El pasado viernes 16 de julio la Radio Comunitaria Los Placeres, de Valparaíso, en conjunto con el Centro Cultural Roberto Matta, realizó un Conversatorio virtual con Laura Hernández con el objeto de conocer las condiciones en que se encuentra su hermano Mauricio Hernández Norambuena en la Cárcel de Máxima Seguridad, como también poder abordar cuáles son los elementos que permiten explicar con mayor claridad la condición de prisionero político del Comandante Ramiro.
Por Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso
Transcribo a continuación algunos pasajes de esta entrevista:
(...) Es importante conversar sobre la prisión política y en especial en este caso de mi hermano (...) El año 93 el cae detenido acá en Chile, y acá me introduzco en la definición de lo que tiene que ver o no con preso político, ya que él estuvo detenido en Santiago, en San Miguel, en un primer momento con todos los presos políticos y ya cuando se inaugura la Cárcel de Máxima Seguridad, un par de años después, el entonces director nacional de Gendarmería, Claudio Martínez, del Partido Socialista, señaló que estas instalaciones "buscaban impedir que los reos siguieran coordinando acciones con sus secuaces del exterior, ya que a través de los familiares, amigos y enlaces, hacen llegar sus planteamientos a sus respectivas Comisiones Políticas que funcionan clandestinamente en el exterior».
En ese momento Mauricio es condenado como autor intelectual por pertenecer a la Comandancia o a la cúpula del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, que es la que se adjudica las acciones del ajusticiamiento de Jaime Guzmán y el secuestro de Christian Edwards. En ese tiempo él es considerado un preso político. La Cárcel de Máxima Seguridad a la cual es llevado -y es parte del grupo de presos políticos de la época, justamente a propósito de lo que señalaba- fue hecha para ese tipo de presos, separados de los presos comunes.
Es un argumento poderoso en el sentido que hoy día Mauricio, cuando es extraditado a nuestro país, él viene a cumplir esas condenas, por lo tanto clara y difícilmente hoy día uno puede señalar que dejó de ser preso político porque son las mismas condenas desde el año 93. Éste es fundamental cuando hacemos defensa de aquello.
Las condenas de Mauricio son delitos de explícita motivación e inspiración política, por pertenecer a una organización política en particular, es decir, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez es una organización política armada y que, justamente, no hay afán de lucro ni de enriquecimiento personal en las acciones que los compañeros del Frente realizan, sino que tienen que ver con una convicción, que tiene que ver con luchar contra el orden establecido en aquellos tiempos, y lo cual además queda demostrado explícitamente en las sentencias que condenan a mi hermano, las cuales aluden constantemente a "su militancia en el FPMR y que los objetivos de dicha organización son construir un orden político distinto". Ir contra el orden establecido, contra la institucionalidad de la época, a pesar de que estamos hablando de hechos de después del año 90, época transicional que es un continuismo de lo que había sido el propio período dictatorial.
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Hay una jurista que señala que el nombre que se le da a las organizaciones armadas que lucharon en el período de la dictadura, como el FPMR, el Lautaro, el MIR, antes del término de la dictadura eran organizaciones emancipadoras, así eran señaladas, pero después pasaron a ser organizaciones terroristas. O sea, cambian de nombre según el período histórico que lo señala, cuestión que si vamos a los hechos propiamente tal no cambian el contenido, ni el sentido, ni la motivación política de los hechos que ocurrieron en aquel momento.
(...) Hoy Mauricio está en Rancagua, fueron trasladados todos los presos de la Cárcel de Alta Seguridad a propósito de que se están haciendo reparaciones en las instalaciones de acá de Santiago. Desde que llega a Chile Mauricio es mantenido en la parte más estricta de esta cárcel la que se llama Máxima Seguridad, y eso, dentro de la Cárcel de Alta Seguridad, tiene una connotación de cárcel temporal, momentánea, y muchas veces de castigo. A Mauricio se le ha mantenido allí desde que llegó a Chile, por más de un año y cinco meses.
Cuando es trasladado a Rancagua a una cárcel concesionada sigue siendo mantenido en Máxima Seguridad, y lo particular que tiene la cárcel de Máxima Seguridad en relación a las otras unidades, tiene que ver con el hecho que se le mantiene en aislamiento permanente, no tiene contacto con otros presos; solamente visitas de los familiares directos; la censura en cuanto a los libros, revistas o las cosas que queramos ingresarle, inclusive los alimentos que se pueden ingresar, están mucho más restringidos en el espacio de Máxima Seguridad.
A Mauricio desde que llega se mantiene en un régimen de "segregación especial" que se llama, que no tiene ningún otro preso en Chile. Se le mantiene solo y con una vigilancia permanente de dos gendarmes en la puerta de su celda, cuestión que también viola la propia intimidad del preso y pasa a llevar un montón de otras Reglas Mandela, que tienen que ver con los derechos de los presos y con la vulneración de los derechos humanos de los presos, de la cual Chile también es firmante.
Existe una condición permanente de ensañamiento con respecto a Mauricio, y ahí hay otra condición más de preso político, porque justamente hay hipótesis donde se señala que en el caso de tal situación es considerada prisión política, y tiene que ver con la forma o en el estado al que se le mantiene al preso; tiene que ver también con el aumento de la condena en que se mantiene lo hace ser señalado como una prisión política. Esto está evaluado por juristas nacionales e internacionales y que muchas veces han utilizado el ejemplo de Mauricio para señalar que efectivamente él es un preso político.
