíso a los comités de vivienda y las y los pobladores organizados?
Uno de los capítulos, que por lo menos a mí me dejan más lecciones es el último, el que explica las tensiones a la interna de las ligas de arrendatarios a raíz de la institucionalización del conflicto. Por un lado, los grupos anarquistas prefieren no negociar en ningún término con el Estado ni con los propietarios, lo cual los deja en una posición estática y poco resolutoria. Por otro, comunistas y grupos mutualistas deciden institucionalizar la lucha, adherir a las instancias creadas por el Estado suicidando así al movimiento, ya que la masividad se diluye, la fuerza organizativa también y no llega ninguna solución concreta al problema de la vivienda, al contrario, se empeora.
El libro nos relata los errores de las posiciones inmutables, la falta de una táctica dinámica que permita, por un lado, mantener la autonomía e independencia de clase el movimiento y, por otro, la necesidad de avanzar en soluciones concretas al problema de la vivienda.
¿Dónde y cuándo podremos adquirir este libro?
Espero que el libro salga en las próximas semanas, y estará siendo distribuido de forma inicial en Santiago y Valparaíso, en donde ya hay lanzamientos programados. De igual forma estamos viendo posibles lanzamientos en Concepción y en el Norte, así como también distribución en estos y otros territorios.
Para ofrecimientos de este tipo, por favor escribir a: [email protected]