Está el Informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura del año 2004 en el cual se considera que "la aplicación de normas jurídicas de mayor rigor en el juzgamiento de hechos impuestos en forma arbitraria o con claros fines de represión política; y también existe una motivación política, en la detención y juzgamiento de delitos que constituyen hechos delictivos sancionados con cualquier legislación ordinaria de un país que fueron cometidos con la intención de derrocar al régimen o impulsar cambios políticos". Ambas causales permiten señalar a Mauricio Hernández como un preso político, pues se ha aplicado una norma jurídica de mayor rigor, la Ley Antiterrorista, y se le ha condenado en razón de la motivación política de sus actos, que es, en este caso, impulsar cambios políticos en Chile.
(...) Nosotros tenemos comunicación con él a través de video llamadas, y esto tiene que ver principalmente con la situación de pandemia. Nos comunicamos semanalmente y ya vamos para los dos años que hablamos con él solamente a través de un teléfono. En general está bien, digo está bien porque ustedes sabrán que Mauricio estuvo casi 18 años detenido en cárceles de castigo e inhumanas en Brasil donde, evidentemente, era mucho peor su condición de preso allá, principalmente porque si aquí hay aislamiento, en Brasil es muchas veces peor ese aislamiento. El aniquilamiento del ser social, de la persona, al no permitírsele tener contacto con otros presos, es evidentemente una tortura sicológica, de degradar a la persona a la mínima expresión. Nosotros decimos que está bien estableciendo la comparación con lo que fueron esos 18 años en Brasil de tortura permanente.
Cuando digo tortura uno podrá pensar que lo decimos como familia, pero acá hay instituciones importantes en nuestro país, como el Instituto Nacional de Derechos Humanos y el Departamento, de Derechos Humanos del Colegio Médico, que visitaron a Mauricio a su llegada de Brasil, a solicitud de la familia en la idea que pudiera ser evaluada su condición de aislamiento en la cual se le mantenía en Chile, y además lo que significaba los 18 años previos, porque acá hay un continuo, él no deja la prisión de Brasil y está en libertad y después llega a Chile preso, sino que es un continuo, por lo tanto el daño va en aumento en la medida que se van sumando años de esta tortura. Ambas instituciones catalogan los hechos evidenciados que son concordantes y muy consistentes con la definición de torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes para cualquier persona.
Se le aplicó el Protocolo de Estambul, que es precisamente para la evaluación de la violación de Derechos Humanos de las personas presas o detenidas, y también se le aplican las Reglas Mandela, que tienen que ver con los derechos de los presos. Cualquiera sea su condición de presos, no dejan de tener Derechos humanos. Lamentablemente, tanto en Brasil como en Chile eso no lo han considerado nunca, todo lo contrario, siempre ha estado la justificación de que él es muy peligroso, peligroso inclusive para la humanidad, eso lo dijo el embajador de nuestro país cuando Mauri estaba detenido en Brasil, bajo el gobierno de Ricardo Lagos, y hacía saber al juez de Brasil que lo debía mantener en las condiciones más estrictas de encarcelamiento y aislamiento, para proteger a la humanidad de mi hermano. Él está preso desde febrero del 2002 y el próximo año se cumplen 20 años.
(...) Después del estallido social todo el tema de la prisión política vuelve a estar en la conversación, en lo que es la defensa de los Derechos Humanos en nuestro país. Nosotros como familia, al margen de la situación de Mauricio, solidarizamos desde siempre con las causas y las luchas de nuestro pueblo, por lo tanto la situación de Mauricio además es un agregado y nos acercamos y hemos participado con compañeros, desde la familia, como representantes, porque nuestra familia está toda acá en Valparaíso, acuérdense que todo esto se cruza con el estallido, con la pandemia, pero compañeros que forman parte de nuestras organizaciones de solidaridad con la situación de Mauricio, participan de la organización de los Presos de la Revuelta, Familiares del 18 Octubre, y por supuesto que hemos tenido una relación solidaria, porque la causa es un poco la misma; la lucha de Mauricio en aquellos años tenía que ver justamente con la lucha contra un régimen opresor, desigual, contra una Constitución además que mantenía e instalaba esta inequidad y desigualdad en nuestro país.
El 18 de Octubre vuelve a resaltar esas misma luchas, somos los mismos que peleamos ahora los que pelearon en aquel momento, por lo tanto la sincronía existió inmediatamente y por supuesto que hemos recibido la solidaridad de todas esas organizaciones desde que Mauricio llega a Chile, desde que se conforman esas organizaciones y hasta el día de hoy mantenemos esta hermandad de lucha, de la reivindicación de la prisión política en nuestro país y de que sea una exigencia la libertad para todos los presos políticos de la revuelta, del Wallmapu, y los anteriores a la revuelta.
(...) Es importante plantear el reconocimiento a los luchadores sociales, los luchadores contra la dictadura, los luchadores combatientes de organizaciones armadas del período de la dictadura, en términos generales. Nuestro país está al debe de aquello (...) Hay otros países que han sido capaces de reconocer a sus luchadores sociales, de crear estos espacios, ya sea a través de indultos o amnistías para que ellos puedan retornar y ser reconocidos por sus pueblos. Tenemos ejemplos importantes como Pepe Mujica, que llegó a ser Presidente inclusive en Uruguay, habiendo pertenecido a una organización armada, habiéndose fugado en cuatro oportunidades dentro de su período de condena; tenemos a Nelson Mandela que también estuvo preso y también con el término de su encarcelamiento llegó a ser Presidente. Señalar además lo que significa en el mundo el reconocimiento de los luchadores antifascista o anti nazis en muchos países de Europa, en donde se les reconoce como héroes y heroínas.